«Puedo reconocer al policía que me disparó»

Lo dijo el joven que perdió un ojo por un balazo de goma. Ayer se presentó como querellante en la causa. Tiene más testigos para ofrecer. Dijo que se siente mal, pero "debo salir adelante".

NEUQUEN (AN).- Luis Acuña, el joven que perdió el ojo izquierdo por un balazo policial, se presentó ayer como querellante en la causa. «Puedo reconocer al que me disparó», aseguró.

La presentación fue hecha ayer, con el patrocinio de la Asociación Zainuco y el abogado Federico Egea, ante el juzgado 4 de Cristian Piana.

Acuña, de 27 años y de ocupación albañil, fue baleado la madrugada del 8 de setiembre pasado en el barrio Provincias Unidas, donde reside. En el texto de su presentación como querellante señala que caminaba con su hermano Julio cuando «somos interceptados por un móvil policial que se atraviesa en nuestro recorrido y sin que medie solución de continuidad, proceden a reducirnos y a propinarnos toda clase de golpes».

«Luego de que ambos nos encontráramos reducidos, proceden a disparar con balas de goma y armas de fuego sobre el cuerpo y el rostro de ambos y prosiguen la brutal golpiza», añade.

Durante una conferencia de prensa en la puerta del juzgado, la presidenta de Zainuco, Gladys Rodríguez, dijo que «vamos a seguir movilizados y con acciones contra la represión policial». Y el abogado Egea indicó que «en 2005 hubo más de 500 denuncias de apremios ilegales pero el 90 por ciento fueron archivadas o reservadas, y no se llegó a una sola condena. Queremos que se haga justicia y empezar a revertir esta estadística porque si no la policía interpreta que puede cometer delitos, total no pasa nada».

Agregó que hay puntos oscuros en la investigación porque «la policía interviene en la instrucción con auxiliar, y todo se distorsiona».

Puso como ejemplo que «es la misma policía la que hace el secuestro de las armas, la que envía las planillas con los nombres del personal que intervino, y todo eso hay que cruzarlo con otra información».

Una versión indica que en el lugar del hecho quedaron casquillos de armas que no fueron secuestradas.

Egea reveló que «a Luis le armaron una causa inventada por desobediencia a la autoridad, que es la forma típica que tiene la policía de encubrir su accionar».

Acuña, quien estuvo acompañado por su esposa Vilma Castro y su hermano Julio, señaló que puede reconocer al policía que le disparó. Agregó que se siente mal, pero «debo salir a flote porque tengo una nena».

La presentación judicial que efectuó ayer junto con su hermano señala que «por el estruendo de los disparos y los gritos desesperados, salió a la calle nuestra hermana Laura Acuña, y al vernos ser salvajemente atacados intentó detener la agresión instando a los policías a que detengan su accionar».

Pero «el personal policial procedió a agredir físicamente a Laura, tirándole del pelo y propinándole toda clase de golpes de puño». Añadieron que cuando los vecinos advirtieron a los efectivos sobre el embarazo de la joven, «respondieron en tono de sorna que se trataba de gordura y no de un embarazo».

Respecto de la pérdida del ojo, Luis Acuña la atribuyó a «un impacto de bala de goma a menos de cinco metros de distancia» que se incrustó en el globo ocular y lo hizo estallar. Cuando llegó la ambulancia, a la que llamaron los vecinos, «vio imposibilitado su acceso al lugar de los hechos por parte de la policía».

El abogado Egea dijo que tienen por lo menos 10 testigos para ofrecer, entre otras medidas de prueba que presentarán cuando sean aceptados como querellantes, lo que ocurrirá la semana próxima.


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