En Bariloche el virus circula más rápido con los chicos

Los especialistas dicen que hay menores de entre 10 meses y 14 años contagiados. No son pacientes de riesgo pero llevan el virus a los adultos.

El 20 de julio, Bariloche registraba 53 casos activos de coronavirus. Diecisiete días después, los casos treparon a 456. En poco más de dos semanas, los contagios se incrementaron un 800%. 

En su gran mayoría, se trata de personas de 19 a 45 años, sin antecedentes patológicos o enfermedades previas. Y entre los contagiados predominan los hombres.  

Es gente sana pero esto no lo pasan como una gripe común. Hay mucho dolor muscular, mucho cansancio, dolor de cabeza, abdominal, diarrea y vómitos. No compromete la vida pero son situaciones muy pesadas para atravesar”, describió la epidemióloga Romina Berazategui, del hospital Ramón Carrillo.  

Los médicos detectaron que la gente con mayores factores de riesgo realiza una consulta más tardía, entre 4 y 6 días posteriores a los síntomas.   

“En estos casos, los síntomas son más solapados. Consultan cuando ya hay fiebre y te dicen: ‘Me quedé juntando síntomas para ir´. Durante años, el mensaje fue que se quedaran en casa pero ahora, el mensaje es otro”, señaló la pediatra Gabriela Varone.  

Comentó que los niños atraviesan la enfermedad de manera leve pero son “muy diseminadores”. “Viven con mocos pero son irresistibles. Entonces, todos los abrazan, pasan de brazo en brazo. Hemos tenido criaturas de dos años con Covid-19 con más de 25 contactos”, advirtió la pediatra.  

Agregó: “El papá se va a trabajar y lo lleva a la casa de la abuela porque es inofensivo. Y no es así. El chico es un gran diseminador y puede llevar la infección a gente de mucho riesgo. La recomendación es que si los dejan, sea siempre a cargo de la misma persona y no con cinco personas distintas”. 

Los datos son concluyentes: entre las principales causales de contagio priman las “conductas comunitarias”, como cumpleaños, reuniones familiares o juntadas con amigos. “Hablamos de pequeñas reuniones de 10 personas. O previas de adolescentes. Tenemos también muchos contagios en confiterías y especialmente, cervecerías, ya sea de gente que se ha juntado o gente que trabaja ahí. En casi todas las cervecerías, hemos encontrado algún caso”, expresaron desde el equipo de Epidemiología del hospital Ramón Carrillo, coordinado por Dianela Gallardo. 

Destacaron además, hay muchos contagios entre los trabajadores de la salud, entre las fuerzas de seguridad, en algunas dependencias municipales, en el ámbito judicial. “Son casos aislados porque hay más circulación. Y son ámbitos donde hay contacto con mucha otra gente”, recalcaron las epidemiólogas. 


Demasiados cuidadores


La jefa de Pediatría del hospital Ramón Carrillo, Anabel Rodríguez, advirtió un aumento considerable de contagios entre pacientes pediátricos. Los casos arrancan desde los 10 meses hasta los 14 años y los síntomas son los mismos que los de los adultos. Predomina la fiebre, el dolor de garganta, la tos, diarrea y vómitos. 

“Cuando hacemos la ficha epidemiológica y preguntamos por los contactos de ese niño las 48 horas previas, un período tan corto de tiempo, nos encontramos con muchísimas personas. Los chicos pasan por diferentes cuidadores”, esgrimió Rodríguez.  

Insistió en que “el aislamiento no se está cumpliendo. Los padres terminan admitiendo que estuvieron en una fiesta de cumpleaños, o en la casa de alguien o que los cuidó otra persona. Son tantos los contactos que es difícil encontrar de quién se contagiaron”. 

Por otro lado, la mayoría de estos pacientes pediátricos conviven con abuelos o bisabuelos en un mismo predio o en la misma casa. “Los mayores de 60 años son factores de riesgo. Muchos abuelos tienen diabetes o hipertensión. Y lo cierto es que muchos papás salen a trabajar y dejan a los chicos con ellos”, planteó.  

Mientras los niños sean sanos, no hay complicaciones severas del coronavirus a diferencia de los adultos que suelen arrastrar patologías de base. “Lo que sí tienen los chicos –alertó Rodríguez- es que son sumamente infectivos. Portan mayor cantidad de virus que un adulto en la nasofaringe. Por eso, contagian mucho más que un adulto”. 

Los más chicos no suelen usar el codo para estornudar o toser. Tampoco se lavan las manos con frecuencia. Si bien en esta época invernal suelen enfermarse más, el hecho de que las escuelas permanezcan cerradas incide en que las infecciones respiratorias sean muy pocas.  

Rodríguez señaló que hoy no hay pacientes respiratorios en Pediatría. “Por suerte, esbozó, los chicos con Covid positivo están en buen estado general. Algunos tienen síntomas muy banales y pueden estar aislados en hoteles”. 

La internación de pacientes pediátricos en los últimos días obedeció a que los tres hoteles que alojan casos positivos de Covid-19 tenían limitada su capacidad. “Al abrirse el cuarto hotel, pudimos derivarlos. Decidimos internar a un bebé de 15 meses solo para seguirlo muy de cerca pero estuvo bien”, contó la jefa del Servicio. 

 

Queja de la Senaf por este artículo

La  Secretaria de Estado de Niñez, Adolescencia y Familia de Río Negro planteó objeciones al artículo precedente y pidió se rectifique la nota con el argumento de se señala a los niños y adolescentes «como sujetos culpables» de la transmisión del virus, «sin advertir que son los adultos responsables quienes los exponen al contagio y los convierten en agentes transmisores».

RÍO NEGRO no rectifica opiniones de entrevistados, en este caso científicas de la salud de Bariloche.

A continuación la misiva enviada desde la Senaf:


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios