El gobierno anunciará una suba en las jubilaciones

El incremento será para quienes perciben menos de 1.000 pesos.

El Gobierno anunciará hoy un aumento en las jubilaciones, confirmó ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en una medida que podría beneficiar a quienes perciben menos de mil pesos, y que alcanzará a tres millones de personas.

El incremento podría ubicarse en un porcentaje que va de 7 al 9 por ciento y que entrará en vigencia a partir de setiembre próximo.

El anuncio será formulado hoy y la medida alcanzará a alrededor del 95 por ciento del padrón total de jubilados.

«Mañana (por hoy) a primera hora habrá una decisión final. Estamos trabajando en esto», aseguró Fernández en declaraciones radiales.

Consideró que «siempre nos hemos ocupado en que el superávit fiscal sirva para atender lo que denominamos gastos sociales», y agregó que «es una forma de poner en sectores postergados un poco más de ingresos de modo tal que puedan mejorar su calidad de vida».

Señaló que el Gobierno ya aumentó en tres oportunidades las jubilaciones más bajas y puntualizó que ahora también se beneficiarían los que quedaron relegados en los esos incrementos.

Los 100 millones de pesos que implicará la medida serán financiados con el elevado superávit fiscal que viene obteniendo el gobierno mes a mes.

Con el aumento, las jubilaciones míninas pasarán de 280 a 300 pesos y el resto de los haberes -inferiores a mil pesos- percibirán incrementos escalonados de entre 7 y 9 por ciento.

El objetivo del Gobierno es compensar la pérdida de poder adquisitivo producida por la inflación, que ya acumula un 3,8 por ciento en lo que va del año.

Además, otro objetivo es recomponer el consumo interno, luego de algunas señales que indican un desaceleramiento en los niveles de compra de la población.

La decisión de otorgar un aumento habría sido resuelta el viernes pasado por el presidente Néstor Kirchner, durante una reunión con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández y los ministros Roberto Lavagna (Economía) y Carlos Tomada (Trabajo).

A partir de la devaluación, el Gobierno decidió elevar en varias oportunidades los haberes mínimos, ya que los llevó de 150 a 280 pesos, pero no tomó la misma resolución con las jubilaciones más altas (alrededor de 1.200.000 personas).

De esta manera, los jubilados que cobran los haberes mínimos pasaron de ser 800 mil a fines de 2001 a los dos millones que existen en la actualidad.

Ahora, sólo quedarán sin aumentos quienes perciben más de mil pesos mensuales, equivalente a 170 mil beneficiarios.

Para cerca de la mitad de los beneficiarios esta medida significaría la ruptura de un congelamiento de ingresos de trece años.

Desde la devaluación del peso, en enero de 2002, el gobierno aumentó la jubilación mínima de 150 pesos a los actuales 240, pero no hubo cambio alguno para quienes recibían pagos superiores al mínimo.

El costo de estos aumentos rondaría los 1.200 millones de pesos anuales y el gobierno confía en que esos recursos se trasladarán de lleno al consumo y apuntalarán la reactivación experimentada por la economía argentina en los últimos dos años, tras su peor crisis en un siglo, que en las últimas semanas mostró alguna desaceleración.

La medida utilizaría el superávit fiscal por encima del 3% del PBI pactado con el FMI para atender la deuda pública, y está en línea con el argumento del gobierno de que ese tope es el máximo que puede pedirse a la economía argentina sin ahogar su alentador ritmo de actividad. Pero en términos políticos, la decisión contradice el explícito deseo del Fondo de aumentar el superávit.

Estatales quieren discutir salarios

La conducción de la CTA, que lidera Víctor De Gennaro, llegará el jueves próximo a la Casa de Gobierno para plantearle al presidente Kirchner la necesidad de realizar correcciones de fondo al modelo económico, avanzar en la «recuperación del salario» y promover la «democratización» sindical.

Kirchner recibirá a la Mesa Nacional de la Central de Trabajadores Argentinos el jueves a las 20:00 -se postergó un día el encuentro previsto inicialmente para el miércoles-, en momentos en que se tornó fluido el diálogo del Gobierno con la CGT y se avanza en la relacióncon los partidos políticos tradicionales.

Como primer análisis público, De Gennaro planteó que «una nueva experiencia política no se puede crear reconstruyendo estructuras absolutamente viciadas y comprometidas con todo lo que pasó» en la Argentina.

El líder de la CTA marcó también que no se perciben «cambios en las políticas de fondo económicas y sociales que permitan resolver la injusta distribución de la riqueza».

En ese sentido, según anticipó el dirigente de la CTA Edgardo Depetri, la conduccion sindical llevará a la Casa Rosada el reclamo de «priorizar a la niñez con una asignación universal por hijo» y a los mayores sin cobertura.

Otros temas que llevará la CTA a la mesa de debate, serán la modificación del sistema previsional, «la recuperación del ingreso de los tabajadores y mejorar la calidad de vida de los argentinos». (Télam)


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