Clausura nuclear, entre “hecho” y ”error” histórico

El oficialismo expuso esa dispar sensación con la prohibición de las centrales. Río Negro es la primera provincia con ley anti-planta nuclear.

Clausura nuclear, entre “hecho” y ”error” histórico

Weretilneck cerró el capítulo nuclear. Río Negro es la primera provincia con una ley de prohibición de las centrales atómicas.

El oficialismo cumplió su último objetivo. Pero, su concreción registró efectos internos, como la profundización de ciertas brechas latentes, en un espacio ya turbado.

Aprobada la ley, el gobernador destacó el logro en el Facebook. “Te escuchamos. Debemos dejar de lado nuestras posiciones personales” cuando “una sociedad se expresa en forma unánime”, escribió.

Su tratamiento no fue nada sencillo. La excepción en favor de centrales del Invap fue el nudo. Se sabe de la discusión con la oposición y que Juntos se impuso con sus votos, pero existió otra derivación: su sostenimiento subrayó diferencias oficiales. En este caso, los extremos fueron el vicegobernador Pedro Pesatti y el presidente de la bancada, Alejandro Palmieri.

El ex ministro lideró la defensa de la excepción por “pedido de la empresa”, y la oposición se opuso al argumentar que no era necesario ya que el Invap no construye plantas de alta potencia. Pesatti tampoco creía en la inclusión de ese artículo 2. Esa postura se plasmó en un texto enviado por el vice a los bloques, cambiando el proyecto del gobernador. Su iniciativa tenía un sólo punto y se circunscribía a no autorizar las “centrales emanadas de los acuerdos con China y Rusia”, dejando afuera también a los diseños del Invap.

Palmieri insistió con el plan original y se resguardó en la necesidad pedida por Invap. Ciertamente, durante días, su CEO, Héctor Otegui requirió y militó por esa excepción. Lo hizo con Weretilneck y, también, en el justicialismo, especialmente con el senador Miguel Pichetto y su par Silvina García Larraburu. Esas maniobras llegaron a los diferentes bloques.

Al debate lo siguió la votación, ampliamente mayoritaria por la prohibición y más dividida por la excepción, y el cierre desató tensiones y frustraciones. La Legislatura clausuraba el plan nuclear para Río Negro. Las sensaciones eran variadas, advirtiéndose -especialmente- en el oficialismo donde convivían satisfacción y desilusión.

“No existe en el país una ley como la recién aprobada. Es un hecho histórico”, resaltó y repetía Pesatti, desde la presidencia. Lo hacía en cruces verbales con manifestantes en las barras.

“Hemos cometido un error histórico”, reprochó Palmieri al vice al sumarse a una reunión de pocos legisladores en un cuarto intermedio, después de la votación. Defendió -intensamente- el proyecto en el recinto pero, al final, el legislador sinceró su creencia en el plan nuclear. Y el destinatario no fue casual ya que Pesatti -como ya se sabe- fue el impulsor del rechazo, en especial, tras la derrota electoral.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios