La deficiencia en los programas jaquea al equipo de Desarrollo Social

La crisis en el ministerio de Desarrollo Social se reinstaló con la sucesión de críticas al funcionamiento de los programa sociales, expuestas crudamente por el caso de un padre que golpeó a su hija de cinco meses, que ya tenía intervención judicial por violencia familiar y figuraba en un programa de contención gubernamental.

En la semana, una misiva de personal que trabaja en el área advertía de falta de medios y, consecuentemente, la oposición insistió con la interpelación legislativa del ministro de Desarrollo Social, Fabián Galli.

Ayer, con el estupor que generó el caso de la beba, la ofensiva se intensificó y circuló la versión de renuncia de Daniel Badie, segundo en el ministerio.

El funcionario negó su dimisión pero, al mediodía, en Casa de Gobierno, el gobernador Alberto Weretilneck evaluó la situación con Galli. Intentarán, otra vez, blindar la situación y evitar un impacto mayor, evaluando el difícil momento del gobierno tras la derrota electoral del domingo.

La misiva de los operadores criticó al mando de Desarrollo Social. Esa nota oficial fue presentada por el bloque del FpV para insistir con la interpelación de Galli. Y, ahora, ese ministerio debe explicar lo hecho en el dramático caso del padre golpeador de su hija, quien debía tener la protección del Estado.

Frente a las versiones, Badie negó su renuncia, explicando que se “analiza cómo llegaron las prácticas al territorio” en ese caso. Agregó que el análisis de la actuación alcanza a todos “los actores del Estado, el ministerio, la Justicia, el Hospital y Consejo de la Mujer. “La beba estaba asistida y bajo programa. Una cultura violenta supera todo lo que se puede prevenir, pero evaluamos si existieron fallas”.

El bloque opositor recordó que el “gran déficit de Desarrollo Social” se ha agravado con los últimos hechos, evidenciando “situaciones de manejo electoral de la cartera, reñidas con la ética de la función pública”.

En una nota, personal, técnicos y profesionales plantearon “falta de condiciones y recursos para la actividad , haciendo referencia a la precarización laboral, que “los posiciona bajo la línea de pobreza”, y que en su mayoría siguen becados. Agregaron recursos humanos insuficientes con más de 100 familias sin intervención, falta de estructura funcional y administrativa, de vehículos para la movilidad de agentes, de fondos, deplorables e inadecuadas condiciones edilicias donde se desarrollan las tareas. Dieron como ejemplo que en Viedma trabajan más de 50 personas en una sala de 6×6 metros.

En la nota los firmantes pidieron a los legisladores la interpelación de Galli. Alertaron que a los funcionarios del área “solamente les importa la respuesta de cualquier índole a los oficios judiciales con apercibimientos con el único fin de que no le descuenten de sus ingresos, en vez de escuchar a los agentes para crear, modificar o ejecutar programas que den respuesta a la realidad actual de los niños y adolescentes”.

“El déficit de Desarrollo Social se agravó y evidencia un manejo electoral y acciones reñidas con la ética de la

función pública”.

Párrafo de la nota presentada por el bloque del Frente para la Victoria.

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