Las dos Corea, pendientes de la histórica cumbre
Desde mañana se reunirán tras 55 años las autoridades del Norte y del Sur.La península quedó dividida por el enfrentamiento este-oeste. Sus aliados, Estados Unidos y China, siguen de cerca el proceso.
SEUL (DPA).- Tras 55 años de enconada enemistad entre Corea del Sur y Corea del Norte, se vislumbra un cambio del ambiente político en el último bastión de la Guerra Fría.
Desde hace varias semanas, toda la península de Corea está pendiente de la reunión cumbre entre el presidente de Corea del Sur, Kim Dae Jung, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Il.
Para millones de coreanos, una reconciliación entre los dos países hermanos, separados a raíz del conflicto Este-Oeste, parece estar ahora al alcance de la mano. La primera cumbre presidencial en la historia de los dos vecinos, del 12 al 14 de junio en Pyongyang, la capital de la comunista Corea del Norte, ha renovado las esperanzas en el Sur de que se avecine el fin de la división.
De esta manera, la cuestión coreana se ha convertido nuevamente en un tema de interés mundial. Las grandes potencias y los vecinos de las dos Corea, en primer lugar, esperan que esta nueva fase en el acercamiento entre las dos naciones coreanas ponga en marcha un proceso de paz en la península, de importancia geoestratégica, que sería fundamental para la estabilidad en la región.
Los gobiernos de Seúl y Pyongyang han acordado la celebración de al menos dos encuentros entre los dos Kim. La agenda de las conversaciones, que abarca un amplio abanico de temas, prevé discusiones sobre la unidad nacional, la paz y la cooperación.
El interés primordial de Corea del Sur consiste en inaugurar un diálogo permanente mediante medidas que contribuyan a crear una relación de confianza, tomando como ejemplo el proceso de reunificación de las dos Alemanias, además de desarrollar la cooperación económica y elaborar un acuerdo que permita las visitas entre familias separadas por la frontera intercoreana. A diferencia de la situación en la Alemania dividida, para los coreanos no existe hasta ahora ninguna posibilidad de establecer contactos con sus familiares que viven al otro lado de la frontera.
Para el gobierno de Seúl, la celebración de la cumbre confirma que su política de amabilidad hacia el régimen estalinista de Corea del Norte ha sido acertada. No obstante, el presidente Kim Dae Jung advirtió contra cualquier exceso de optimismo, al reconocer que los problemas sólo podrán resolverse «paso a paso».
Y es que las expectativas nunca han sido tan grandes desde que se realizaron las conversaciones cuatripartitas entre Corea del Sur y Corea del Norte, por un lado, y sus respectivos aliados, Estados Unidos y China, por el otro. Sin embargo, estas conversaciones fueron congeladas por el momento después de celebrarse la sexta ronda, en agosto del año pasado, cuando aún no habían producido resultados.
El objetivo a más largo plazo de estas reuniones era lograr un nuevo arreglo de paz para Corea, ya que al terminar la Guerra de Corea (1950-53) las partes enfrentadas sólo habían pactado un acuerdo de armisticio. La batalla naval ocurrida hace un año en el Mar Amarillo entre buques de guerra norcoreanos y sudcoreanos puso de manifiesto lo frágil que es ese acuerdo de cese el fuego.
SEUL (DPA).- Tras 55 años de enconada enemistad entre Corea del Sur y Corea del Norte, se vislumbra un cambio del ambiente político en el último bastión de la Guerra Fría.
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