Violencia en noviazgos adolescentes: cuando el amor no es color de rosa

Porque no es amor. Porque nadie necesita una “media naranja” para estar completo. Porque cada uno tiene control sobre su cuenta de Facebook. Porque se puede salir con amigos o amigas “y no pasa nada”. Porque el largo de la pollera no importa. Porque no existe ningún “empujoncito cómplice”, ni “ninguna cachetadita cariñosa”. Porque ante el primer signo de violencia y maltrato basta con decir “basta”.

“Amar sin cuentos” es una campaña llena de preocupación e interés por sensibilizar, informar y difundir consejos para prevenir la violencia en el noviazgo adolescente. La propuesta, ideada por profesionales de la Comisaría de la Familia de Roca, se realizará desde el próximo lunes al domingo 25. Es la “Semana de sensibilización en violencia en el noviazgo” y servirá para poner en rojo las razones y los efectos que pueden traer aparejado los malos tratos desde las primeras relaciones amorosas”, explica Belén Ferrada, integrante del área de Prevención y Capacitación de la Comisaría de la Familia.

El proyecto, que se desprendió de una serie de talleres que se vienen dictando en los colegios secundarios de la región, consta de varias etapas. Una de ellas es una campaña que se replicará tanto en los medios como en las vidrieras, con folletería que intenta derribar uno a uno los falsos mitos del amor romántico.

“Amar Sin Cuentos” surge como continuación de los Talleres “Basta de Cuentos, la Violencia No es Amor”, que desde la unidad especializada se realiza desde hace dos años en los terceros años del nivel medio. “Apunta a sensibilizar a la población en general y a los adolescentes en particular, sobre la importancia de desnaturalizar comportamientos que dificultan construir relaciones de noviazgo basadas en el buen trato y respeto mutuo”, sintetizan las psicólogas sociales Yanin López y Susana Valenzuela, junto a la oficial principal a cargo de la comisaría, Mirta Burgos.

Los destinatarios directos son los adolescentes de entre 13 y 18 años, pero se pretende llegar a los oídos de los adultos responsables de estos jóvenes. “Lo que más se denuncia es la violencia conyugal. Viendo esto nos empezamos a plantear cómo trabajar en la prevención, trabajar en el ‘antes’, y generar espacios de reflexión para que el cambio se pueda dar desde los primeros vínculo”, dice Ferrada, licenciada en Ciencias Políticas.

“Trabajamos en el respeto, la igualdad, la importancia de que no haya ejercicios de poder, de presión sobre el otro. A veces se da que el varón presiona a la mujer para tener relaciones sexuales, y a su vez el varón es presionado por su propio grupo de pares para hacerlo”, agregan las especialistas.

Es cuando aparecen “amenazas sutiles a veces, a veces no: ‘no lo hacés porque no me querés’, ‘sino cortamos’”, y es cuando “más hay que abrir los ojos”, alertan, y es necesario conocer para advertir a tiempo los indicadores de malos tratos que aparecen en la relación.