Rubén Palavecino y Stellina Rusconi, el matrimonio que erigió el Hotel Suizo, festeja sus Bodas de Oro

Neuquén

Al historiar la vida de un emprendimiento sabemos que comienza con un proyecto, que es la conjugación de una idea y su puesta en marcha: tal es el caso del Residencial Suizo, sito en el corazón de la capital neuquina. Es necesario echar un vistazo a la vida familiar de los creadores que forjaron y concretaron esa idea perdurable: se cumplen 50 años del Hotel Suizo. Todo comenzó en la casa de Lilia Angélica Bussalino y Huberto Loretto Palavecino. Uno de los protagonistas, Rubén, nació en la capital neuquina el 10 de octubre de 1934. Tiene un hermano llamado Rolando Héctor que fue un excelente basquetbolista del Club Pacífico. Realizó sus estudios primarios en la Escuela N° 2, ubicada a pasos de su casa (la escuela en Avda. Argentina y Carlos H. Rodríguez).

El secundario lo realizó en la única escuela secundaria, el San Martín, cuando era directora la Sra. Olympia Parola de Krausse. En el relato Rubén recuerda a sus maestras y compañeros de escuela. En 1950 entró a trabajar en el Correo como mensajero, posteriormente fue telegrafista.

Conocía a la familia Castillo, que le pagaba para llevarle la vianda a un familiar que era guardiacárcel y Rubén rememora cómo era llegar a la U9 en medio de “medanales y yuyos”. Luego de eso, ingresó a trabajar al Banco Nación; estuvo solo un año, renunció y se fue a Bs. As. a estudiar Meteorología. Luego trabajó 30 años en la Gobernación de la capital neuquina, primero en el Ministerio de Economía como auxiliar y llegó a ser director general. Fue secretario general de la Gobernación en el mandato del Ing. Pedro Salvatori. A los 23 años se casó con María Gracia “Stellina” Rusconi, nacida en el cantón Suizo Grisones el 18 de agosto de 1939, hija de Alfonso Rusconi y de Stella Santa Coloma, que venía de Bernasconi, La Pampa. A los ocho años arribaron a la Argentina y posteriormente a Neuquén. Stellina estudió en la escuela N°2 y en el Colegio San Martín.

La familia de Alfonso Rusconi había venido a estas tierras para realizar tareas de revestimiento en el Hotel Confluencia, emblema del Neuquén del siglo XX, debido a su oficio de constructor. El espíritu inquieto y de trabajo hizo que Stellina y Rubén maduraran la idea de abrir un hotel en la casa familiar de los Palavecino, en Carlos H. Rodríguez 167. Es así que el proyecto se concretó el 28 de diciembre de 1969: sobre la base de la casa de doña Lilia se construyeron 5 habitaciones y baño compartido. Posteriormente las ampliaciones: en 1974, 1979, con 9 y 18 habitaciones respectivamente. Una anécdota particular fue la noche del 28 de diciembre. No hubo huéspedes, por lo que Stellina y Rubén cerraron las puertas y regresaron al día siguiente. Durante muchos años el antiguo residencial albergó infinidad de huéspedes, trabajando afanosamente para brindar un servicio de excelencia.

En 2005 se convirtió en un hotel de tres estrellas con una estructura de siete pisos, 50 habitaciones, dos salas de eventos, oficina equipada, cocheras y su distintiva cafetería Mítico Sur. El nombre Hotel Suizo tiene sus raíces en aquellas tierras lejanas en donde naciera la Gringa, aquel pueblito que la vio partir con su familia para nunca más regresar; se establecieron en la Norpatagonia para colaborar a su desarrollo. En sus comienzos se llamó Residencial y posteriormente Hotel Suizo. Es la culminación del sueño de Rubén y Stellina. Ella, que siempre fue una mujer inquieta, con espíritu de trabajo incansable y que en los orígenes del hotel había pensado que, como era la época de la Construcción de la Represa Hidroeléctrica del Chocón, se necesitaba alojamiento en la ciudad; y él que acompañó y ambos concretaron la idea.

Fallecida Stellina en 1989, la administración del hotel correspondió a una sociedad formada por los hermanos Omar y Jannet y su padre Rubén. Hoy en sus Bodas de Oro le rendimos este pequeño homenaje resaltando el valor de aquellos que pergeñaron en sus mentes y concretaron el emprendimiento que fue creciendo con la historia de la ciudad neuquina, historia de familia visionaria que no escatimó esfuerzos en pos del engrandecimiento personal y urbano.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256


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