El técnico que quiere recuperar el paraíso perdido
Salvar a su equipo del descenso es el principal desafío. "El jugador tiene que ser una fiera", señaló el DT.
MALLORCA (DPA) – El «paraíso» ya no está. Cuando el argentino Héctor Cúper llegó por primera vez a Mallorca como un desconocido entrenador de fútbol en España, vivió una experiencia única. Hoy, siete años después, el recuerdo de las hazañas de entonces contrasta con la actualidad de un equipo que lucha por no descender.
«Mallorca es algo especial, siempre volví y mantuve mi departamento», asegura Cúper, quien define a Mallorca como un «paraíso», con una calidad de vida superior, con mar, montañas y sol garantizado casi a diario.
Aquellos años entre 1997 y 1999 convirtieron a Cúper en una estrella emergente de los entrenadores, en la primera etapa de un camino europeo que lo llevó al Valencia, el Inter y de regreso al Mallorca, que hoy añora la final de la Copa del Rey, la Recopa europea y su título en la Supercopa española.
Cúper entrena a pleno sol en la ciudad deportiva del club a un grupo de jugadores con seis delanteros, entre ellos un japonés y un venezolano, pero que no mete goles, y que ganó uno de los últimos quince puntos disputados.
«¡Qué pareja de centrales!», se entusiasma Cúper cuando el enésimo ejercicio defensivo rinde sus frutos. A pocos metros, su inseparable Juan M. Alfano trabaja para recuperar jugadores que salen de lesiones.
Pero no hay muchas razones para el entusiasmo, porque el Mallorca comparte el último puesto de la Liga después de haber llamado de urgencia a Cúper hace dos meses.
El argentino, de todos modos, disfruta por el sólo hecho de estar trabajando. «Yo descansé luego de terminar con el Inter. Cuando uno se da cuenta que descansó, comienza a 'picar el bichito' y quiere volver», reconoce.
La propuesta del Mallorca llegó en el momento justo para sacarlo de su de clases de tenis, saxo y lectura en su casa junto al Lago de Como. Y con un contrato de tres años por varios millones de euros, no fue difícil convencerlo.
Aprendió a jugar tenis para «descargar adrenalina» y no «pelearse» con su mujer e hijos, tres adolescentes que disfrutan de las espectaculares vistas que tiene el gigantesco ático de Cúper sobre la bahía de Palma.
La experiencia italiana terminó mal, y sus «vacaciones» forzadas en el Inter se le hicieron, al final, un tanto largas. «En los primeros meses miraba muy poquito fútbol, me estaba tomando vacaciones. Y aprendí a tocar el saxo, sí, sí. Nunca me lo hubiera imaginado en mi vida…».
El saxo ya no suena en Mallorca ya que «el fútbol consume las horas de una manera increíble», porque Cúper, quien tiene un partido clave el domingo en el «Santiago Bernabeu» ante el Real Madrid, está obsesionado con sacar a su equipo del pozo.
El fútbol no es una guerra, pero Cúper quiere «soldados»
para salir adelante. «Cuando uno le pide a un equipo la máxima concentración, atención y esfuerzo, yo lo comparo con un soldado que está en una guerra. Tiene que estar despierto, atento, mirando para todos los costados, que el arma esté cargada, que nadie lo agarre por la espalda… Uno tiene que ser una fiera , porque estamos en zona de descenso», señala.
Más allá de la filosofía «guerrera», Cúper tiene claro que un equipo exitoso se cimenta a partir de una defensa ordenada. «Cuando un equipo defiende bien, tiene más posibilidades de ir al ataque y ganar», asegura.
Comenta siempre que no le gusta soñar, pero la selección argentina lo llevó dos veces a traicionar esa conducta, porque llegó a verse en el 2002 y el 2004 en el lugar de Marcelo Bielsa.
«Hubo momentos en los que yo pensaba que esa posibilidad se podía dar. Es más, me sigue ilusionando. Sé que hay otros entrenadores que están en mejores condiciones que yo, por prestigio y cosas ganadas», expresa.
¿Asignaturas pendientes? «Sólo deseo tener las mismas ganas cada vez que me pongo el buzo de técnico. Si al final de mi campaña, el día que me retire o que ya no me contrate nadie, no gané un título importante no va a pasar nada», asegura.
«Ronaldo me eligió como excusa para irse»
MALLORCA (DPA) – Héctor Cúper no olvida a Ronaldo, su gran enemigo en la frustrada experiencia del Inter, pero asegura no tener problema alguno con el brasileño, que abandonó el club italiano rumbo al Real Madrid acusando a Cúper de boicotear su juego.
«El se fue porque él se quiso ir, no por Cúper. El se fue. Se quiso ir un día y evidentemente me eligió a mí para justificarse», asegura Cúper, quien señala que el brasileño es muy diferente hoy al jugador que le tocó dirigir hace tres temporadas.
«Hoy no es el mismo, es mejor. El venía de una lesión y se recupera estando yo en el Inter, y vuelve a jugar al fútbol estando yo en el Inter. No es este Ronaldo de hoy», expresa.
Cúper toma con tranquilidad el reencontrarse al delantero el domingo, durante el partido que enfrentará al Real Madrid con el Mallorca.
«Yo no tengo ningún problema, el problema lo tiene él conmigo… La conclusión del tema Ronaldo es que no quedó claro cuál fue el problema que tuvo conmigo. En su momento me quiso atacar señalando que yo no quería que jugara al fútbol… Bueh, eso ya es pasado», expresa como restándole importancia a lo sucedido.
MALLORCA (DPA) - El "paraíso" ya no está. Cuando el argentino Héctor Cúper llegó por primera vez a Mallorca como un desconocido entrenador de fútbol en España, vivió una experiencia única. Hoy, siete años después, el recuerdo de las hazañas de entonces contrasta con la actualidad de un equipo que lucha por no descender.
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