En Temuco nadie duerme a la espera del mensaje del papa

La vigilia es un concepto bíblico y desde ayer a las 23, hasta hoy miles de fieles la experimentarán en Temuco. Las santas escrituras dicen que Jesús se mantuvo despierto para elegir a sus discípulos y en otro tramo cuentan que es necesario hacerla para discernir las artimañas de Satanás. Siguiendo esos consejos, anoche en el aeródromo todos se preparaban para esperar en vela al papa Francisco. Algunas banderas, unas botellas de agua y mucha fe, era todo lo que llevaban.

Temuco es para la gente de la región la ciudad de las compras baratas o del conflicto mapuche. El lugar cercano donde la perilla de la luz está fuera del baño y en el que las hamburguesas se comen con salsa picante y palta. Pero ayer la ciudad se había pintado desde temprano con los colores papales. Por la mañana, nadie era indiferente a la misa que se celebraría en horas y todos miraban en televisión lo que el papa decía en Santiago.

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Desde la organización del evento, contaban que siempre apostaron a que participen 200.000 personas de la misa de hoy. El cálculo lo realizaron teniendo en cuenta que Temuco tiene 300.000 habitantes. De todas maneras, tenían conocimiento de que cientos de colectivos de las regiones cercanas viajarían hacia allí. Y no estaban preocupados, porque el campo está preparado para 400.000 personas. A su vez, sabían que será un evento que verá el mundo. Más de 500 periodistas acreditados retiraron sus credenciales.

Berta Ortiz y Marisa Ortiz ayer amanecieron en un hotel de la ciudad chilena. Tomaron el desayuno y antes de salir a pasear agarraron la bandera de argentina, con un Ceferino Namuncurá y la leyenda “Chimpay RN Argentina” plasmada en la tela. Las mujeres del Valle Medio dieron unas vueltas, miraron precios y al mediodía entraron en la Catedral que está frente a la Plaza de Armas para asistir a misa.

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Berta contó que sus cuñados son de allá y que con su hermana se decidieron a viajar para estar en la homilía. Ambas reían ante las preguntas y no escondían la alegría que les causaba estar allí. “La bandera me la hizo una sobrina. Queríamos traer a Ceferino, porque el papa lo beatificó. Por ahí, no estemos cerca, pero nos reconforta solo participar de este evento”, decía Marisa y en los pasillos de esa iglesia se cruzaba con otros dos vecinos .

Catalina Quinteros y Justo Gardel las saludaron al reconocer a Ceferino y les contaron que llegaron de Plaza Huincul. Salieron el miércoles en camioneta, pasearon por Valdivia y hacía dos días estaban en Temuco. Llevaban las camisetas de argentina y juraban que al papa lo siguen desde siempre e incluso se fueron hasta Roma para conocerlo.

“Nos emociona que el papa sea argentino. Si no va a nuestro país es porque todavía no merecemos que vaya. Cuando nos llevemos mejor unos a otros, primero con los vecinos y la familia, después con los demás. Cuando los gobiernos pongan por adelante los pobres, él irá”, decía Catalina confiada.

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A su lado, su marido Justo, tenía la bandera de España en la mano, en nombre de su hija Romina Tamara que vive allí. “Caminamos 350 kilómetros hacia Santiago de Compostela en Europa, así que no nos va a hacer nada una noche de espera, cuando hay fe, no importa nada”, afirmaba Justo con su camiseta celeste y blanca y el nombre Gardel en la espalda, una redundancia de argentinidad.

Al dejar la iglesia, el matrimonio de Neuquén se cruzó con un grupo grande de chicos, que también llegaban desde su provincia. Se trataba de 38 personas que desde hace años preparan un encuentro con el papa. Ellos salieron el lunes de su barrio Confluencia y ayer recorrían Temuco a la espera del momento de conocer al hombre “que llevan en el corazón”. “Estábamos juntando plata para ir a la jornada de jóvenes de Panamá pero las condiciones del país cambiaron y nos quedamos. Pero como dios planea las cosas a conveniencia de sus fieles se vino a Temuco. Vinimos y nos reunimos con un grupo chileno que se llama Amigos en Jesús y sentimos una gran emoción de estar acá”, contaba Patricia Galáz, una de las coordinadoras del grupo de Teofanía del Carmen.

