10 años de los crímenes del Alto de Bariloche: una herida que sigue abierta

Hay condenas pero no detenciones. Los mataron policías en medio de una revuelta. La condena llegó hasta lo más alto de la policía, pero no quedó firme. Siguen libres.

En cinco minutos, la vida de Karina Riquelme cambió drásticamente. Sergio Cárdenas, su esposo y padre de sus dos hijos pequeños, recibió un proyectil de rebote y murió en la fría tarde del 17 de junio de 2010; en el límite de los barrios 169 y 170 Viviendas, en el Alto de Bariloche. Pasaron diez años de aquel momento dramático. Karina lo recuerda “como si fuera ayer”.

“Lo dejé cinco minutos y subí a la casa de mi vieja, cuando bajé lo habían llevado al hospital”, dice.

Minutos después le avisaron que había muerto. Quedó sola al cuidado de sus hijos. Hoy el mayor tiene 15 años y su nena 11. “Creo que hice un buen trabajo como mamá”, sostiene. “Los veo felices”, asegura.

Sergio tenía 29 años y no fue la única víctima . También, Nicolás Carrasco fue asesinado esa tarde. Tenía 16 años y recibió cuatro postas de plomo. Nunca se supo quiénes fueron los autores.

Por los crímenes fueron juzgados en 2018 el exsecretario de Seguridad de la provincia, Víctor Cufré, el exjefe de la Policía de Río Negro, Jorge Villanova, y el extitular de la Unidad Regional Tercera, Argentino Hermosa. El 4 de diciembre de 2018, los tres exjefes fueron condenados a 4 años de prisión como coautores de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, homicidio y lesiones culposas. Además, se los condenó a 8 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos y toda actividad que implique o suponga la dirección, uso o manejo de armas.

El tribunal condenó a Cufré, Villanova y Hermosa por negligencia en el ejercicio de sus funciones. También a los policías Víctor Darío Pil, Marcos Epuñan y Víctor Hugo Sobarzo a 4 años de prisión por el delito de homicidio en riña (por la muerte de Cárdenas) y 8 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

“Esta justicia tardó muchísimo para llevarlos a juicio”, afirma Karina. “Hace más de un año y medio que fueron condenados y seguimos esperando que se haga efectiva la sentencia”, sostiene.

El STJ confirmó a finales de noviembre de 2019 la sentencia condenatoria tras rechazar el recurso de casación que había presentado el defensor de los expolicías condenados. La sentencia no está firme aún porque el abogado presentó un recurso extraordinario federal para lograr que la Corte Suprema revise el fallo. Por eso, los expolicías condenados siguen en libertad. Si el STJ rechaza ese recurso, a la defensa le quedará la última opción que será presentar una queja ante el máximo tribunal del país.

“Si bien no fue una condena ejemplar, porque le dieron pocos años, pero tenía miedo de que quedaran absueltos porque en este país todo puede ser”, explicó Karina.


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