La cordillera en tensa vigilia por los incendios forestales

Las condiciones climáticas imperantes con mucho calor y largos períodos de sequía potencian la ocurrencia de focos ígneos, en muchos casos difíciles de combatir debido a la geografía local.

Las condiciones de humedad y de temperatura imperantes en esta época del año anticipan una temporada de poca tranquilidad para las brigadas de combate de incendios forestales, sobre todo las que están asentadas en territorio cordillerano.

Algunas muestras de lo que puede esperarse para los meses de más calor ya tuvo un anticipo con el incendio ocurrido en Villa Pehuenia el pasado 22 de noviembre, en donde la caída de un pino sobre una línea de tendido eléctrico generó un siniestro que consumió varias hectáreas de vegetación hasta que finalmente pudo ser controlado.

Queda claro que la ocurrencia de un incendio forestal puede estar originado en cuestiones que van más allá de un hecho intencional o de un imprevisto de la naturaleza. Como ocurrió en esta oportunidad, hubo una conjunción de un hecho cotidiano en la cordillera como lo fue la caída de un árbol, combinado con la presencia de servicios para la gente en zonas consideradas de alto riesgo para vivir.

El titular de manejo del fuego de la regional Norte de la provincia de Neuquén, José Cravero, dijo hace algunos días atrás a este medio que para la presente temporada existe un elevado riesgo en materia de incendios, especialmente en los sectores cordilleranos. La regional Norte de manejo del fuego está compuesta por los departamentos Chos Malal, Minas, Pehuenches y Ñorquín, con un vasto territorio para cubrir y que ahora ingresa en un período de altas temperaturas y riesgo extremo de sufrir algún tipo de siniestros de esta naturaleza.

El pronóstico es compartido por la titular del Splif en Bariloche, Patricia Montenegro, quien también indicó que el índice de probabilidad de incendios en la zona cordillerana está ubicado hoy “en niveles muy altos”. Por este motivo es que hay reuniones permanentes en la región entre los organismos que deben prevenir o combatir este tipo de hechos.

La temporada ya dio algunos indicios preocupantes. Hasta principios de diciembre, los brigadistas de Bariloche ya habían combatido 71 focos ígneos contabilizados desde el primer día de octubre, con un promedio de casi un incendio por día.

El trabajo que debe desarrollar el personal contra incendios forestales es arduo, aunque muchas veces no aparece en las noticias. Según indicó Montenegro, el año pasado la temporada cerró con 761 incendios al 30 de septiembre. El dato alentador es que en la temporada 2015/2016 la cantidad de focos declarados bajó bastante respecto de la anterior, cuando las salidas a campo treparon hasta 890.

El factor humano

Más allá de imprevistos naturales, en la mayoría de los casos el factor humano juega un papel fundamental al momento de desatarse un incendio forestal, por lo que nunca estará de más tomar las medidas de prevención al alcance de cada uno para evitar algún desastre ecológico.

En la zona cordillerana la situación se ve potenciada por un fuerte crecimiento de la urbanización en medio del bosque natural, en lo que técnicamente se denomina zona de interfase.

“La gente está expuesta a un alto riesgo en la zona de interfase”, dijo a Río Negro Roberto Molina, un ex bombero policial con activa participación en los primeros pasos del Splif.

“En estas áreas hay continuidad de vegetación, a lo que se suma la basura que tira la gente, la que también funciona como combustible para el fuego”, explicó Molina. Mencionó, además, que las zonas que entrañan mayor riesgo para el ataque de focos ígneos en la cordillera son varias. En Bariloche, por ejemplo, están bastante expuestas la villa del lago Gutiérrez, la ladera del cerro Runge, la zona de villa Tacul, la ladera norte del cerro Otto. Todas ellas comparten el hecho de ser áreas de urbanización muy importante y varias presentan una alta dificultad para que operen los brigadistas por ser precisamente laderas de montaña.

En estos casos no necesariamente un incendio forestal es lo que pone en riesgo bienes y personas, sino que “la misma urbanización puede ser la causante de que ocurra un incendio forestal, como puede ser un siniestro en una vivienda que se traslada a la parte boscosa”, sostiene Molina.

Pero esta realidad no es privativa sólo de Bariloche, sino que se da en toda la zona cordillerana en localidades como El Bolsón, Villa La Angostura y San Martín de los Andes, por citar sólo algunas.

Este año particularmente se han dado condiciones climáticas que predisponen a la ocurrencia de incendios forestales. En principio hubo pocas lluvias y nevadas, las que se dieron sobre todo en el final de la temporada invernal, favoreciendo el desarrollo de pastizal tierno. Es este mismo pastizal el que sucumbe rápidamente ante los primeros calores y se transforma en el combustible perfecto para el inicio del fuego.

Este denominado “combustible fino” arde ante el menor incentivo como puede ser una brasa de un fuego mal apagado en un lugar de acampe o una colilla de cigarrillo encendido arrojado desde un vehículo que pasa por estos lugares.

Ante estas situaciones, lo fundamental es la prevención y el trabajo con la gente. Según dijo Patricia Montenegro, este año se trabajó bastante desde el Splif con capacitaciones en las escuelas y en distintos lugares con juntas vecinales.

También la delegación local está recibiendo equipamiento como herramientas de zapa (de mano), indumentaria, carpas y bolsas de dormir, mamelucos forestales, ropa ignífuga y borceguíes. La titular del Splif además señaló como una muy buena noticia la inauguración del tantas veces prometido edificio propio para fines de diciembre, ubicado en el predio de piscicultura.

“En la zona de interfase, la misma urbanización puede ser la causante de un incendio que se inicia en una casa y se traslada al bosque”,

dijo a “Río Negro” Roberto Molina, exbrigadista.

Hay equipo

El nivel de equipamiento y de capital humano para el combate de incendios en la cordillera están “en un nivel adecuado”, dijo Montenegro. En el Splif Bariloche hay alrededor de 80 personas disponibles en forma permanente y otros 30 contratos que se firmarán para reforzar el plantel. Dichos contratos tendrán vigencia hasta abril, y cubrirán el tramo de la temporada más delicado.

Listos para operar

Hasta principios de diciembre los brigadistas de Bariloche ya habían combatido 71 incendios, con un promedio de casi una salida por día.

Datos

“En la zona de interfase, la misma urbanización puede ser la causante de un incendio que se inicia en una casa y se traslada al bosque”,
200
brigadistas contra incendios habrá disponibles en Bariloche.
Hasta principios de diciembre los brigadistas de Bariloche ya habían combatido 71 incendios, con un promedio de casi una salida por día.

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