La historia del hotel que cumplió un siglo a orillas del río más corto del mundo

El hotel Correntoso, el más antiguo de la Patagonia, celebró sus 100 años. La historia del espacio que empezó como una pequeña hostería de madera y hoy es un hospedaje de alta gama.

Hace 100 años, cuando todavía la Patagonia era inhóspita y agreste, nacía un ícono premonitorio de lo que décadas después sería el principal motor de todo un pueblo: el turismo.

En 1917 el pionero italiano Primo Capraro, junto a su mujer Doña Rosa Maier, construyeron a orillas del río Correntoso y el lago Nahuel Huapi una pequeña hostería de madera conocida como “La pensión de Doña Rosa”, que junto a un pequeño almacén de ramos generales constituían el punto de paso obligado de los viajeros y pobladores que cruzaban a Chile. En aquel entonces el transporte desde y hacia Bariloche era sólo por agua, dado que el camino permanecía cerrado durante varios meses.

En 1922 la antigua hostería pasó a ser el “Hotel Correntoso” y en 1936 Francisco Capraro (el hijo de Primo Capraro) reemplazó la pequeña casa de madera por un edificio de material.

A partir de allí y hasta la década del 70 el hotel tuvo su mayor esplendor y crecimiento. Presidentes y grandes personalidades se contaron entre sus huéspedes.

La fama de las impresionantes truchas que podían pescarse en el río Correntoso –el más corto del mundo– atrajo a turistas de todos lados. En sus aguas grandes pescadores marcaron récord con captura de ejemplares de hasta 10 kilos.

Hoy el lugar sigue siendo la “meca” de pescadores de todo el mundo y año atrás año se realiza allí la tradicional apertura de la temporada deportiva.

A fines de los 70 el hotel se vendió y pasaron varios propietarios, hasta el cierre definitivo a principios de los 90. Su “refundación” fue en el 2003 de la mano de Alejandro Laurence, actual propietario.

Laurence adquirió la propiedad, la remodeló y refaccionó casi por completo, pero respetando el estilo y la estética original. Hoy el hotel ocupa un lugar importante en el abanico de la hotelería de alta gama de la Patagonia Norte.

“Creo poder imaginar el deseo que movió a los intrépidos que me precedieron en este mágico lugar, y la visión de progreso que les dio el coraje y la fuerza para emprender tan audaz proyecto”, asegura Laurence en homenaje a aquellos pioneros. Ayer el himno nacional sonó a orillas del Correntoso, al pie del emblemático hotel. Antiguos pobladores, representantes de instituciones, algunos funcionarios y la familia del “refundador” del hotel celebraron su primer siglo y un cura párroco de Bariloche bendijo el edificio y a su personal. La postal sin duda será otro hito en la historia del edificio, y de todo un pueblo.

“Creo poder imaginar el deseo que movió a los intrépidos que me precedieron, y la visión de progreso que les dio el coraje”,

sostuvo el actual propietario, Alejandro Laurence, en el homenaje.

Dato

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“Creo poder imaginar el deseo que movió a los intrépidos que me precedieron, y la visión de progreso que les dio el coraje”,
14 años
hace que el actual propietario, Alejandro Laurence, adquirió el hotel. Lo remodeló pero respetó el estilo original.

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