Beneficios para los transportes escolares en Bariloche
El Municipio amplió la antigüedad que deben tener los vehículos para ser habilitados. El sector acusa estar en crisis por la pandemia y la suspensión de la presencialidad en escuelas.
Los transportistas escolares de Bariloche recibieron respuesta favorable a uno de sus planteos en el contexto de la crisis que atraviesan por la pandemia y la suspensión de la presencialidad en las escuelas que afecta su trabajo, y tendrán una ampliación en la antigüedad de sus vehículos.
El oficialismo impulsó un proyecto de ordenanza que establece una excepción a la normativa vigente vinculada al transporte escolar respecto de la antigüedad de los vehículos.
La ordenanza que tiene vigencia desde 1997 indica que los vehículos que presten este servicio no deben tener más de 18 años de antigüedad pero este punto se extiende ahora por dos años más, un beneficio aplicable hasta noviembre de 2023.
Para acceder a este beneficio los vehículos deben contar con habilitación de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte de la Municipalidad al 31 de julio de 2020 bajo el tipo “Transporte escolar”; deben acreditar la continuidad ininterrumpida de la habilitación de la unidad en cuestión y que las unidades estén registradas a nombre del mismo permisionario de transporte al que se encontraban registradas a esa fecha límite.
El bloque de Juntos Somos Río Negro promovió la extensión de la antigüedad a pedido de los transportistas y logró el acompañamiento del resto de los ediles que esta semana dieron el aval por unanimidad en dictamen y ayer lo ratificaron en sesión.
La iniciativa pone como ejemplo lo adoptado por la provincia el año pasado respecto de la ampliación de la antigüedad para transportes de turismo en el contexto la crisis de distintas actividades económicas por la situación de la pandemia del coronavirus. En ese caso la ampliación fue de 5 años de antigüedad.
En los fundamentos los concejales señalaron que los prestadores del transporte escolar “vieron drásticamente afectados sus ingresos, debiendo considerarse además que la vuelta a la ‘normalidad’ de la actividad escolar es paulatina” con alternancia, reducción de jornada y desde fines de abril con la suspensión de la presencialidad.
“Esta situación trae aparejada serias dificultades económicas para el sector de transporte escolar, quienes encuentran extremadamente oneroso hacer frente a sus obligaciones para garantizar la continuidad del servicio”, indican los concejales al fundamentar el proyecto.
Según aclara la norma en su articulado, una vez cumplido el plazo, en noviembre de 2023, se va a evaluar la situación para resolver la posible continuidad de la ampliación dispuesta, conforme a la evolución de la situación epidemiológica.
Los transportistas escolares de Bariloche recibieron respuesta favorable a uno de sus planteos en el contexto de la crisis que atraviesan por la pandemia y la suspensión de la presencialidad en las escuelas que afecta su trabajo, y tendrán una ampliación en la antigüedad de sus vehículos.
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