Las 5 rutas de la mejor sommelier

La barilochense Paz Levinson comparte su top five mundial de los caminos del vino.

Según la Asociación Argentina de Sommeliers, es la mejor del país . Y la cuarta del planeta, según la Asociación Internacional. Aquí la barilochense Paz Levinson nos invita a conocer cinco de sus rutas del vino favoritas.

1, Santa Bárbara (EE.UU.)

Divina, junto al océano, contagia paz y tranquilidad. Repleta de bares de vinos, está rodeada de subregiones dignas de descubrir, en las que podremos probar desde Pinot Noir y Chardonnay frescos a Syrah, Grenache o Mourvedre con cuerpo y más maduros. Recomiendo una escapada a Lompoc, pueblo con las bodegas avant garde de la zona, con los viñedos de Domaine de la Côte, Piedrassassi, Stolpman. Por caminos ondulados podemos seguir hasta Santa Maria y ver la mítica bodega Au Bon Climat y el viñedo Bien Nacido.

2. Beaune (Francia)

Uno de los pueblos más bellos de la Borgoña con sus viñedos sobre la loma de Beaune y la Côte de Beaune. Desde allí es fácil ir para el sur: Meursault, Puligny-Montrachet y Chassagne. O hacia el norte: Nuits Saint Georges, Vosne Romanee, Gevrey. En Beaune, además, hay hoteles y restaurante con identidad (Cave Madelaine) y opciones más modernas y relajadas (como La Lune, donde cocina un japonés). El recorrido de Gevrey-Chambertin a nuits Saint George se puede hacer en bicicleta entrando y saliendo por cada pueblo de cara alas viñas más importantes del mundo para el Pinot Noir.

3. Alba (Italia)

Cerca de Torino, una de las regiones más lindas: las colinas alrededor de Alba donde están los pueblos de Barolo y Barbaresco, con veranos que hacen brillar las viñas, otoños que inundan con su aroma a la trufa blanca de Alba e inviernos que suelen cubrir todo de un blanco sutil, delicado. Lo ideal es recorrer los pueblos, incluso en invierno, cuando es más fácil reconocer los mejores viñedos sin ser un experto: si nevó poco durante la noche, las viñas que más rápido pierdan el blanco darán los mejores vinos: están bien expuestas al sol, los cual es muy importante para la madurez del Nebbiolo, cepa reina de la región.

4. Hermanus, Stellenboch y Franschhoek (Sudáfrica)

De Cape Town se puede llegar en menos de dos horas a regiones emblemáticas: una de ellas es Walter Bay, donde la bellísima Hermanus es la ciudad principal (sobre el mar, con una enorme playa). Las bodegas como Newton Jhonson ofrecen grandes vinos llenos de frescura y sitios preciosos con una gastronomía sin igual. Sin embargo, la estrella del país es Stellenbosch donde hay más de 400 bodegas concentradas en todos los pueblos de esta maravillosa zona, con viñedos (todos) en paisajes distintos por las diferentes altitudes y relieves. Almorzar en el restaurante terraza de Delaire Graff no tiene precio: la brisa fresca, el sol, la comida. Otro consejo es seguir la ruta hacia Franschhoek y visitar Chamonix: grandes vinos y lugar para relajarse y tomar una copa.

5. Cafayate (Argentina)

Los Valles Calchaquíes, una de las regiones vitivinícolas más bellas. Además, para llegar a Cafayate hay que transitar una ruta que también es única: piedras, relieves, colores. Una vez en Cafayate se puede ir a pie a muchas bodegas. La experiencia de caminar por las viñas –o de andar en bici– cambia la apreciación del lugar. También se puede programar un día para ir en auto a las bodegas más alejadas: muy bien equipadas, muchas ofrecen preciosos espacios para comer y dormir. Recomiendo Domingo Hermanos en Yacochuya, desde donde se ve el valle desde la altura. Del otro lado de Cafayate José Luis Mounier tiene uno de los viñedos más lindos, en un sitio familiar con opciones para comer.


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