Diputados convirtió en ley el proyecto del gobierno de reforma laboral

BUENOS AIRES.- La Cámara de Diputados convirtió ayer en ley la reforma laboral y se anotó el segundo triunfo político de la semana, luego del éxito de Aníbal Ibarra en los comicios porteños.

Sin embargo, las señales alentadores se inscriben en un marco más amplio, en el que la cuestión social puede ser relevante si no se encuentran soluciones rápidas para los sectores más carenciados que reclaman en el interior del país.

Para cerrar los frentes de tormenta y abrir un marco de amplio consenso, De la Rúa quiere reunirse con Domingo Cavallo y el camionero «rebelde», Hugo Moyano. La idea es garantizar un diálogo fluido con la oposición política y gremial. La sanción de la reforma laboral permitirá descentralizar las negociaciones laborales, terminar con la ultraactividad de los convenios colectivos y promover el empleo.

La cámara convalidó por mayoría simple el despacho que llegó del Senado, donde los cambios más conflictivos que tuvo el proyecto habían sido negociados entre el gobierno y el PJ. Fue el epílogo de la iniciativa más conflictiva para el gobierno, presentada al Congreso en febrero pasado, que provocó la fractura de la CGT y el primer paro nacional contra el gobierno de Fernando de la Rúa.

La reforma laboral fue aprobada por 121 votos de la mayor parte de la Alianza, el cavallismo y los diputados provinciales. La diputada del Frepaso y sindicalista Alicia Castro y su colega de bancada Enrique Martínez se abstuvieron de votar.

Votaron en contra los frepasistas Marcela Bordenave, Héctor Polino, Ramón Torres Molina, Eduardo Macaluze, Jorge Giles, Elsa Quiroz, Alfredo Bravo, Jorge Rivas y Federico Soñez.

La ley amplía el período de prueba de los nuevos trabajadores, fomenta la renovación de los convenios colectivos de trabajo y favorece con reducción de los aportes patronales a las empresas que tomen nuevos empleados.

Los senadores incorporaron cláusulas de garantías contra la rebaja de salarios, relativizaron la descentralización sindical y ampliaron la posibilidad de los trabajadores a acceder a la información empresaria.

No hubo cambios en la posición de los diputados con respecto a la votación del 24 de febrero, cuando la cámara baja aprobó por primera vez el proyecto. Las mayores críticas llegaron desde los diputados de origen sindical.

Castro consideró que el proyecto llevará en el futuro a la rebaja de sueldos y advirtió que, al permitir modificar las condiciones salariales de los trabajadores que se tomen tras la sanción de la norma, se crea «un aliciente para que los empleadores traten de desprenderse de los viejos, más caros, para tomar nuevos, más baratos». La Alianza, a través del presidente de la comisión de Legislación del Trabajo, Juan Carlos Passo, consideró en el recinto que en el Senado «había sido mejorada».

El PJ, en cambio, insistió en que la ley no promoverá el empleo y mostró sus diferencias con el Senado respecto de las modificaciones que negoció el gobierno con el bloque del PJ, para conseguir la sanción de la ley.

Principales puntos

-Se descentraliza la negociación colectiva y las negociaciones se podrán hacer a nivel de rama, actividad, región o empresa.

-El convenio que prevalecerá será el de ámbito menor, salvo que las partes manifiesten su adhesión al convenio de actividad.

-La delegación sindical estará conformada por autoridades del gremio local y nacional.

-Se elimina la ultraactividad y el Ministerio de Trabajo deberá hacer una convocatoria para renegociar los convenios colectivos de trabajo que hayan vencidos.

-Los convenios anteriores a 1988 tendrán dos años de plazo hasta la firma de un nuevo acuerdo, y si prosiguen las discrepancias se recurrirá a un arbitraje.

-Los convenios posteriores a 1988 que vencieron, deberán ser convocados a partir de la denuncia de una de las partes y tendrán desde esa fecha dos años para alcanzar un acuerdo. También pueden ir a un arbitraje.

-Las clausulas de obligaciones de los trabajadores se mantendrán, aún cuando esté vencido el convenio. (Télam)