Si maneja Montenegro, todo es más fácil

La sociedad de los goles rojos tiene a un integrante que siempre pone la firma: Daniel Montenegro. Cuando Belgrano estaba cerca de hace su negocio, el 'Rolfi' apareció en la noche de Avellaneda y cambió la historia.

Todo en una ráfaga de siete minutos. A los 19, el mejor jugador de la cancha peleó una pelota en la mitad, se hizo un autopase, lo barrieron en la puerta del área, pero el balón le quedó a Rodrigo Díaz para el 1 a 0.

Tres más tarde, otra vez Montenegro, comandó un contragolpe letal y le puso una asistencia milimétrica a Machín, que con un derechazo furioso agrandó la brecha.

El lapso feliz del 'rojo' tuvo su final, nuevamente con el actor principal como protagonista. El volante volvió a poner en marcha el 'tractor' en una contra, dejó a contrapie a la última linea 'pirata' con otro exacto pase, esta vez para Denis, que no falló y 3 a 0.

El equipo de Burruchaga solucionó en un suspiro lo que no había podido en el primer tiempo, cuando Montoya se quedó con todos los gritos de gol.

Pero a poco de iniciado el complemento, Burru mandó a la cancha al 'Rengo' Díaz por el tibio Armenteros y todo cambió. Montenegro pudo tirarse más atrás y encontró la llave con la que pudo abrir el cerrojo cordobés.

En el cierre, con el partido liquidado, llegó el descuento del «Pirata», que cerró una semana para el olvido con una caída.

Independiente, en cambio, es todo felicidad y la ilusión de volver a los primeros planos es cada vez más grande. Ahora, a pensar en Boca.