La salida del equipo económico pone en crisis al gobierno chileno

Bachelet echó al equipo económico a 6 meses de las presidenciales

El equipo económico de la presidenta de Chile Michelle Bachelet renunció en pleno ayer desatando una profunda crisis política a tres meses de las elecciones presidenciales y cuando el gobierno acelera sus reformas y se recupera el crecimiento.

Con las renuncias de los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, de Economía, Luis Felipe Céspedes, y del subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, Bachelet se vio forzada a realizar su noveno ajuste ministerial.

Las dimisiones son fruto de desavenencias con la presidenta socialista sobre la reforma del sistema de previsión social y un proyecto de minería.

Valdés es el tercer jefe de las finanzas públicas, que Bachelet cambia durante mandato; algo insólito, ya que solía ser un cargo prácticamente inamovible desde el retorno a la democracia en 1990. En reemplazo de Valdés asumirá el hasta ahora ministro general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, quien ya se desempeñó en el cargo en el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006). Jorge Rodríguez, presidente de Banco Estado, asumirá en Economía. El nuevo titular de Hacienda aseguró que su prioridad será “el crecimiento económico con una política fiscal muy conservadora”.

La dimisión del equipo desnudó profundas diferencias en el manejo económico del gobierno de Bachelet, que se iniciaron con el proyecto para reformar el sistema de pensiones legado de la dictadura y que culminó con el rechazo, hace 10 días, de un millonario proyecto de inversión minera Dominga, en el norte del país.

Según los analistas, el equipo económico le habría ocultado a Bachelet un informe sobre productividad económica elaborado para analizar el impacto de la reforma de las pensiones, que introduce una cotización del 5% para los empleadores para complementar el 10% que aportan los empleados al sistema de capitalización individual.

En el caso el proyecto minero, el equipo económico se había mostrado favorable a la inversión, de casi 2.500 millones de dólares . La compañía consideraba levantar dos minas a cielo abierto para extraer unos 12 millones de toneladas de hierro por año y otras 150.000 toneladas de cobre en el mismo período. Además tenía previsto construir un puerto y dar 1.500 empleos. La principal objeción al proyecto es el impacto que podría provocar en la flora y fauna, en una zona ecológica donde habita un 80 % de la población mundial de pingüinos Humboldt.

Minutos antes de la dimisión de Valdés, Bachelet había mandado un mensaje meridiano: “no concibo el desarrollo a espaldas de las personas, donde solo importen los números”.

Pero en plena campaña para las elecciones del 19 de noviembre, la crisis es vista como un disparo a los pies de la propia coalición, que se presenta dividida con dos candidatos: el periodista Alejandro Guillier y la senadora Carolina Goic, ninguno de los cuales le hace sombra al derechista Sebastián Piñera, que lidera con 43% de la intención de votos.

La crisis estalla luego de que Bachelet impulsara la aprobación del aborto terapéutico y un proyecto de ley de matrimonio igualitario.

“Es un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas en un gobierno que está terminando y con elecciones a las puertas” ,

criticó el senador oficialista Jorge Pizarro.