«Las Dos Lunas» sacó un nuevo as de la manga

Ahora estrenó "Latrama", un recorrido por el folklore argentino donde predomina la música.

ROCA (AR).- Ayer se estrenó «Latrama» en Rodhe 1140 y hoy a las 21.30 los actores de «Las Dos Lunas» repetirán la experiencia en un espectáculo que lleva canciones y textos de Alfonsina Storni, Alejandro Dolina, Alejandra Pizarnik y Oliverio Girondo además de temas del folklore argentino conocidos, con arreglos de Walter Lusarreta que dirige la parte musical «por eso hay tanta entrega y confianza con respecto al producto» dice Anahí Muñoz, que en este espectáculo se compromete tocando la guitarra y cantando.

«Por lo que dejamos entrever por el título -dice Pablo Donato- es una trama de cosas alrededor de la música folklórica argentina, una recorrida por diversos temas a los que se suman poemas». El espectáculo retoma el hilo de lo que hicieron en «Las lunas del mostrador» con Alberto Suárez. Precisamente se incluye un tema de este autor. «Esa fue una experiencia muy linda y queríamos volver a hacer algo particular y aunque esto es distinto, está hecho sobre la misma base de trabajar sobre las emociones y con una técnica que para nosotros los actores es distinta», precisa.

Pablo Donato toca la flauta traversa y hace percusión; María Robin toca la flauta y canta, Anahí toca la guitarra y canta y Walter Lusarreta toca la guitarra.

«Personalmente -dice Anahí- con la guitarra estoy trabajando desde el año 97, cuando me la regalaron». Aquí vale aclarar que es hija del músico Luis Muñoz y su pareja es el conocido «Pato» Frank, quien le ha enseñado mucho durante estos años.

«Para mi fue un amor que agarré y no abandoné más. Creo que de todos modos estaba como idea del próximo espectáculo de «Las dos lunas» meter la guitarra, pero nunca pensé que iba a estar tan lanzado a lo musical. Esto es un desafío bastante grande».

María había estudiado flauta desde hace varios años, pero en forma discontinua, al igual que Pablo Donato. Ambos estudiaron con Irene Ríos, en Río Cuarto cuando estuvieron viviendo en Córdoba, y últimamente lo hicieron con Gabriela Yapert.

«Con lo poco que tengo aprendido, aprovechamos al máximo las enseñanzas de Yapert -dice Pablo- pero más que nada esto es un punto de partida en mi caso en particular, para hacerlo más sistemáticamente porque pensamos que este espectáculo es un adelanto de algo que pensamos seguir sumando». Como los espectáculos musicales tienen la ventaja de que son bien móviles, se les puede agregar, ampliar hacia otros repertorios porque no tienen un esquema fijo; eso les va a permitir ampliarlo en el futuro.

«No sabemos qué repercusión va a tener, aunque calculamos que será buena porque nos gusta mucho el espectáculo. Suponemos que a medida que nos permita hacer más cosas, eso va a exigir un estudio más sistemático» se comprometen.

«Walter, que ha hecho los arreglos, se las ha ingeniado para simplificar las cosas. Para él es un desafío bárbaro -como director musical- partir de lo que ellos aportan».

«No es tan sencillo lo que tocan a nivel musical pero es un desafío el hecho de que con pocos elementos se logra algo intenso, algo que suene emocionante, que es a lo que se apunta. La instrumentación es chiquita,y busca crear un trabajo íntimo, sin sonido adicional, para escuchar muy de cerca. Básicamente es un trabajo muy distinto a lo que yo hago habitualmente con la música -define-. Por ahí lo más cercano es cuando trabajé en un par de temas con Luis Andrade tocando la guitarra, porque toqué la guitarra, pero desde la concepción de los arreglos, es algo que yo todavía no había hecho». Sin embargo el músico del grupo se manifiesta conforme y admite que «trabajar de este modo me encanta».

Este es un desafío porque implica algo nuevo para todos, porque por ejemplo aquí, Walter además de tocar la guitarra, también va a cantar, cosa que hasta ahora nunca hizo.(C.V.)

«Sólo queda la música»

«Si bien el antecedente de este espectáculo ya estaba en «Lunas del mostrador», a mi particularmente -dice Anahí- me parece que «Lunas» todavía estaba bastante apoyado en lo teatral que para nosotros actores es un lugar más seguro. Pero «Latrama» está mucho más volcado a lo musical, si bien tiene poemas y relatos».

«Es un terreno bastante nuevo y maravilloso de explorar y lo más extraño es que cuando empezamos a hacer esto, creí que iba a surgir la parte teatral con más peso, pero a medida que fluyeron las cosas, tenemos esto, que significó un laburo diario desde enero. No le aflojamos ni un día y estudiamos mucho porque el director musical cada vez se ponía más complejo y para eso había que ponerse. Pero fue un gusto hacerlo».

A Donato, que es el que menos experiencia musical ha tenido, le interesó porque «es un escalón de lo que es el proyecto España». Aquí hay que aclarar que a fin de mes estos chicos parten a ese país para hacer una experiencia múltiple, junto a otros cuatro artistas roquenses: Gabriela Yapert, «Pato» Frank, Fernanda Archanco y Emilce Giarduli.

«Internamente tengo terror porque también pensé que mi participación dentro del espectáculo era de sostén teatral. Pero a pesar de que aquí también hablo bastante, me comprometo musicalmente también. Tuvimos que aprender un proceso de construcción diferente, que no tiene nada que ver con el teatro y es cotidianamente más placentero. Me encantó y es bueno que se haya podido aprovechar la pequeña capacidad que tenga en un principio alguien que no pertenece al área».

«Partamos de que todos tienen buen oído musical -dice Walter- de la facilidad de poder aprender porque tienen talento, pero lo que me asombra porque nunca había estado en un grupo así, es la capacidad de trabajo que tienen todos, que es muy diferente de la de los músicos.

Es un trabajo grupal constante que no es el que tiene un músico, que generalmente es más solitario. Lo bueno es que de ese trabajo diario sale un resultado piola porque si no, no sirve para nada. Estoy muy contento con lo que surgió».

Lo que queda de teatral en «Latrama» es el cuidar el espectáculo desde lo visual, y la estructura que mantiene, aunque consideran que éste será un primer dibujo de lo que puede llegar a ser «Latrama».

Van a llevar más material para procesar en España, donde piensan permanecer un tiempo tratando de aprovechar todo lo que puedan, y poder amalgamar todavía más lo que es el teatro con la música. Está planteado para que se autoabastezca entre los cuatro integrantes. Ellos hacen las luces, el sonido y tocan y cantan, lo cual tiene que ver con el proyecto alivianar el espectáculo. (C.V.)


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