No todo está roto, todavía

Redacción

Por Redacción

He dicho muchas veces que admiro y respeto tu labor, pero si vas a trabajar en contra del proyecto político del Presidente, debo pedirte que te vayas: no es bueno que sigas estando al frente del bloque.

– No te apresures. Es cierto que estamos al borde de la ruptura, pero yo sigo peleando por un acuerdo.

En medio del derrumbe parcial, el kirchnerista Osvaldo Nemirovsci, fue el viernes pasado con el planteo al titular de la bancada de diputados nacionales del Partido Justicialista, el duhaldista José María Díaz Bancalari, quien no debió esforzarse mucho para convencer a su compañero en seguir trabajando juntos en pos de unificar criterios y, sobre todo, compatibilizar listas en el distrito numéricamente más importante, el de la provincia de Buenos Aires.

Un somero repaso de los titulares de los principales diarios del último mes refleja la deliberada histeria informativa acerca del conflicto entre Néstor Kirchner, quien juró que no estaba metido en la interna (!!!) y Eduardo Duhalde, quien como símbolo de lo viejo, proclamó haberse retirado al Mercosur (!!!). Un día la relación es excelente, y al siguiente los protagonistas reafirman su cansancio por las «extorsiones» y las listas de «impresentables» que deben soportar de su aliado y/o contrincante, según el humor o las exigencias de cada cual.

Un testigo involuntario de los frenéticos cabildeos que se vivieron a lo largo de la semana en la Rosada, aseguró que no planeaba el Presidente romper con Duhalde. Se preparaba, en cambio, para establecer consensos «en la medida de lo posible», ayudado en este cometido por su jefe de gabinete, Alberto Fernández, en contra de los argumentos esgrimidos por su esposa, la senadora Cristina Fernández y el gobernador Felipe Solá, quien con poco «va por más».

Se reviró. Esa fue la expresión que utilizó el vocero al describir el talante de Kirchner cuando se enteró el miércoles por la noche que Duhalde quería 9 cargos de diputados nacionales para premiar entre otros a «Chicho» Basile -un gurka declarado- y Rodolfo Frigeri, actualmente procesado por irregularidades que se habrían registrado durante su jefatura en el Banco de la Provincia de Buenos Aires.

Y sí, los duhaldistas también tachan «cachivaches», rubro en el que colocan a Luis D'Elía. Exponen que si este piquetero representa el cambio, se quedan con los manejos tradicionales tan vilipendiados por la sociedad a fines de 2001.

Como los tiempos electorales dejan resquicios para las presiones, es presumible que se siga tratando de copar la parada y que recién se depongan las ambiciones desmedidas en el último minuto, una especialidad de «Manu» Ginóbili, cuya brillante actuación en San Antonio Spurs, en la NBA, debería ser imitada por su nobleza, alejada de la ventaja rastrera.

Todos apelan a lo que está a mano. Los duhaldistas a «Chiche» González, quien tiene dos años más de mandato como diputada nacional. Kirchner al canciller Rafael Bielsa para lidiar en la desfavorable capital federal, y a su hermana Alicia, ministra de Desarrollo Social, para sacar las papas del fuego con su apellido, en la natal Santa Cruz.

Más allá de la centralista Buenos Aires, existe preocupación por lo que suceda en cada distrito. La mente también está en el 2007, pese a que en el presente se está tratando de vender a mayor precio lo que se tiene. La esposa del patagónico sospecha que Duhalde teje un proyecto antagónico para dentro de dos años, al que trataría de sumar al ministro Roberto Lavagna (factótum del crecimiento económico y la salida del default), y al ex presidente Raúl Alfonsín, cada vez con más ganas de recuperar a fin de año el timón del barco radical, hoy a la deriva.

Jugar como Ginóbili requiere grandeza y apertura. Como dijo el ex duhaldista José Pampuro esta «es la hora del flaco» (por el Presidente). Desde una fortaleza construida en base a sacrificios y confrontaciones duras (con los militares, el FMI, la Iglesia, las privatizadas, etc), el santacruceño choca con los custodios del status quo y, por qué no señalarlo, con la tesitura más rígida de Cristina, un par suyo más que una simple senadora que va por la reelección en la provincia de Buenos Aires.

¿Hay margen para el arreglo?, quiso saber este diario. El testigo de privilegio, antes de retornar a su provincia, contestó: No está todo roto. Siempre hay un margen para avanzar en bien de todos ¿Cómo -repreguntó- inventamos políticos nuevos de la noche a la mañana? ¿La sociedad se queja con razón, pero a la hora de los bifes, cuántos son los que se anotan y están dispuestos a ensuciarse en la función pública?

Aún con su dosis de optimismo, el dirigente de tierra adentro opinó que las circunstancias van agudizando el conflicto y que los peronistas se sienten habilitados a hacer cualquier disparate, porque la oposición no es capaz de construir un dique salvador. «A veces siento que esta historia ya la vivimos», confesó

Nacionalmente, Mauricio Macri y Ricardo López Murphy, hacen pie con esfuerzo en capital y el conurbano, y Elisa Carrió empezó a irradiar magnetismo desde la ciudad de Buenos Aires, a sabiendas que renquea en varias provincias, como en la de Córdoba, cuya conducción debió intervenir porque la desconoció como autoridad.

Obsesivos de las encuestas, en la sede gubernamental y en Lomas de Zamora miden la reacción de la gente por los movimientos en falso que pueden desembocar en que los melones se acomoden solos cuando el camión empiece a andar, o que se derramen por el pavimento provocando «una puerta 12», que recuerda la tragedia ocurrida en la cancha de River, en 1968. Cristina se ufana: dice que le sobra para ganarle a «Chiche» y de paso estaría ayudando al debilitado Bielsa, en el distrito de los «progres» porteños.

Ahora, es saludable inquirir dónde está la renovación cuando más que seguir ideas, los dirigentes no trepidan en traicionarse en busca de la «caja». Estas horas de tensiones, sirvieron para demostrar que Duhalde cuenta con más leales de lo que se suponía y que lo apoyan, como viene la película, exponiéndose a dos años de calvario.

Los amigos se dicen sinceros. Los enemigos lo son más. Y hablando con estos últimos, queda claro que en octubre se pondrá en disputa el poder dentro del peronismo y el manejo de ambas Cámaras en el Congreso.

Arnaldo Paganetti arnaldopaganetti@rionegro.com.ar


He dicho muchas veces que admiro y respeto tu labor, pero si vas a trabajar en contra del proyecto político del Presidente, debo pedirte que te vayas: no es bueno que sigas estando al frente del bloque.

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