Cuando un tractor derribó a Evita en Neuquén

Fueron tiempos de odios muy profundos, sentimientos censurados a los que les sacaron las mordazas y había que demostrarlos. Eva Perón se llamaba la actual avenida Argentina y también llevaba el nombre la localidad de Cutral Co. Todo era Eva Perón.

La ciudad de Neuquén había cumplido el año anterior los 50 años. Una cuadra más arriba de la avenida Eva Perón se alzó el monumento al general San Martín que hubo que balancearlo porque la cola del caballo no era tan pesada como la cabeza y la obra ecuestre se podía caer. El monumento de Eva estaba en la esquina de lo que es hoy la calle Alberdi.

Era un lugar casi de culto por los peronistas. Algunos testigos recuerdan que muchas mujeres le llevaban flores y hasta velas los días que no había viento. No hay documentos que indiquen si se erigió después de 1952 cuando murió la esposa del entonces presidente Juan Domingo Perón.

Monumento abajo

La bronca contenida de los antiperonistas tenía que expresarse y estalló de la peor manera. La fotografía recuerda el momento en que con una soga resistente se rodeó la especie de pilar que rodeaba sobre una base la figura de Eva y, desde un tractor, se la tiró. Fue pocos días después del 16 de septiembre de 1955, luego de que la ciudad cumpliera años y que se desarrollara un desfile a pocos metros del lugar bajo la gobernación de Pedro Luis Quarta.

Felipe Sapag recordó que era intendente de Cutral Co y que las decisiones de Buenos Aires tardaban un poco en llegar. Contó que, como nunca fue nadie a decirle que no era más el intendente, convocó a un grupo de peronistas y a un albañil y retiraron el busto de bronce que había en avenida del Trabajador y Carlos H. Rodríguez, y que lo llevaron a la Unidad Básica como depositario. Sapag siguió siendo intendente varios días después. Recordó que con mucha bronca cantaron la marcha peronista.

Más allá de la capital

En el norte de la provincia también se desató la furia. En San Eduardo, el pueblo minero ubicado en cercanías de Chos Malal, se pelearon entre los vecinos porque unos querían arrastrar el monumento de Eva por la calle y otros se oponían.

En la ciudad de Neuquén, el cambio de gobierno fue pocas horas después de que se instituyera el régimen denominado Revolución Libertadora. Los enojados con el nuevo régimen que comenzó a instituirse en el país bajo la proscripción del peronismo no presenciaron el momento en que se destruyó el monumento; los hijos de aquellos peronistas dicen que lo arrastraron por la avenida que cambió de nombre.

El monumento tal como se lo ve hoy fue hecho en partes con el transcurso del tiempo, cuando los ánimos de los pros y los contras habían hecho cicatriz, pero nunca dejó de doler.