Millonaria batalla entre Pampa Energía e Isolux

Una llamativa sucesión de inconvenientes antes y luego del montaje de una turbina en la central de Loma de la Lata alimenta una disputa judicial entre la propietaria y la contratista.

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NEUQUÉN (AN).- En un nuevo capítulo de una pelea económica y judicial, la empresa española Isolux Corsán trabó un embargo por más de 14 millones de dólares contra Pampa Energía, la propietaria de la central térmica Loma de la Lata. El embargo llegó como respuesta a la decisión de Pampa de ejecutar avales bancarios que Isolux había presentado mientras realizaba en Loma de la Lata la reparación en la pieza de una turbina. Pero la disputa tiene otros varios capítulos, todos relacionados con el montaje de una turbina de ciclo combinado en la central térmica ubicada junto al lago Mari Menuco. La turbina, construida por la empresa alemana Siemens pero instalada por Isolux, fue inaugurada con muchísima demora, y cuando al fin estuvo en marcha se rompió. Para completar, al ser reparada, generó menos potencia que la prevista. Así, las relaciones entre Pampa Energía e Isolux, pasaron del amor al odio y a una guerra judicial con varias batallas, todas en dólares y por millones. La última batalla se conoció el viernes cuando Pampa Energía informó a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires sobre la decisión cautelar (el embargo) de Isolux por l4.456.458 pesos a partir de la previa acción de Pampa de ejecutar avales bancarios que la española presentó como garantía cuando realizaba la reparación del álabe de una turbina. Pero todo comenzó con el reclamo que originalmente hizo Pampa por la demora en el incumplimiento del contrato en el montaje de la turbina que elevó la potencia. Isolux se excedió en el plazo de instalación en unos 20 meses . La obra, a la postre, no funcionó como debía y la potencia generada estuvo por debajo de la prevista. Por la demora, Pampa Energía, propiedad del grupo Mindlin, demandó a Isolux por alrededor de 100 millones de dólares, en una acción que todavía se tramita y que va camino a dirimirse en una corte internacional. El origen del conflicto se remonta a 2008. Ese año, Pampa Energía adjudicó la provisión de la usina “llave en mano” –con una inversión de 1.000 millones de pesos, de los cuales 660 millones fueron financiados por estado argentino a través de la Anses – a la sociedad liderada por Isolux, que había subcontratado como proveedora tecnológica a Siemens. La nueva turbina se inauguró en noviembre de 2010 y, desde ese momento, registró la inusual sucesión de fallas. El primer contratiempo se dio en febrero por un desperfecto en el sistema de control que dañó el generador. La reparación del equipo provisto por Siemens quedó a cargo de Isolux y demandó casi 7 meses. Por el tiempo que estuvo inactivo, Pampa cobró más de 40 millones de dólares en indemnizaciones del constructor y de las aseguradoras. Luego se detectó un error de diseño en el álabe) de la turbina. Tras asumir responsabilidades, Isolux negoció una nueva indemnización por 18 millones de dólares


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