¿Qué les falta a los balnearios de Neuquén?

La cantidad de fogones y la seguridad es el reclamo más escuchado entre los bañistas. Algunos pidieron que los baños estén más cerca, que la gente cuide la limpieza y mayor protección.

Ya sea para pasar una tarde en familia, degustar un asado, juntarse a tomar unos mates u otras bebidas entre amigos, o sólo para ir a disfrutar del río Limay o para esquivarle al calor, la infraestructura que ofrecen los cuatro balnearios neuquinos alternan buenas y malas críticas. La cantidad de baños y la poca seguridad son puntos a revisar, según comentaron los bañistas.

En días donde el sol no da tregua, encontrar un pedacito de sombra a orillas del Limay es más que un aliciente para los vecinos. El fin de semana pasado no fue la excepción y los dos balnearios más concurridos de la ciudad tuvieron un buen caudal de gente, aunque no desbordaron de público. “Muchos están de vacaciones y también juega en contra la altura del mes”, señaló un vecino.

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El olor a humo que proviene de la leña ardiendo u oír el chirrido de la grasa que se escurre por la parrilla y cae sobre las brazas, agudizan los sentidos y no importa la hora ni el momento, dan ganas de degustar un rico y jugozo o seco trozo de carne.

Sea la hora que sea, siempre se encuentra algún grupo familiar preparando las mesas de cemento para compartir algo que viene calentito desde la parrilla.

“Acá por lo general tenés que venir a las 9 de la mañana y ya te estás codeando para conseguir un buen lugar con fogón y sombra. Hoy fue raro porque llegamos a las 11 y todavía quedaba espacio”, explicó Alén Muñoz, quien reconoció que se les hizo un poco tarde y que el apetitoso chivo que estaba por comer con su familia a las 16:30 del domingo en el balneario Sandra Canale, era más una merienda que un almuerzo. La introducción del hombre sirvió para alertar posteriormente que “no vendrían mal algunas mesas y más”.

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“También tendrían que estar los baños más cerca, porque uno ve a la gente que sale con los cachetes apretados para el baño, parece que no van a llegar”, agregó su sobrino Mauricio, mientras ofrecía un vaso colmado de jugo de naranja y hielo para combatir el calor.

Unos minutos antes y a dos o tres fogones de distancia, Gustavo Daniel había advertido que “para llegar al baño te tenés que tomar el 15 (en referencia a la línea de colectivos y aludiendo a las distancias que hay)”. El hombre aseguró que faltan parrillas y agregó que “seguramente se las han robado”. Por otro lado alertó algunos puntos que tienen que ver con la seguridad: “en este balneario tenés la playa re lejos de las parrillas, si querés ir a bañarte si o si se tiene que quedar alguien cuidando las cosas porque sino, cuando volvés, no te dejaron nada”.

Otros vecinos que pasaron la tarde en el lugar, señalaron la falta de tachos de basura y que la gente suele ser descuidada. Claudia, que pasando la tarde estaba junto Alén Muñoz, resaltó que “la gente del municipio pasa seguido recolectando basura, es muy bueno, porque lamentablemente la gente no tiene incorporada la cultura de la limpieza”.

En el Albino Cotro, la historia es parecida, el lugar ofrece un espacio mucho más amplio para compartir las comidas, incluso el viejo espacio que estaba destinado para campamentos, ahora solamente alberga fogones.

Entre los álamos y los sauces que ofrecen una agradable sombra en todo el balneario, Soledad Martínez y su esposo Juan José Espósito resaltaron las bondades del balneario “ha cambiado mucho en los últimos años, está más tranquilo y más seguro. Por ahí ves que la gente no limpia o que no mantiene los baños, pero los empleados del municipio hacen un trabajo excelente”, resaltó Soledad.

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Otro eje del reclamo tiene que ver con la sanidad de los ríos, en el Albino Cotro fue un tema recurrente: “que nos devuelvan el río, que no tiene caudal”, repitieron varios vecinos, quienes recordaron otras épocas del Limay, cuando el agua cristalina llegaba hasta el tercer escalón del balneario e invitaba a niños y adultos a darse un chapuzón.

El año pasado este balneario fue clausurado porque el agua no superó las pruebas de sanidad realizadas por el AIC y presentó un índice de presencia de bacterias muy superior al máximo permito para ser habilitado al uso recreativo.

Las cinco quejas más recurrentes

Baños más cerca: En el Sandra Canale piden sanitarios cerca de los fogones.

Seguridad: Los usuarios cuestionaron el robo de parrillas y la falta de presencia policial.

