PSA interviene en la investigación de la desaparición del policía Muñoz

PSA interviene en la investigación de la desaparición del policía Muñoz

Personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) hizo este jueves procedimientos en comisarías de esta ciudad por orden del juez Bernardo Campana. Durante las diligencias se secuestraron elementos de relevancia para la investigación en marcha para hallar al oficial ayudante de la Policía de Río Negro Lucas Muñoz, que lleva 15 días desaparecido. No trascendieron detalles del material secuestrado por el secreto de sumario impuesto por el juez a partir de un pedido de la fiscalía, para no entorpecer el avance de la investigación.

Fuentes judiciales informaron que los procedimientos se hicieron en la comisaría 42 y en la Unidad Regional Tercera de esta ciudad. El despliegue de personal de la PSA sorprendió en las filas de la Policía rionegrina. No hay antecedentes en los últimos años de la participación de una fuerza federal en una investigación de la Justicia provincial. Tampoco que cinco fiscales estén abocados a un caso. Se trata artín Govetto y Guillermo Lista, que llevan adelante la investigación, con la colaboración de sus pares de Cipolletti Marcelo Gómez y Gastón Pierroni de Villa Regina. El fiscal general Marcelo Álvarez coordina el equipo.

Los fiscales pidieron al juez que solicite la colaboración de fuerzas federales a partir de las sospechas de la posible participación de personal de la Policía de Río Negro en la desaparición de Muñoz de 29 años.

Gendarmería allanó días atrás por orden de Campana dos domicilios de oficiales del cuerpo de Seguridad Vial de la Policía provincial, donde secuestraron pequeñas cantidades de marihuana, explicaron fuentes con acceso a la causa.

Revelaron que altos jefes de la Policía provincial que trabajan en esta ciudad están bajo sospecha. Nadie por el momento da nombres.

El caso Muñoz mantiene las pulsaciones aceleradas de funcionarios del gobierno provincial y de la plana mayor de la Policía rionegrina. Hay profunda preocupación por la desaparición del empleado policial y que la investigación dé resultados.

Ayer, Javier Muñoz, hermano del policía desaparecido, dijo que hoy se reunirá con el gobernador Alberto Weretilneck, en Viedma. Por eso, viajó ayer desde Bariloche hasta la capital provincial.

“Que intervenga otra fuerza al menos puede servir para esclarecer el caso, que tome rumbo la investigación”, sostuvo Javier.

Afirmó que las sospechas apuntan “a los comisarios y jefes que tenían poder de decisión y el hecho de que mi hermano no aparezca es porque hay algo que no quieren que se sepa”.

“Sospecho que hay comisarios que saben algo y que están presionando a suboficiales para que no digan nada”, advirtió.

Muñoz salió a trabajar el 14 de julio pasado. Vestía su uniforme y portaba el arma reglamentaria. Salió de su domicilio, ubicado en el centro, subió a un colectivo y descendió a pocas cuadras de la comisaría 42, donde trabajaba como oficial de servicio. Dos policías lo vieron charlando a las 13.20 con el conductor de un Chevrolet Corsa, gris, que nunca apareció. Desde entonces no se sabe de su paradero.

Tampoco se encontró el celular de Muñoz, que estuvo activo hasta esa tarde, pero nunca contestó los llamados ni mensajes de texto. Esa una de las pistas que se analiza. Por eso, se convocó al titular de la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones, David Baffoni, para trabajar sobre las líneas telefónicas.

Ayer se tomaron declaraciones de personas del entorno de Muñoz. Pero hasta el momento no declaró ningún policía.

Muñoz vivía en un exhostel, ubicado en Moreno y Frey. Allí, compartía la habitación con un amigo, que no es policía.

La investigación para hallar al policía Lucas Muñoz, desaparecido hace 14 días, se orienta a una posible participación de personal de la fuerza y dejó en evidencia una interna en algunos pliegues de la Policía de Río Negro en Bariloche.

Fuentes judiciales aseguraron que aún no se puede vincular en forma directa a policías con la situación de Muñoz. Pero la familia del desaparecido abona la hipótesis: “sospechamos que hay metida gente de la misma fuerza. Sospechamos que alguien está tapando algo”, sostuvo el hermano, Javier Muñoz.

“Río Negro” le preguntó ayer al jefe de la Policía de Río Negro, Mario Altuna, si existe la interna policial en esta ciudad, pero no quiso referirse al tema.

El martes, el ministro de Seguridad y Justicia, Gastón Pérez Estevan, dijo que el caso es “de gravedad institucional”. Y la Procuración envió tres fiscales más a colaborar con la investigación. Ya son cinco los que intervienen.

Por temor a que se filtre su estrategia y las medidas que van tomando, ayer el fiscal Martín Govetto pidió al juez de Instrucción Bernardo Campana que decrete el secreto de sumario en la causa.

Al mismo tiempo este diario pudo saber que dos oficiales separados de sus cargos la semana pasada por la plana mayor de la Policía, porque estarían vinculados a una causa federal por el secuestro de estupefacientes, están además presuntamente relacionados con la investigación del caso Muñoz.

La búsqueda de Muñoz, de 29 años, hasta ahora no arrojó ningún dato firme. El grupo de fiscales abocado al caso está coordinado por el fiscal general Marcelo Álvarez.

El gobierno provincial ayer anunció una recompensa de 200 mil pesos por información fehaciente para ubicar al policía desaparecido desde el 14 de julio pasado.

Muñoz salió de su domicilio, ubicado en Moreno al 200, en el centro de Bariloche. Subió a un colectivo del servicio de transporte público de pasajeros para ir a trabajar a la comisaría 42, situada en el barrio 2 de Abril. Allí, presta servicios desde octubre o noviembre pasado.

Descendió en una parada de colectivo, ubicada en Ruta Nacional 40 (Juan Marcos Herman) y calle Tiaca, frente al barrio El Frutillar. Camino en dirección al barrio 2 de Abril, se cruzó a las 13.20 con dos agentes policiales, que caminaban por ese lugar. Después, Muñoz se detuvo a dialogar con el conductor de Chevrolet Corsa, gris. Fue la última vez que lo vieron, porque no se presentó en la comisaría, distante a pocas cuadras. Nunca aparecieron ni el conductor ni el Corsa gris.

Ayer los policías siguieron con los rastrillajes por la zona de la Ruta de Circunvalación y por el faldeo del cerro Otto, donde estuvieron familiares de Muñoz.

El dato

“Sospechamos que hay metida gente de la misma fuerza. Sospechamos que alguien está
tapando algo”.

Javier Muñoz, hermano del policía desaparecido.

Un grupo de fiscales, encabezados por el fiscal general Marcelo Álvarez, está ahora al frente de la investigación del caso, plagado de dudas.