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No muy tarde, todos dejaban la calle para ir a prepararse a los hoteles o las residencias. Patricia y los chicos a las seis estaban en el colegio que los hospedaba. Preparaban las cosas porque a las 11 saldrían en el colectivo hacia el predio “haciendo mucho lío”, como les pidió el papa.

Berta y Marisa tenían la entrada para el sector B1 y estaban convocadas para la una de la mañana. Se fueron al hotel a preparar las cosas y comer algo. Habían comprado una linterna, llevaban el equipo de mate y una buena campera por si hacía frío. “Vamos a envolvernos con la bandera porque Chimpay tiene que estar presente”, decían antes de tomar el colectivo.

Catalina preparó sandwichitos, se abrigó y se fueron a las escaleras de la catedral a esperar al grupo de chilenos que conocieron en estos días. Los habían invitado, pensaban “ir cantando con ellos y pasándola bien”.

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Al cierre de esta edición, la noche comenzaba a caer pero en Temuco casi nadie dormiría. Las banderas con la cara de Francisco esperaban en las esquinas el transporte que los llevaría al predio. Las canciones de iglesia sonaban y el mensaje que por la mañana había dado el papa en Santiago, que hablaba de unión, solidaridad y amor para con el prójimo, se hacía carne en las calles.

“Nos emociona que el papa sea argentino. Si no va a nuestro país es porque todavía no merecemos que vaya”.

Catalina Quinteros, de Plaza Huincul, quien viajó a la misa en Temuco.

Un despliegue inédito para una misa multitudinaria

Después de la misa de ayer, los cristianos se tomaban fotografías con la Virgen del Carmen. Frente a ellos, un sacerdote cuidaba con recelo las hostias acomodadas en unas copas metálicas que brillaban hasta encandilar. Aseguraba que había 900 copones y 150 hostias por cada copa que serían distribuidos durante la misa, y los encargados de hacerlo serían los ministros de la comunión. A su vez, el presbiterio desde el que dará la misa el papa será monumental. Tendrá 80 metros de largo, 15 de fondo y 5 metros de altura, con parcelas con agua, tachos para desechos, iluminación y audio. En las esquinas de la ciudad, por la mañana de ayer los carabineros se multiplicaban. De punta en blanco con sus pantalones verde oliva y sus chalecos refractarios hacían un ensayo del trabajo que les correspondería hacer hoy. Según comentaron son 5.000 carabineros chilenos, de cuatro regiones del país, más la seguridad que llegó desde Italia. Hace 6 meses se preparan para este servicio, y desde el domingo realizan ensayos. Al pasar por los hoteles y los restaurantes se puede hacer un recorrido de precios y ver que los gastos en un día de turismo no superan los de la región. Un hotel en el centro puede salir 30.000 pesos chilenos la noche por persona. Un cappuccino 1.800, un asado con fritas 8.100 y un agua mineral 1.300. El cambio es 1 peso = 26 chilenos.

El largo viaje y las trabas burocráticas no detuvieron a los jóvenes peregrinos

matías subat

“Voy a salir a las 6 de la mañana. No importa la espera cuando hay fe. Allí estaré para la misa. Compré banderas, pero no conseguí la de Argentina”

“No tengo entradas pero voy a ir igual. Voy a salir a las 12 de la noche, y si la fe mueve montañas Dios me va a dar fuerza para esperar”

María Maldonado, de Temuco.

Pedro Rosales, de Concepción.

carabineros, además de efectivos de apoyo de otras fuerzas y personal italiano que acompaña al papa, componen el operativo de seguridad.

5.000

80 metros

de largo, 20 de fondo y 5 de altura, tendrá el presbiterio desde donde Francisco presidirá la misa y dará su homilía en Temuco.

Hoy es feriado en Temuco, se decretó para toda la ciudad por la visita del papa. Un fuerte operativo de seguridad custodia una ciudad embanderada con insignias chilenas y del Vaticano.