Enojos por el sistema de turnos en el Banco Patagonia de Roca

ROCA (AR).- Con su nueva sucursal en el centro de Roca, el Banco Patagonia estrenó un moderno sistema de obtención de turnos para el cobro de haberes previsionales y el pago de servicios. Sin embargo, como todo proceso de cambio, la adaptación de los clientes es dificultosa y durante los últimos días se repitieron las confusiones y enojos con el personal.

Desde mediados de octubre, cuando habilitó la sede en Tucumán 245, la entidad bancaria intenta alcanzar el objetivo de evitar las tradicionales, tediosas y largas filas que ponen de mal humor a los usuarios.

Ocurre que la información sobre el uso del flamante sistema computarizado no fue amplia durante los días previos a la inauguración y muchos sienten que después de atravesar la puerta de acceso los problemas no tienen fin.

Los pasos que confunden son varios: al ingresar, se debe acceder a una de las dos computadoras disponibles, seleccionar entre un menú de opciones si se quiere cobrar una jubilación, pagar uno o más de diez servicios en efectivo, realizar operaciones judiciales, comprar estampillas fiscales u obtener el recibo de haberes.

Luego, se emite un ticket con una composición alfanumérica que clasifica el tipo de actividad a realizar y el número de orden de espera. Por ejemplo, «D-200».

Por último se debe estar atento a lo que indiquen las dos pantallas ubicadas arriba de las cajas , ya que allí se anuncia el orden de atención, y de no percibir el avance, se debe reiniciar toda la tarea.

Debido a la imprevista implementación de la nueva manera de atención cientos de clientes que frecuentan día a día la nueva sucursal se quejaron, ya que generalmente existe una diferencia de 200 turnos.

No obstante, a pesar de que se pudo unificar el sistema, y evitar así las interminables filas, la gente expresa su malestar constantemente.

«Me parece una vergüenza, porque nadie ayuda acá, la chica de la entrada no pude hacer más que decir cómo se hace, pero está mal organizado», señaló ofuscada Norma Benítez, una abuela jubilada.

En tanto, una roquense que quiso pagar sus impuestos, según comentó, cuando llegó obtuvo el número 500 y recién iban por el 200, lo que le significó más de dos horas de espera. «Pasé mucho calor, porque era cerca del mediodía y parece que la ventilación no andaba bien, iba a ir a pagarlo a otra parte pero ya se me vencía», aseveró la joven mujer, de nombre Noemí. Sin embargo, existen dos personas destinadas a asesorar sobre el camino a seguir, pero a criterio de los usuarios, la gran afluencia de público a veces hace que sea insuficiente.

El problema, según se informó desde la entidad bancaria, será resuelto cuando los usuarios se habitúen a la nueva forma de operar y sean comprensivos con los períodos de espera.


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