Mariana Baraj, una cantora que brilla y enseña

La región recibirá este fin de semana a la cantante y compositora Mariana Baraj, que se presentará en su formato de solo set, acompañada de cajas, un set de percusión con instrumentos autóctonos, un charango, un cuatro venezolano, algunas pistas y loops. Esta noche, a las 22, estará en la Escuela Superior de Música de Neuquén, como parte del ciclo “Mujeres cantoras”.

Su gira seguirá mañana con un workshop en la Escuela Superior de Música de Neuquén, a las 16. El domingo se presentará en Lago Puelo a las 22. El lunes realizará nuevamente su workshop en Bariloche, en el espacio Culturica. Finalmente el martes, a las 21:30, tocará en Estación Araucania.

Mariana, hija de Bernardo Baraj, uno de los músicosmás detacados del jazz contemporáneo argentino, es dueña de una voz privilegiada que logra conmover al instante, y este fin de semana paseará por su repertorio folclórico clásico latinoamericano y lo ofrecerá en varias ciudades de la zona.

Para ella, tocar frente al público “siempre es un gran desafío porque tiene que ver con un espacio de experimentación y de sostener el show sola”, explicó.

La carrera de Mariana es indudablemente virtuosa y la llevó a participar en los más destacados festivales. Con nueve discos como solista, regresará a la región tras un largo período.

“Hace rato que no los visito”, reconoció, pero se mostró a gusto con la “posibilidad de venir a tocar a la región”, y aseguró que parte de su corazón vive en nuestros pagos. Se refiere a su proyecto para niños “Florcita de Amancay”, con las composiciones de Marisa Di Giambatista, que luego Mariana arregló y produjo en este disco.

Además, estrenará una canción nueva llamada “el clavel del aire”, que grabó recientemente en Francia para un disco de World Music. Se trata del único tema que estará en este trabajo de habla hispana.

“Fueron diez días de trabajo de estudio”, contó. Lo grabó en uno de los lugares adonde se cocina la mejor música a nivel mundial: La Fabrique, en Saint Remy de Provence, al sur de este país. El productor fue Larry Klein, un monstruo musical que tocó con los más grandes del jazz en el mundo, como Herbie Hancock o Bobby McFerrin».