Dole se quedó con Transmarítima Cruz del Sud

No aceptó la oferta de Interrupción SA por las tierras.

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La Justicia determinó que la empresa Dole SA finalmente se haga cargo de la mayor parte de los activos de la frutícola de Cinco Saltos Transmarítima Cruz del Sud SA, en concurso preventivo desde agosto del 2010. La operación se cerró en 30,4 millones de pesos y por esta cifra Dole SA adquirió el frigorífico, el galpón de empaque y las oficinas administrativas de la concursada. La cifra se abonará en las cuotas y plazos pactados, los que en principio no dejaron trascender, señalando que la primera de ellas es por 700.000 pesos y deberá ser depositada en el término de diez días hábiles a partir de hoy, como condición de validez a la que se sujeta esta autorización. Con este requisito en marcha, Dole SA estaría en condiciones de hacerse cargo de las instalaciones para ponerlas a trabajar en esta temporada, que es el objetivo de la empresa según fuentes consultadas. Distinta suerte corrió la propuesta de compra formulada por la empresa Interrupción SA por cuanto la justicia no autorizó la venta de las chacras de Transmarítima Cruz del Sud a esta firma de capitales nacionales y norteamericanos, ligada al objetivo del “comercio justo”. La Justicia dijo que de venderse las tierras productivas “se produciría el virtual vaciamiento de la empresa concursada; y esta operatoria no alcanza a brindar una solución integral de la crisis que atraviesa Transmarítima”. Historia Transmarítima Cruz del Sud estuvo presente en la región desde hace más de 50 años. Era una empresa familiar que se dedicaba a la producción y comercialización de frutas, en especial peras y manzanas. En los últimos años presentó una facturación anual en torno de los 40 millones de pesos y ocupaba cerca de 600 trabajadores todos los años. Sus instalaciones más importantes (galpón de empaque y frigoríficos) se ubican en Cinco Saltos, a la vera de la Ruta 151. Posee también importantes fracciones de tierras en todo el Alto Valle con producción de pomáceas orgánicas. En las décadas del 70 y del 80 conformaba el selecto grupo de las grandes exportadoras de la región. La llegada de un nuevo siglo acompañó el desarrollo de la empresa, la que se orientó, en ese momento, a la producción exclusiva de fruta orgánica. Los altos costos de producción que comenzaron a golpear de lleno a la actividad a partir del 2003 y la baja productividad que lograban las explotaciones orgánicas fueron dos variables determinantes para la reciente decisión de ingresar en concurso preventivo. La frutícola ingresó en convocatoria de acreedores en agosto del 2010 a causa de los pasivos bancarios que arrastraba. Hasta último momento los principales ejecutivos de la firma mantuvieron intensas negociaciones con uno de los principales acreedores, el Banco Nación, analizando la posibilidad de refinanciar la deuda que mantenían con la entidad. Pero pese a los esfuerzos, la entidad financiera no dio su aval para un nuevo crédito y la refinanciación de la deuda lo que determinó el llamado al concurso de acreedores. Por su parte, Dole SA en la Argentina está instalada en la región con un galpón de empaque y cámaras frigoríficas en la ciudad de Allen. Es un importante importador de bananas para el mercado local. Depende la subsidiaria argentina de Dole Food Co., firma norteamericana presente en 90 países del mundo y con una facturación superior a los 7.000 millones de dólares anuales.


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