Cómo es la provisión de oxígeno y la vida diaria dentro de la nave

“Río Negro” le formuló preguntas ayer a un exoficial de la Armada que realizó la capacitación en submarinos y navegó más de 15 días en el ARA San Juan. Pidió reserva de su identidad.

P: ¿Cuál es la reserva de oxígeno que tiene el submarino?

R: Depende de cuánta provisión tenga a bordo de candelas generadoras de oxígeno y de filtros fijadores de monóxido de carbono. Es decir que el tema pasa por la capacidad que tenga para regenerar aire respirable, más que por la reserva de oxígeno, que también la tiene para casos de emergencia.

P: ¿Cuál es el espacio real para manejarse adentro del submarino?

R: En términos prácticos todo se reduce a un espacio de 45 metros de largo por 7 de diámetro, con espacios más amplios en sala de torpedos, camaretas donde se desayuna, almuerza y cena, y en el cuarto de control desde donde se gobierna el buque. Los pasillos son de aproximadamente un metro de ancho y se duerme es cuchetas dobles o triples con una separación de aproximadamente 50 cm entre ellas.

P: ¿Cuanto tiempo cuesta acostumbrarse a ese lugar cerrado?

R: Con una tripulación adiestrada esto es inmediato. Las condiciones mejoran cuando el buque se va a inmersión porque cesa el movimiento producido por el oleaje y todo parece en calma, el día y la noche se diferencian utilizando en horas nocturnas sólo luces coloradas. El cambio de iluminación es importante para no perder la noción del día y la noche, y como indicador para que en esos horarios se respete el descanso evitando música a mucho volumen o conversar en voz alta en espacios donde hay gente durmiendo.

P: ¿Hay sensación de menos oxígeno?

R: No, para nada, de hecho se hacen mediciones, en cada cuarto de guardia para mantener las condiciones normales de oxígeno, monóxido de carbono e hidrógeno. En mi opinión la sensación de bienestar más notable la da el sistema de ventilación, porque se percibe como viento o circulación de aire.

P: ¿Hay códigos de convivencia especiales?

R: Sí, como por ejemplo horarios de comida que deben respetarse por las guardias y por la capacidad de los espacios. Normalmente hay turnos de agua, para bañarse, para racionar el consumo.

En tanto el primer comandante del ARA San Juan, Carlos Zavalla, fue el encargado de la llegada del submarino desde Alemania en 1985. Ayer explicó que “en la operación de un buque debe darse la posición a medida que se avanza”. Dijo que puede enviar señales “por medio de una antena que está muy cerca del nivel del agua, un par de metros por encima”.

Añadió que dispone de “un teléfono de corto alcance, no más de 5 ó 10 millas”, y mencionó a las boyas que emiten otra señal diferente en la superficie. “Si el buque tiene un siniestro y queda en el fondo, desde la nave se lanza esa boya que sube a la superficie y da una ubicación precisa”, detalló.

“Río Negro” consultó a un exoficial de la Armada que navegó hace años

en el ARA San Juan como parte de una capacitación.

Todas las actividades se desarrollan en un espacio de 45 metros de largo por 7 de diámetro. El respeto por las reglas de convivencia es fundamental.

Angustia entre los familiares de los tripulantes

Los familiares de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA San Juan, que perdió contacto el miércoles a la mañana con su base militar, viven con esperanza y angustia la búsqueda por mar y aire de la nave.

“Es angustiante el paso de las horas. (Vivimos) una mezcla de sentimientos terrible. Uno se pone nervioso, hay silencios, miradas”, dijo ayer a la prensa Marcela González.

Es la esposa de Hernán Rodríguez, maquinista del submarino.

La mayoría de los familiares de los 44 tripulantes del ARA “San Juan” llegaron el viernes a la Base Naval de Mar del Plata. Allí debería llegar el submarino según su plan de navegación.

Sin embargo, la base perdió comunicación con la nave el miércoles último, cuando se encontraba a unos 430 kilómetros de la costa.

Desde ese momento los familiares viven con incertidumbre y temor cada hora que pasa sin información.

“Estoy esperanzada de que Diosito nos va a escuchar y de que pronto vamos a estar todos juntos”, comentó María Morales, madre de otro de los tripulantes.

En tanto, Eduardo Krawczyk, padre de Eliana, la primera oficial submarinista del país que integra la tripulación del submarino, reconoció que vive “un momento dramático”.

Eliana tiene 35 años y es de Oberá, Misiones. Hasta los 21 años nunca había salido de su provincia ni conocía el mar. En 2009 se convirtió en oficial y tres años más tarde solicitó su ingreso a la Escuela de Submarinos y Buceo.

Eliana Krawczyk, primera oficial submarinista del país.

Datos

“Río Negro” consultó a un exoficial de la Armada que navegó hace años
en el ARA San Juan como parte de una capacitación.
Todas las actividades se desarrollan en un espacio de 45 metros de largo por 7 de diámetro. El respeto por las reglas de convivencia es fundamental.

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