Prisión en suspenso para un conductor acusado de homicidio y lesiones

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La jueza Silvia Baquero Lazcano le impuso dos años de prisión en suspenso y cinco de inhabilitación para conducir vehículos, al conductor de un camión chileno que chocó de frente cerca de El Bolsón, ocasionando la muerte de dos personas y lesiones graves a otras dos.

El imputado conducía su vehículo con acoplado en dirección al sur cuando se produjo el encontronazo con un Ford Falcon que circulaba en sentido contrario, al mando de un hombre alcoholizado.

La magistrada basó su fallo en el resultado de las tres pericias científicas que ubicaron al camión invadiendo el carril contrario, y circulando en forma oblicua, «cortando la curva», a una velocidad superior a la permitida.

En la sentencia menciona también que el Falcon circulaba en deplorable estado de mantenimiento, por el carril contrario al de su dirección, e intentaba regresar al que le correspondía cuando se produjo el encontronazo. Señaló además que su conductor presentaba un grado de ebriedad absoluto, caracterizado, según los expertos, por una excitación profunda y los síntomas de «incoordinación neuromotora, alteraciones graves de la conciencia y automatismo». Sin embargo, apoyó su fallo condenatorio en jurisprudencia que afirma que «en materia penal cada uno responde por su propia culpa, y la culpa de la víctima no exime de responsabilidad al acusado cuando se ha demostrado que su conducta ha aportado algún ingrediente al proceso causal».

El siniestro debatido se produjo a las 6 del 20 de octubre de 2002 en el kilómetro 122 de la ruta 258, a unos 7 kilómetros de El Bolsón, cuando el camión que conducía Edmundo Moraga Aguilar chocó con el Falcon que guiaba Ignacio Andrade en dirección contraria. Como consecuencia del choque murieron Andrade y Hugo Catalán, quien lo acompañaba en el asiento delantero, y resultaron con fracturas José Muñoz y Elvia Andrade.

El imputado prefirió no declarar en el debate, pero ante el juez de instrucción aseguró que circulaba a 50 o 60 kilómetros por hora cuando advirtió que en dirección contraria y en contramano se aproximaba un Falcon con las luces altas, y que el choque se produjo cuando ese auto trataba de regresar a su carril.