Complican a sospechoso de violación y asesinato

Un testigo derribó la coartada del presunto autor.

BUENOS AIRES (DyN).- Un testigo complicó ayer la situación de Claudio Alvarez, acusado de matar a una mujer de 56 años y violar a su hija de 13 en una casa del barrio porteño de Núñez, ya que negó haber estado con el sospechoso cuando se produjo el hecho y así echó por tierra la coartada que presentó el imputado en su indagatoria.

El testigo se presentó ayer a declarar ante la jueza de instrucción María Perzan, quien lleva adelante la causa por el asesinato de una mujer y la violación de su hija, ocurridos el 3 de diciembre.

Alvarez, de 30 años, había dicho que en el momento del ataque estuvo en la casa de su madre y se encontró con el testigo, un amigo de la infancia y vecino de la mujer. Pero ayer el hombre negó esa versión y en cambio aseguró que hacía mucho tiempo que no hablaba con Alvarez, de quien dijo conocer que poseía antecedentes por robo pero que «ni se imaginaba» que también los tenía por violación, según revelaron fuentes judiciales.

«Con esta declaración se cayó la coartada de Alvarez y ahora surge un indicio de mendacidad que se suma a las acusaciones», dijo el abogado Claudio Mazaira, que patrocina a la hija de la mujer asesinada y hermana de la chica abusada.

Los crímenes ocurrieron el 3 de diciembre, cuando un encapuchado entró a la casa donde vivían la mujer y su hija –un PH de la calle 11 de setiembre–, mató a la mujer y atacó a cuchilladas y sometió sexualmente a la chica.

Finalmente, huyó al creer que la chica había muerto y nadie lo podría reconocer, pero la adolescente se recuperó y acusó a su vecino Alvarez. La jueza, quien dictó el secreto de sumario en la causa, también tomó declaración testimonial al padre de la adolescente y ex esposo de Escobar.

El hombre pidió quedarse con la guarda de la chica, pero según dijo Mazaira la joven expresó una «rotunda negativa» a vivir con el hombre.

La mujer asesinada habí denunciado por presuntas amenazas a su ex esposo y el juzgado civil 23 dispuso que el hombre no podía acercarse a menos de 100 metros a su ex esposa e hija. Mazaira admitió que las medidas de seguridad que adoptaban madre e hija en la casa habrían sido para resguardarse del ex esposo de la mujer asesinada, antes que de Alvarez. Mazaira aclaró que la presunta «violencia» del progenitor «sería por amenazas y nunca hubo agresiones físicas ni de otro tipo».

La nena sigue en el Hospital Pirovano, recuperándose de las heridas y con asistencia psicológica, y podría ser dada de alta la semana que viene. La chica podría ser entregada en guarda provisoria a algunas de sus dos hermanas, algo que la propia adolescente elegirá. «Ambas decidieron respetar la decisión» de la joven, indicó el letrado.

También declaró ayer un ferretero cuyo negocio linda con el PH donde vivían las víctimas.


BUENOS AIRES (DyN).- Un testigo complicó ayer la situación de Claudio Alvarez, acusado de matar a una mujer de 56 años y violar a su hija de 13 en una casa del barrio porteño de Núñez, ya que negó haber estado con el sospechoso cuando se produjo el hecho y así echó por tierra la coartada que presentó el imputado en su indagatoria.

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