Gran Bretaña empezó su salida “irreversible” de la Unión Europea

La primera ministra Theresa May comunicó a las autoridades de la UE la salida de su país. Merkel fue la primera en poner límites al plantear que no negociará un acuerdo de libre comercio cuando todavía no está claro cómo se saldarán las deudas de Londres.

La primera ministra Theresa May pidió ayer unidad al pueblo británico al iniciar una salida de la UE que tildó de irreversible, y que pondrá a prueba las costuras europeas y británicas.

“Ha llegado el momento de unirnos y trabajar juntos para lograr el mejor acuerdo posible”, afirmó en un discurso en el Parlamento, minutos después de que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, recibiese en Bruselas la carta británica que notifica formalmente la salida.

“Es un momento histórico sin vuelta atrás”, sentenció May.

Tusk le replicó casi de inmediato: “no hay razones para pretender que es un día feliz”, y la jefa de gobierno alemán Angela Merkel echó el primer jarro de agua fría al rechazar negociar un acuerdo de libre comercio al mismo tiempo que el divorcio, como May pidió en su carta.

“Antes habrá que clarificar en las negociaciones como desligar las estrechas imbricaciones” entre la UE y el Reino Unido, dijo Merkel.

La Casa Blanca, por su parte, expresó su deseo de que el Reino Unido “se mantenga como un líder fuerte en Europa”, declaró su portavoz, Sean Spicer.

En su carta a Tusk, May aludió en once ocasiones a los intereses compartidos en “seguridad” y a la aportación británica en este campo, vislumbrándose como una de las cartas de Londres en las negociaciones.

El referéndum del 23 de junio de 2016 (52% contra 48% a favor del Brexit) dejó heridas por cicatrizar en la sociedad británica, y ayer coincidieron muestras de alegría y de auténtico pesar.

Nigel Farage, el antiguo líder del partido antieuropeo UKIP, se fue a tomar cervezas a un pub de Londres, congratulándose por irse “primero” de una UE moribunda, mientras un hombre le gritaba que era “una desgracia” .

Abdul Chudhury, un inmigrante bangladesí de 49 años, que trabaja en un puesto de sandwiches de Edimburgo, se congratuló porque hay que controlar la inmigración, “como en Australia o Nueva Zelanda, donde sólo se permite venir a vivir y a trabajar a gente capacitada”. En cambio, para el enfermero español Joan Pons, era un día lúgubre: “nunca podré volver llamar ‘mi casa’ a este país. Es una casa rota, y me parte el corazón”, escribió en Twitter.

La misma división reinaba en los medios. Mientras el Daily Mail hablaba de “¡Libertad!”, The Guardian advertía sobre un “salto a lo desconocido”.

Jóvenes, mujeres, Londres, Irlanda del Norte y Escocia votaron por seguir en la UE, pero los ancianos, hombres y el resto de Inglaterra y Gales, por salir de la UE.

Lo que implica en dinero

La cuestión que protagonizará el inicio de las conversaciones será la factura a pagar por el Reino Unido. Aunque todavía no hay cifra oficial, se estima que los compromisos adquiridos presupuestarios por
Londres ascienden a hasta 60.000 millones de euros.

El ministro de Finanzas, Philip Hammond, admitió que habrá que pagar, pero discrepó sobre el monto, atribuyéndolo a una estrategia: “Después de todo, esto es una negociación”.

Datos

Jóvenes, mujeres, Londres, Irlanda del Norte y Escocia votaron por seguir en la UE, pero los ancianos, hombres y el resto de Inglaterra y Gales, por salir de la UE.

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