Así hacen el keppe más delicioso de Choele Choel

Los platos árabes ya son un sello de la gastronomía del Valle Medio rionegrino. Susana Zuain comparte cómo hace ella las empanadas y el keppe.

Así hacen el keppe más delicioso de Choele Choel

Los platos árabes ya son un sello de la gastronomía del Valle Medio rionegrino. Susana Zuain comparte cómo hace ella las empanadas y el keppe.

El mosaico cultural del Valle Medio esá construido por el aporte de cada una de las nacionalidades que han ido asentándose en este oasis de la estepa patagónica. Es a través de esos detalles culturales que se preservan las tradiciones, pero al adaptarse generan a su vez un matiz cultural único, propio del lugar. Es, sin dudas, a través de la gastronomía donde más se reproducen los recuerdos. Esta, además, atraviesa generaciones para así perdurar en el tiempo.

Una de las comunidades que más ha aportado al Valle Medio es la sirio-libanesa. Apellidos como Zuain, Yunes y Moana, entre otros, son reconocidos en la zona por haber sido comerciantes, profesionales y políticos con impacto en la vida comunitaria. Cuando llegaron a Choele Choel esta ciudad era apenas un puñado de casas desparramadas.

Por ellos, muchos platos han trascendido el ámbito de la colectividad para ser parte de la sociedad. Fatay o empanadas árabes, keppe crudo o cocido, niños envueltos en hojas de parra, baklava y shawarma son algunos de ellos.

“Mi abuela siempre hacía estas comidas, después mis tías. Fue todo una cadena. Mi papá me enseñó a mi, más bien aprendí por que me gustaba cocinar. Hago fatay, niños envueltos, keppe crudo y cocido, postres, tajime. Acá hago lo clásico. La comida se ha adaptado al gusto de la gente”, mencionó Susana Zuain, hija del exintendente y legislador provincial, Jesús Zuain.

Susana cocina todos los fines de semanas varias docenas de fatay por encargo.

Los ingredientes para hacer estas empanadas árabes, que tienen la particularidad de ser triangulares y tener el centro sin masa donde se ve el picadillo y el comensal puede ponerle jugo de limón, son:

Para el relleno.

– Un kilo de vacío picado

– Un kilo 300 de cebolla

– Tomate al natural

– Tres limones por kilo de carne

– Condimentos: pimienta, sal y comino

– Menta (opcional)

– Jugo de granada (opcional)

Para la masa:

– un kilo de harina

– 25 gramos de levadura

– Agua

– Sal

– Manteca

La característica de la masa es que es más elástica que la que se utiliza para las empanadas argentinas.

Luego de armar las empanadas se las lleva al horno alrededor de 40 minutos o hasta que la masa esté dorada.

El exjefe comunal, Jesús Zuain, no sólo era reconocido por su labor política sino también por ser un experto cocinero de comidas árabes. Y fue quien le dio con detalles precisos como cocinar a Susana. El exintendente solía hacer keppe crudo, una de sus especialidades. Para aquellos que lo probaron dicen que era el mejor keppe de Choele.

Pero cómo se hace este plato, que tiene dos variantes, crudo o cocido

El principal ingrediente, como en el caso del fatay es usar una carne de buena calidad.

Así lo mencionó Susana: “Una pulpa sin grasa y sin mucho nervios. Antes, se molía en el mortero. Pero esto se fue perdiendo. Entonces mi papá lo que hacía era pasar la pulpa por la máquina de picar carne, pero no una vez sino diez veces. Así hasta que la carne se pone como blanca. Después la ponía encima de la mesa, plana y le sacaba todos los nervios. Cuando le sacaba todos los nervios la volvía a picar. Tenía que quedar como un paté”.

“Una vez que la carne está lista se le pone cebolla, nueces, menta y perejil. Y se hace como una pasta. Después se le pone trigo burgol, previamente remojado para que este blando. Y se mezcla. Siempre digo que es como un paté. Luego se lo pone en una bandeja con aceite de oliva, se lo deja estacionar un rato y se puede comer”.

El keppe cocido tiene variantes. “El cocido es distinto porque se lo hace por capas. Abajo la pasta de carne. Luego se pone otra capa de cebolla frita, nueces y pasas de uva. Y luego otra capa de la pasta de carne. Luego se cocina al horno, en la bandeja puede tener aceite o manteca. Mi papá le ponía manteca. Queda muy rico”.

“Lo importante es la calidad. Para las empanadas y el keppe lo importante es la calidad de la carne”, sostuvo Susana.

La comida que en la zona y en el país se la denomina árabe tiene muchas variantes según el país de origen. Lo cierto es que en el Valle Medio rionegrino se ha ido imponiendo y saliendo de los círculos de la colectividad sirio libanesa. Por caso, muchos de estos platos se pueden conseguir en supermercados, en casas de comida y desde un par de años se consiguen en fiestas populares como la Fiesta Nacional del Tomate. Es que también es un rasgo de identidad de esta zona de Río Negro.


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