El Desafío al Copahue volvió con toda la fuerza

Cerca de 500 participantes le dieron ayer un marco espectacular al Desafío al Volcán Copahue. La competencia en las tierras del macizo neuquino tuvo sus inicios en el 2001 y se corrió ininterrumpidamente hasta el año 2005. Este año los organizadores decidieron reeditar la carrera y los runners respondieron con fuerza.

La distancia mayor de la prueba eran los 24 km, que tuvo una pelea incesante en los primeros tramos de carrera. El roquense Miguel Cayupán logró cortarse y ser el gran vencedor del Desafío al Volcán Copahue (1:56:41), seguido por el neuquino Kevin Duré (2:01:28) y por Pablo Lescano (2:10:36). Entre las damas, la zapalina Gilda Flores mostró porque está entre las mejores corredoras de trail del país. Con 2h.24m.49s se coronó vencedora. Veronica Galván (2:41:48) y Natalia Aguirres (3:00:48) completaron el podio.

Hubo otras dos distancias para el disfrute de toda la familia. En los 6K Mauro San Martín se adjudicó la prueba con un tiempo de 27m.31s, y Cristina Castillo ganó entre las damas con 34min02seg. Los 12K fueron para Cristobal Alvarez con 58m.51s y Molinez Anahi con 1h.14m.19s.

Las nevadas de los días previos tiñeron de blanco el paisaje.

El frío no mermaba y en la noche del sábado la temperatura rondaba los 0º. Sin embargo ayer amaneció despejado con un sol que comenzó a levantar la temperatura. A las once de la mañana la sensación térmica era la ideal para afrontar el desafío.

Luego de largar, los competidores comenzaron a subir por la denominada “trepada de los chilenos” . A 5 minutos de carrera ya se hacia presente el Volcán Copahue con su marco imponente.

Con un ritmo que sorprendió a todos, los punteros marcaron la senda hasta el hito con Chile, para luego retornar por el margen de la Laguna Las Mellizas. A partir de allí treparon por el Cerro Meza para luego transitar senderos rodeados de araucarias. Cuando las piernas comenzaron a aflorjar, un último ascenso los depositaba en el desenganche de la silla cuádruple. Desde allí solo quedaba descender, contemplar el lago Caviahue y la majestuosidad de un volcán activo.

El dato