Once muertos y una periodista italiana secuestrada

Actualizado a las 11:38

BAGDAD (AFP) – Dos soldados estadounidenses y nueve iraquíes murieron en Irak, donde hoy continuaba el cómputo de votos de las elecciones generales que por el momento dan una amplia ventaja a una lista de la alianza chiíta. En Roma, el diario independiente de izquierda Il Manifesto indicó que una de sus periodistas que trabajan en Irak, Giuliana Sgrena, había sido secuestrada «cerca de una mezquita, en Bagdad».

Nueve iraquíes, en su mayoría civiles, murieron desde ayer al anochecer en diversos ataques al norte de Bagdad, según la policía. El primer GI perdió la vida en un ataque con bomba el jueves cerca de la ciudad de Mosul (norte) y el segundo combatiendo ese mismo día contra los insurgentes en la provincia de Babilonia, al sur de Bagdad.

Con estos casos ascienden a 1.440 los soldados estadounidenses muertos en Irak desde la invasión de ese país, en marzo de 2003, según las cifras del Pentágono. El representante del gran ayatolá Ali Sistani en la ciudad santa chiíta de Kerbala, al sur de Bagdad, afirmó el viernes que los próximos candidatos electos tendrán «toda la legitimidad para hablar en nombre del pueblo».

«Los candidatos electos tendrán la legitimidad para hablar en nombre del pueblo y es la primera vez que eso sucederá a los iraquíes desde hace más de 80 años», dijo a la AFP el jeque Ahmad Safi, quien pidió «unidad a los iraquíes».

Esta posición contrasta con la del Comité de Ulemas Iraquíes, la principal asociación religiosa sunita del país, que no reconoció más que una legitimidad limitada al próximo gobierno, estimando que no podía serlo totalmente debido a que las elecciones «se realizaron bajo la ocupación».

«Todo el mundo debe evitar una división de Irak», destacó Safi. El recuento de los votos de las elecciones del pasado domingo continuaba el viernes. El jueves, la Comisión Electoral indicó que la lista chiíta de la Alianza Unificada Iraquí, bendecida por el ayatola Sistani, obtenía más de 70% de los votos después del escrutinio de las papeletas de 10% de los locales de votación, situados en gran parte en las regiones chiítas.

Si como afirmó un miembro de la Comisión Electoral, el número de votantes es de unos 8 millones, esta lista ya obtendría al menos 40 de los 275 escaños de la Asamblea Nacional. Un representante de la corriente del jefe radical chiíta Moqtada Sadr propuso a las fuerzas políticas y religiosas que apoyaron las elecciones que participasen en un llamado pidiendo la retirada de las fuerzas extranjeras de Irak.

Este llamado fue difundido por otros imames de la corriente Sadr en las mezquitas de Bagdad. Los partidarios de Sadr fueron autorizados a participar en la plegaria del viernes en la ciudad de Kufa, cerca de Nayaf, por primera vez desde la ola de violencia del verano pasado.

Brasil gestiona por su secuestrado

El gobierno de Brasil intensificaba las gestiones internacionales para lograr la liberación de un brasileño secuestrado en Irak hace más de dos semanas, informó hoy la agencia oficial de noticias.

El embajador especial de la cancillería brasileña para Oriente Medio, Affonso Celso Ouro Preto, se encuentra actualmente en Jordania manteniendo contactos, dijo un reporte del servicio oficial de noticias Agencia Brasil. «Las gestiones brasileñas han incluido autoridades gubernamentales, entidades, individuos y organizaciones religiosas y de asistencia humanitaria de Brasil y de diferentes países'', agregó el reporte, sin ofrecer detalles sobre esas gestiones o las personas con las que ha hablado el embajador Ouro Preto.

La cancillería declinó el viernes comentar un informe del diario Folha de S. Paulo, que aseguró que Washington ha ofrecido su ayuda a Brasil para intentar lograr la liberación del ingeniero Joao Jose Vasconcellos, de 49 años. Vasconcellos, quien trabaja para Constructora Norberto Odebrecht S.A., una de las más importantes de Brasil, fue emboscado el 19 de enero cuando iba al aeropuerto de Bagdad.

Un iraquí y un contratista de seguridad británico murieron en el ataque, que se atribuyó el Ejército Ansar al-Suna, un conocido grupo de extremistas de Irak. Odebrecht ha dicho que participa de la obra de reforma de una termoeléctrica ubicada en la zona donde se produjo la emboscada, pero ha declinado ofrecer otros detalles alegando razones de seguridad.