Este vegetal te va a salvar de los resfríos

Este vegetal te va a salvar de los resfríos

Siempre se dijo que no había como la naranja para evitar resfríos en invierno.

Ahora se insiste en incorporar más seguido en nuestra alimentación a la coliflor.

¿Por qué? Es muy rica en vitamina C (contiene el 77% de la dosis diaria recomendada), potasio (necesario para la actividad muscular y la generación del impulso nervioso) y fósforo. Además posee vitamina B6, K y folatos (que participan en la producción de glóbulos rojos y blancos, y fortalece el sistema inmunológico).

Y por si esto fuese poco, su principal componente es el agua, es baja en grasas y calorías y es una gran fuente de fibra; por lo tanto, es un excelente aliado para mantener el peso bajo control.

Nutricionistas recuerdan que la coliflor es una bomba antioxidante que apoya la regeneración celular y favorece mucho a la piel, específicamente a la tercera capa, que se nutre y repercute en las uñas, que se ven más lozanas. Una característica importante es su capacidad de detoxificación del organismo, gracias a que contiene glucosilonatos, que apoyan la función del hígado y favorecen la apoptosis de células cancerígenas (en fácil, que las células se ‘suiciden’, ya que programan su autoeliminación).

La coliflor gana varios puntos en comparación a otros vegetales porque es muy versátil; se puede comer cruda (en jugos, ensaladas), salteada, al vapor, en guisos o sopas. La especialista recomienda siempre incluir una a dos porciones por semana (una taza de 200 cc), y prepararla en cocción lenta para que no pierda sus propiedades.

Una buena idea es consumirla como puré, adicionando pimienta y cúrcuma para potenciar los efectos antiinflamatorios que tiene la verdura y la cúrcuma, y de paso reemplazar las papas o el arroz.

Entonces, muy buena muy buena pero… como la coliflor absorbe mucha purina, decanta cristales en los huesos y eleva el ácido úrico. Hay que moderar las porciones y no consumir más de dos veces a la semana. También tiene componentes que inhiben la absorción de yodo, por lo que personas que padezcan hipotiroidismo deben moderar su consumo y consultar con su médico.

Un truco a la hora de cocinarla: como hincha después de comerla, su cocción debe ser lenta y sumar especies como semillas de hinojo o una hoja de laurel para contrarrestar ese efecto. También la podés cocinar al vapor en el microondas, en un recipiente con un poquito de agua (si ponés mucha se hierve) y luego lo tapás.

Una receta que nunca falla: coliflor gratinada

Para unas 8 porciones

INGREDIENTES

1 kilo de coliflor lavado y separado en flores pequeñas

2 litros de agua

4 cucharaditas de sal

½ litro de salsa blanca

250 gramos de queso cuartirolo en rebanadas

100 gramos de queso parmesano

Nuez moscada recién molida

Pimienta negra recién molida

PREPARACIÓN

Poner el agua a hervir con la sal, sumergir las coliflores lavados y cocinar hasta que estén al dente. Escurrir y reservar. ¡Ojo! Pocos minutos para que no pierda forma ni gusto. Si se pasa, se deshace.

Poner en una fuente de horno, la coliflor ya cocida, cubrir con una capa del queso cuartirolo rebanado y bañar completamente con la salsa blanca.

Espolvorear con un poco de queso parmesano rallado, nuez moscada y pimienta negra.

Llevar al horno precalentado hasta que el queso gratine completamente.


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