Conformó la prueba contra los ruidos

FIN

Los vecinos del barrio Río Grande quedaron conformes con el operativo “anti-ruidos” implementado en la zona de los ríos de la ciudad, y piden que se amplíe a los autos. La prueba piloto se llevó a cabo este fin de semana. “Es un avance, sin dudas, pero tiene cosas que mejorar”, declaró Alvarito Quintana presidente de la comisión vecinal del barrio Río Grande a un medio radial, y agregó “es el inicio después de años de reclamos por parte de los vecinos”.

Además, el presidente vecinal, afirmó que “con las motos funcionó. Es una muestra que se puede”. Aunque, aseguró que queda mucho por trabajar, y esperar poder hacerlo en conjunto con el municipio.

Prueba piloto

Esta prueba piloto propuesta por la policía y el municipio, la cual consistía en prohibir la circulación de cualquier tipo de motocicleta, y de los autos que mantengan un volumen elevado de música en la zona del balneario Río Grande, y en las calles Río Negro, y La Pampa. “No soy quien para decir qué hacer, eso deberán analizarlo ellos”, concluyó Alvarito en referencia no solo a las motos, sino a los incidentes que se produjeron el fin de semana en el Paseo de la Costa.

Por su parte, la policía y el municipio se reunirán para realizar las conclusiones del operativo “anti-ruidos” y evaluarán si es pertinente aplicarlo durante todos los sábados del verano.


Se acerca el verano y los vecinos del barrio Río Grande empiezan a sufrir los mismos problemas de todos los años: los ruidos molestos generados por las motos y vehículos con música fuerte, picadas clandestinas y excesos por el abundante consumo de alcohol.

Los vecinos piden que el municipio aplique multas más severas y aumente los controles en la zona. Si bien en los últimos años, se han tomado medidas como la quita de los boliches sobre la calle Democracia, los problemas siguen apareciendo con los primeros días de calor. Testigo de ello son los contenedores de basura de calle Río Negro, que rebalsan de envases vacíos de bebidas alcohólicas todos los fines de semana.

“Llega noviembre, y se nos va la paz del barrio. Se convierte en un calvario”, relató a Río Negro Graciela Cardone, vecina del barrio Río Grande y sostuvo “hace años tratamos de controlarlo, pero no hemos podido”.

Según comentaron los vecinos, a medida que las noches se tornan más calurosas, los ruidos son constantes y aumentan las corridas de autos clandestinas. “Es el municipio quien debe actuar, sino lo hace se nos hace complicado vivir en paz”, dijo Graciela, que vive a escasos metros de la avenida Olascoaga y calle Purmamarca.

“El municipio tiene que tomar las riendas y solucionar este tema, para que todos podamos convivir” concluyó Graciela.

“Pusieron el lugar muy lindo, pero nadie controla lo que pasa durante las noches”, agregó María del Carmen, que reside en el barrio desde hace 30 años. “Destapan las cervezas en la reja, orinan, pasan haciendo ruido. Es imposible dormir. Me vine a vivir por la tranquilidad y lo lindo que es la zona. Hoy no es tan así, lamentablemente”, admitió María del Carmen.

Además, los vecinos sostienen que los automovilistas y motociclistas utilizan las calles internas de los barrios para evitar los controles municipales. “Las motitos que no tienen silenciador son las más molestas y también los autos con música. No miden que acá vive gente y que necesitamos descansar” comentó Sabrina.

“El domingo me desperté y tenia botellas y cajas de vino tiradas en mi jardín. Empieza el calor y empieza esto”, se lamentó Sabrina, que vive en el barrio hace 5 años. Ahora, los vecinos esperan que este año desde el municipio se tomen cartas en el asunto para que ellos también puedan disfrutar del verano y mantener la tranquilidad que caracterizaba a los barrios cercanos al río.

“Queremos que la gente disfrute del río, pero también disfrutar nosotros. No es algo de hoy, es algo que sucede desde hace años”,

dijo Alvarito Quintana, presidente de la vecinal del barrio Río Grande.

Los habitantes de la zona ribereña reclaman más seguridad para evitar accidentes producto de la velocidad que desarrollan los automovilistas.

Datos

“Queremos que la gente disfrute del río, pero también disfrutar nosotros. No es algo de hoy, es algo que sucede desde hace años”,
Los habitantes de la zona ribereña reclaman más seguridad para evitar accidentes producto de la velocidad que desarrollan los automovilistas.

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