Un policía detenido por el disparo a quemarropa contra un gremialista

Los incidentes ocurrieron en el Ministerio de Seguridad. Un uniformado también fue internado en el Policlínico Neuquén. Piden renuncia de ministro.

Un policía quedó detenido ayer por el disparo a quemarropa con el arma reglamentaria a un delegado de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) que participaba de una manifestación del gremio frente al ministerio de Seguridad, Trabajo y Ambiente en Santiago del Estero 89 de la capital . Luis Bastidas, la víctima del disparo policial, es un delegado del gremio UPCN en la subsecretaría de Trabajo y se recupera en el hospital Castro Rendón.

Por el uso desproporcionado de la fuerza, el policía fue puesto en disponibilidad ayer mismo y hoy le formularán cargos en la justicia (ver página 5). Diferentes sectores políticos y sociales, además, quieren responsables políticos por este hecho y pidieron la renuncia del ministro del área, Jorge Lara.

Por los enfrentamientos también hubo un policía herido que fue derivado al Policlínico Neuquén con contusiones.

El gobernador Omar Gutiérrez habló anoche en la Oil&Gas, repudió el hecho y dijo que “no hay ninguna justificación” (ver página 6)

El policía detenido disparó cuando un grupo de manifestantes del gremio, antes del mediodía, intentaba ingresar al edificio por la fuerza para pedir una entrevista con el ministro. El gremio lleva varias semanas reclamando la firma de un decreto para el pase a planta de un centenar de trabajadores (ver página 5) .

La agresión del policía contra el delegado gremial reinstaló en la agenda local el crimen del docente Carlos Fuentealba ocurrido el 4 de abril del 2007 durante la represión a una marcha de docentes en la ruta 22, a la altura de Arroyito.

Los hechos de ayer comenzaron a las 11:20 mientras UPCN protestaba en la puerta del ministerio. Dentro del edificio había cuatro efectivos que resguardaban la entrada y en la vereda un grupo de estatales afiliados a UPCN quería ingresar. Las fricciones no tardaron en comenzar y hubo empujones y golpes cruzados, y hasta rotura de vidrios. Ya dentro del edificio, en un pequeño recinto, se escuchó una detonación. Las imágenes del impacto de la 9 milímetros que recibió Bastidas quedaron registradas por las cámaras del lugar y en grabaciones de celulares que fueron aportados a la Justicia como pruebas. A Bastidas lo socorrieron sus compañeros. Primero lo retiraron del edificio y luego lo tendieron en la calle, donde quedaron las manchas de sangre. Finalmente llamaron al SIEN y fue trasladado de urgencia hacia el hospital regional de Neuquén.

Poco antes de que esto sucediera, el gobernador Omar Gutiérrez participaba de un acto en la Jefatura de Policía (ver página 6)

Inicialmente eran cuatro los policías sospechados del disparo Tres fueron retirados del lugar y el cuarto fue al Policlínico.

El disparo contra Bastidas tiene orificio de entrada y de salida. No afectó ningún órgano vital pero sí dejó secuelas en el hueso húmero de su brazo izquierdo, según informó el director del Castro Rendón, Adrián Lammel.

Gutiérrez se trasladó hasta el hospital a primera hora de la tarde para conocer el estado de salud de Bastidas, informó su oficina de prensa. También estuvo en el Policlínico Neuquén para interiorizarse del estado de salud del policía herido.

Los hechos comenzaron a las 11:20 mientras afiliados al sindicato realizaban una protesta frente al edificio de la cartera que conduce Jorge Lara.

La diferencia entre una bala de plomo y contusiones por golpes

Ayer hubo dos personas heridas. Una con un disparo de arma de fuego, en manos de un policía, y otra con contusiones en un ojo producto del enfrentamiento. Uno es delegado gremial de UPCN y el otro un integrante de la institución policial.

El primero se llama Luis Bastidas y solo la casualidad explica que el disparo, hecho a menos de un metro de distancia, no haya afectado órganos vitales como el corazón o el pulmón.

El otro es Omar Bravo, que llegó al Policlínico con contusiones en un ojo y permanecía ayer en estado de observación. El jefe de la Policía, Raúl Liria, lo primero que informó fue que el policía estaba “gravemente herido” y había sido derivado al Policlínico Neuquén. No midió la desproporción que hubo en el uso de la fuerza.

Otras balas con heridos y muertos

1997. Teresa Rodríguez, empleada doméstica de 25 años, fue asesinada por un disparo policial que le hirió el cuello, durante la segunda pueblada de Cutral Co y Plaza Huincul. Gobernaba Felipe Sapag. La causa nunca avanzó.

2003. Pedro “Pepe” Alveal, obrero de Zanon de 20 años, perdió su ojo izquierdo en una represión policial en el barrio San Lorenzo. Dispararon 71 perdigones de goma sobre su cuerpo. Seis policías fueron condenados por el hecho.

2007. Carlos Fuentealba, docente de 40 años, fue asesinado durante un corte de ruta de ATEN en Arroyito. El policía Darío Poblete disparó su pistola lanzagases contra el auto en el que ya se retiraba. Fue condenado a perpetua.

2013. Rodrigo Barreiro, profesor de 33 años, recibió un disparo durante una represión en la Legislatura. Aún tiene alojado el proyectil, compatible con plomo. La querella acusará en soledad a los policías del operativo.

Datos

Los hechos comenzaron a las 11:20 mientras afiliados al sindicato realizaban una protesta frente al edificio de la cartera que conduce Jorge Lara.

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