Gente sucia: Hay personas que no se llevan sus desechos o no cuida la limpieza de los sanitarios.

Más tachos de basura: En el Sandra Canale es una queja recurrente.

Más fogones: Los vecinos llegan a las 9 para conseguir el mejor lugar y se codean por obtener un poco de sombra.

“Recuerdo que años atrás había baños con duchas y como los rompían todo el tiempo ahora los usa la gente de Prefectura”.

Juan Espósito, quien pasó la tarde del domingo comiendo pollo asado.

“Le falta poder ir hasta la costa para bañarnos. Pero el agua está contaminada y ninguna autoridad hace nada”.

Gastón Fredes festejó su cumpleaños en el Albino Cotro.

“Todo el mundo cree que por venir al balneario Albino Cotro le van a robar o se va a encontrar con gente mala, pero no es así”.

Sebastán Riquelme, quien compartió la tarde con amigos.

“No hay parrillas, yo tuve que pedir una prestada a la persona del fogón de al lado. Hay poca seguridad de día y de noche es peor”.

Gustavo Daniel, usuario habitual del balneario Sandra Canale.

“La gente no tiene incorporada la cultura de la limpieza, pero el municipio trabaja bien y pasa seguido levantando basura”.

Claudia, una vecina de Neuquén que pasó la tarde en el Sandra Canale.

El trabajo de cada año antes

de empezar la temporada

En siete días los guardavidas rescataron a 80 personas

Durante la semana pasada se registraron en los cuatro balnearios municipalidad y zonas de habilitadas del río, un total de 80 rescates y 78 curaciones. El Río Grande, tal como sucede todos los años, fue el que mayor índice de intervenciones de los guardavidas se registraron, fueron 54. En el Sandra Canale se rescataron a 13 personas que no pudieron salir del agua por sus propios medios.

Entre el balneario Albino Cotro y la ribera de la isla 132 se sumaron otros 4 más y en el Valentina Sur la cifra fue de 3 rescates.

“Además de los rescates y curaciones, también contabilizamos 352 personas fueron advertidas por encontrarse en sectores no habilitados como balneario, por lo que pedimos que tomen conciencia sobre este peligro y por nuestra parte continuaremos trabajando en la importancia de disfrutar de los espejos de agua en lugares permitidos”, comentó el secretario de Deporte y Juventud del municipio, Ariel López.

El funcionario agregó que el día de mayor concurrencia fue el sábado 20, cuando se contabilizaron aproximadamente más de 85 mil bañistas en la costa del río Limay.

El Operativo de Seguridad Balnearia se extenderá hasta el 31 de marzo. Los guardavidas tomarán sus puestos de vigilancia desde las 11 y hasta las 21 de lunes a viernes. A los agentes municipales se suman personal de la Cruz Roja y de la policía provincial.

Los que cuidan

Datos

“Recuerdo que años atrás había baños con duchas y como los rompían todo el tiempo ahora los usa la gente de Prefectura”.
“Le falta poder ir hasta la costa para bañarnos. Pero el agua está contaminada y ninguna autoridad hace nada”.
“Todo el mundo cree que por venir al balneario Albino Cotro le van a robar o se va a encontrar con gente mala, pero no es así”.
“No hay parrillas, yo tuve que pedir una prestada a la persona del fogón de al lado. Hay poca seguridad de día y de noche es peor”.
“La gente no tiene incorporada la cultura de la limpieza, pero el municipio trabaja bien y pasa seguido levantando basura”.
El vandalismo en los fogones de los balnearios Albino Cotro y Sandra Canale son una constante que obliga al municipio a invertir tiempo, mano de obra y dinero para acondicionar los espacios antes del inicio de la temporada.
En el Albino Cotro se reemplazó toda la luminaria de senderos y espacios de recreación. Se cambiaron 11 parrillas, 44 bancos de cemento y 22 mesas.
En el Río Grande, los destrozos se centralizan en el muro de madera que divide la calle Democracia de los terrenos privados, y que fueron reemplazados en varias oportunidades. Además se colocó una rampa de acceso para las personas con discapacidad motriz.
En el balneario Sandra Canale se incorporó un playón deportivo de 10 por 30 metros con arcos de fútbol. También se parquizaron 400 metros más que cuentan con riego por aspersión.
En el de Valentina Sur se realizó una obra de cordón cuneta para delimitar el estacionamiento. Los cuatro balnearios cuentan con cámaras de seguridad.
100
guardavidas están afectados al Operativo de Seguridad Balnearia 2018, implementado por el municipio capitalino.

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