Procesan a un hombre por violencia de género

Intentó matar a su mujer en la tarde del primer día del año. Está detenido en el Penal 1 de Viedma.

“La intención homicida del imputado quedó debidamente acreditada, no solo por haber utilizado un elemento capaz de generar la muerte de su pareja, sino, los lugares elegidos para asestarle las puñaladas”. Ese fue uno de los fundamentos del juez penal Carlos Mussi para procesar y dictar la prisión preventiva a un hombre de 38 años que agredió a su mujer en la tarde del primer día de este año en la vivienda que habitan ambos junto a sus hijos, ubicada en el barrio Lavalle. Le imputó “homicidio agravado por la relación de pareja, en grado de tentativa” y dispuso que esta persona de nacionalidad boliviana continúe detenido en el Penal Nº 1 de Viedma. También ordenó al ministerio de Desarrollo Social de Río Negro que en forma inmediata y articulada con el Consejo Provincial de la Mujer presente ante el juzgado penal que conduce un plan de abordaje respecto del conflicto intra familiar de violencia que se presenta en esta causa, encomendando además a la fiscalía que a través de la OFAVI se intervenga en forma inmediata para realizar un seguimiento sobre la víctima y su grupo familiar.

En base a las pruebas reunidas y testimonios -incluidas las cámaras Gesell en las que fueron escuchados los hijos de la pareja- Mussi pudo establecer que aquella tarde se originó una discusión matrimonial mientras se encontraba en la habitación que compartían luego de la cual, el hombre dedicado a la construcción, le aplicó dos puñaladas con un cuchillo a su mujer “con el fin de quitarle la vida, cometido que no pudo consumar por razones ajenas a su voluntad al intervenir uno de sus hijos que le impidió continuar”. No obstante pudo provocarle lesiones en región inguinal y otra en la zona posterior izquierda de la espalda. Seguidamente, el imputado salió de la vivienda detrás de su hija que fue a pedir ayuda a los vecinos. El hombre fue poco después detenido y su identidad no fue difundida por protección de sus hijos.

Según lo relatado por los vecinos que auxiliaron a la mujer la encontraron casi de rodillas en el patio, herida debajo de una de las axilas y al costado de una de las piernas. La ayudaron a sentarse en un cajón mientras llamaban a la ambulancia, “ya que perdía mucha sangre y parecía desvanecerse”. Vecinos agregaron que el imputado “es de tomar bebidas alcohólicas y no es la primera vez que maltrata a su mujer”.

Respecto de la calificación legal, el juez no coincidió con que el imputado solo responda por “el delito de lesiones leves solo porque el resultado del ataque a su mujer le hayan ocasionado unas simples lesiones. La intención homicida del encartado quedó”. Tuvo también en cuenta lo señalado por la víctima que refirió que su pareja “le apuntó al cuello con el cuchillo, intentado ocasionar lesiones más graves o incluso la muerte, no logrando su cometido por la resistencia y por la intervención de los hijos de la pareja”. Mussi tuvo en cuenta las declaraciones espontáneas de la mujer, quien manifestó que su hijo le había ayudado a sujetar la mano de su padre mientras éste le había querido asestar una apuñalada en el cuello, y que entre ambos lo evitaron. Por ello, de ningún modo puedo dejar de observar al momento de escuchar al menor en cámara Gesell (dijo no haber visto que su padre tuviera un cuchillo), el vínculo que existe entre ese niño y su padre, y quizás la hipotética influencia que ya puede estar recibiendo de terceros o de su propia madre quien, se ha constituido reiteradamente en tribunales, intentando levantar la denuncia penal contra su pareja”.

En la resolución el juez destacó que de igual modo, “el niño pudo ver su madre, al lado de padre ya herida, y a éste huyendo del lugar, lo que permite presumir que cuando el chico llegó al lugar de la situación de violencia ya la conducta del imputado estaba cesando o había terminado, o pudo de algún modo influir en la conducta del padre que estaba atentando contra su madre. Es por ello, que concluyo que el imputado tuvo la intención de terminar con la vida de su mujer, ya que una vez lesionada la víctima, con dos apuñaladas, y sus posibilidades de defensa disminuidas, colocándola en una situación de mayor vulnerabilidad y mejorando el potencial agresivo del imputado, intentó asestarle un corte en el cuello para darle muerte, lo que finalmente no logró por la débil resistencia de la víctima y la llegada del hijo de la pareja. Hubo hechos ajenos a la voluntad del imputado que le impidieron continuar con el ataque”. Para ordenar la prisión preventiva, el juez tuvo en cuenta que existe riesgo de fuga, teniendo en cuenta que esa fue su inmediata reacción luego del hecho, además de intentar entorpecer la investigación tratando el imputado de influir no solo sobre su pareja sino en sus hijos “para distorsionar la verdad de los hechos”.


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