Camino a la auténtica caldera patagónica

Especialistas importaron un aparato para adaptarlo a las necesidades locales. La novedad es que podrá calentar ambientes y agua a base a residuos de los aserraderos como los chips de madera. Buscan crear un diseño para fabricantes de la región.

La amplísima región andino patagónica dispone de un combustible abundante y barato para producir energía que prácticamente es desaprovechado en su totalidad. Se trata de los residuos de la actividad forestal y el material de descarte de la industria maderera y de carpinterías.

La biomasa, es decir toda materia orgánica susceptible de ser aprovechada energéticamente es un recurso poco usado en el país. Un proyecto del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (Ciefap) se propone darle utilidad a esos residuos para alimentar una caldera capaz de proveer calefacción y agua caliente en zonas alejadas a la red de gas natural.

“Hoy el precio y la falta de energía aparecen como oportunidades competitivas para procesos que antes no se hacían aunque parecieran lógicos, como aprovechar los residuos forestales”, comenta José Lencinas, director ejecutivo del Ciefap y agregó que además “tiene un beneficio ambiental porque en invierno hay ciudades en la Patagonia que generan mucho humo con la quema de material leñoso, deteriorando la calidad del aire, y le soluciona un problema a los aserraderos que muchas veces no saben qué hacer con los residuos”.

Fernando Salvaré, coordinador de la Unidad Ejecutora Provincial de Río Negro, explicó que “el proyecto de la caldera nació de la necesidad de contar con un producto que no es nuevo pero que por algún motivo no existe en la región andina”. Indicó que “gran parte de la población no cuenta con sistema decente de calefacción y por otro lado hay muchas plantaciones de pino que requieren de un sistema de manejo silvicultural muy costoso”.

El Ciefap le encargó a Inntra, una empresa de Bariloche que brinda soluciones de ingeniería, la importación de una caldera y su adaptación para usarla en la zona. “La condición es que su tecnología tiene que ser abierta, es decir que se pueda desarmar para que veamos sus componentes y después otras empresas la puedan fabricar”, aclaró Salvaré.

En principio, el destino pensado para la caldera es domiciliario pero no residencial. Se apunta a instituciones públicas y privadas, por ejemplo escuelas ubicadas lejos de los centros de oferta de gas natural. Las dimensiones son de 1,8 metros de alto por un metro de ancho. “La carga de chips de madera no se hará todos los días, trabajamos para que sea una vez por semana y la idea es que no lo haga el particular sino que una empresa se encargue de volcarlos en la tolva”, precisó.

La caldera que luego será adaptada fue comprada en Austria y estará llegando a Bariloche en diciembre. Se prevé que pueda generar 50 Kw para abastecer a doce personas en 300 metros cuadrados, incluso con el funcionamiento de un invernáculo. El consumo estimado es de 96 kilos por día, que es un promedio anual, ya que varía si es invierno o verano, de día o de noche. Esa cantidad diaria de kilos equivale al costo de una garrafa social.

Juan Pablo Grigioni

mundopyme@rionegro.com.ar

Los números

Energía Mundo pyme

Datos

1,8 metros
de alto tiene el artefacto que se importó desde Austria y llegará a Bariloche en diciembre para su evaluación.
96 kilos
por día de chips de madera consume la caldera. Equivale a una garrafa social.

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