Juntos asume la derrota, pero el camino a octubre es confuso

Desasosiego y disgusto. El oficialismo provincial cayó en ese estado tras la derrota del domingo.

El gobernador Alberto Weretilneck llegó ayer a Viedma y se reunió con el vicegobernador Pedro Pesatti, los legisladores Alejandro Palmieri y Facundo López, y algunos funcionarios, entre ellos, el secretario General, Matías Rulli.

La confusión dominó el análisis.

¿Qué hacer para revertir el traspié político y mantener las expectativas de poder de Juntos?. “Todas las opciones están abiertas”, confesó alguien del gobierno. La primera es insistir en el “proyecto provincial” en un proceso de octubre que se repetirá en su nacionalización. Hay que buscar variantes, piensan. El riesgo de seguir relegados es alto.

Vuelve una jugada audaz, que supo boyar. Ligarse al destino de Cambiemos, recogiendo una idea que aproximó el gobierno nacional a Weretilneck, quien no creyó en esa posibilidad. Queda en claro ahora, que la postura ambivalente de la administración rionegrina con Nación fue perjudicial en el plano electoral.

Esa postura igualmente no explica por sí sola semejante derrota . En el 2009, la UCR gobernante quedó igual de atrapada en la polarización K tras el conflicto con el campo. El gobernador Miguel Saiz, alistado en la Concertación K, propuso para diputados a Hugo Castañón, y se ubicó a medio camino. Salió segundo, detrás del FpV y se le acercó mucho el ARI. Existió un escenario nacionalizado, pero no fue suficiente para replegarlo al infortunado lugar de Juntos.

La segunda posición de Cambiemos en las PASO complica más al oficialismo porque el macrismo sumó expectativas de conseguir -por sí mismo- su diputado. Ese representante que Weretilneck preveía para su fuerza y prometía apoyo al gobierno nacional.

El análisis de ayer en el oficialismo tuvo cierta autocrítica contenida, en referencia a la estrategia planteada, al candidato, el apoyo de intendentes y el diseño comunicacional.

Pero, esa cuestión -que volverá próximamente con mayor intensidad- es relativa porque la incertidumbre actual está en cómo plantearse en el proceso hacia octubre.

Un mayor vínculo con la gestión de Mauricio Macri tiene detractores ideológicos, con orígenes en el peronismo. No es novedad que Pesatti es un férreo opositor y así lo dijo públicamente el último mes. Pero las necesidades de Juntos ofrecen hoy pocas opciones.

El resultado de Cambiemos complica los planes del Gobierno rionegrino. El espacio de Macri cree posible conseguir un lugar sin más aliados que hoy.