Bush admitió 30.000 muertes civiles en Irak

El presidente de EE. UU. dio la cifra al defender las elecciones en Irak, que comenzaron ayer y que debieran concluir con un nuevo gobierno definitivo. Admitió que la

WASHINGTON (Télam-SNI).- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, admitió ayer que al menos 30.000 civiles murieron en Irak desde el inicio de la guerra, en marzo de 2003.

Esas bajas, a las que se le suman las de 2.140 militares estadounidenses, fueron producto de acciones de combate desde el inicio de la invasión norteamericana o del conflicto posterior con la resistencia. Bush aceptó hablar sobre la situación en Irak en la ciudad de Filadelfia, cuna de la Constitución estadounidense, en el día en que se puso en marcha la primera etapa de las elecciones legislativas previstas para el 15 de diciembre en el país árabe.

En relación con ese proceso, el presidente de Estados Unidos opinó que «la elección no va a ser perfecta», debido a que los iraquíes «todavía tienen mucho trabajo por delante». Entre esas tareas pendientes, según la visión de Bush, figuran la organización de un gobierno, el mantenimiento de la seguridad, la búsqueda de una reconciliación entre los grupos nacionales y el refuerzo del sistema democrático.

«Nuestra coalición y el nuevo gobierno iraquí tendrán muchos desafíos», añadió.

Pero enseguida subrayó que «el 2005 será recordado como un momento crucial en la historia de Irak, en la historia de Oriente Medio y en la historia de la democracia», añadió Bush.

Esta es la primera vez que Bush difunde en público un cálculo de bajas iraquíes durante la guerra y la ocupación, luego de que varias organizaciones humanitarias y ong denunciaran que el gobierno norteamericano no lleva una cuenta seria de los muertos.

El año pasado, la revista «The Lancet» dijo que 100.000 iraquíes murieron tras la invasión pero el cálculo de Bush coincide con la base de datos del proyecto Iraq Body Count, al que se le considera independiente, informó la prensa estadounidense.

En tanto, en Irak comenzaron hoy las elecciones parlamentarias con el voto de los miembros de las Fuerzas de Seguridad, las personas alojadas en los hospitales y los presos. Serán elegidos los 275 miembros de la Asamblea que, supuestamente, pondrá fin al proceso de transición imaginado por Estados Unidos.

Comenzó una histórica votación, en medio de violencia

BAGDAD (AFP).- Los votos de unos 300.000 iraquíes –entre enfermos, presos y miembros de las fuerzas del orden– marcaron ayer el comienzo de las elecciones legislativas de Irak, en una nueva jornada de violencia que dejó en Bagdad siete muertos y 32 heridos. «No hemos recibido ninguna queja», declaró un responsable de la Comisión Electoral, Farid Ayar, una hora antes de que terminaran las operaciones de voto que comenzaron en 258 colegios electorales situados en hospitales, prisiones y escuelas.

El jueves le tocará el turno a los más de 15,5 millones de iraquíes con derecho a voto, mientras que los iraquíes que viven en el extranjero podrán ejercer su derecho desde el martes en 15 países.

En las legislativas del 15 de diciembre se eligen a los 275 diputados del Parlamento iraquí de los próximos 4 años entre un total de los 7.000 candidatos que se presentan en las 18 circunscripciones del país. Se trata de la última etapa de un proceso destinado a dotar a Irak de instituciones permanentes y son la tercera cita electoral que celebra Irak en 2005, tras las elecciones generales del 30 de enero y el referéndum sobre la Constitución del 15 de octubre.

Las votaciones de ayer no alejaron la habitual violencia que vive Irak y, así, se vieron marcadas por una serie de atentados y enfrentamientos en la capital iraquí que causaron siete muertos y 32 heridos.

En este contexto de violencia, el ejército estadounidense anunció la muerte de dos militares en sendos ataques llevados a cabo el domingo y el lunes, antes de la puesta en marcha de un imponente dispositivo de seguridad ante las amenazas de los grupos armados de cara a la cita electoral.

El primer ministro saliente, el chiíta Ibrahim Jaafari, declaró su esperanza de que el jueves sea un día tranquilo al tiempo que defendió la actuación de su gabinete que, en su opinión, mejoró la seguridad, recaudó más dinero para las arcas estatales y consagró el principio de la alternancia pacífica en el poder.

Irak quedará prácticamente paralizado durante el período electoral, se prohibirá llevar armas y se establecerá un toque de queda nocturno en todo el país, así como el cierre de las fronteras y de los aeropuertos del 14 al 16 de diciembre.

Los grupos extremistas, entre ellos cinco grupos ligados a la red terrorista Al Qaeda del jordano Abu Musab al Zarqawi, ya decretaron a los comicios como un «proyecto satánico» que viola la ley de Dios, pero a diferencia de otras ocasiones, no amenazaron a los electores. «El llamado proceso político no es nada más que un proyecto satánico, como otros anteriores», declararon.


WASHINGTON (Télam-SNI).- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, admitió ayer que al menos 30.000 civiles murieron en Irak desde el inicio de la guerra, en marzo de 2003.

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