Viedma y su primer Concejo Municipal

El espacio institucional dirigido por el presidente tucumano con diversas leyes y disposiciones comenzaba a ordenar la administración pública en el gran mapa patagónico, mientras los uniformados concretaban las últimas batidas por tierra y agua. La citada ley en su artículo 22º dispuso: «Las secciones cuya población pase de mil habitantes tendrán derecho a elegir un Concejo Municipal, compuesto de cinco miembros, mayores de edad y domiciliados en el distrito. Entre ellos nombrarán un presidente encargado de mantener el orden en la discusión y representar al Concejo en sus relaciones oficiales». Sin remuneración, los concejales duraban dos años en el cargo y estaban encargados de elaborar el padrón cívico.

Fuera de aquel cauce legal y obligatorio por ley, antes hubo otras comisiones municipales no electivas y además como datos afines al pequeño poblado en 1885 el obispo Cagliero había bendecido la iglesia parroquial Nuestra Señora de las Mercedes, el vino chacoli y los licores de guindas y uvas algunos en botellas lacradas tenían ganada fama y los pitos de arribada de vapores en el vecino rústico muelle maragato del «Pomona», «Santa Rosa», «Mercurio», «Neptuno» y otros, más los de la «Escuadrilla del Río Negro», formaban parte del aislado cuadro lugareño donde la producción ganadera, cueros y algo de agricultura (la sal predominaba en la banda norte) ocupaban la vida rutinaria de los alrededor de 2.500 pobladores de la «banda sur», hermanados con la del norte por lazos familiares que arrancaban desde la fundación a partir de 1779.

Por medio del decreto nacional del 6 de mayo de 1885, se había dividido el territorio rionegrino con los límites actuales, sin tener en cuenta el litigio con Neuquén por el meridiano 10º en siete departamentos: Viedma, Coronel Pringles, Avellaneda, General Roca, 25 de Mayo, Bariloche y 9 de Julio. Por disposición del gobernador Vintter (30/6/1886) se nombró comisión de vecinos (propietarios) de Viedma para la formación del Registro Cívico que integraron Manuel Cruzado, Felipe Ocampos y Francisco Texido, debiendo inscribir a los mayores de 18 años, consignando nacionalidad, estado civil, ocupación y si sabía «leer y escribir». Entre junio y noviembre del mismo año se completaron los padrones electorales o registros cívicos que fueron publicados en «El Pueblo» durante tres meses, elementos necesarios y primordiales para que el gobernador Vintter, con la firma del secretario Rómulo Sarmiento, dispusiera el 20 de noviembre de 1886 convocar «a todos los habitantes inscriptos en los Registros Cívicos de Viedma y Coronel Pringles a la elección del Concejo Municipal respectivo a cada departamento que deberá tener lugar el primer domingo del mes próximo de diciembre» (sic). El artículo 2º nombraba la «Junta Escrutadora para el Departamento de Viedma», con los vecinos Felipe Ocampos, como presidente; Juan Pazos, vice y «señores Dn. Laureano Dávalos, Dn. Nicolás García y Dn. Juan José Rial para escrutadores» y algo similar con vecinos de Coronel Pringles (Guardia Mitre). Seguidamente disponía que las nombradas comisiones «deberán instalar sus mesas en el atrio de la iglesia Parroquial de cada Departamento a las 8 hs.a.m., del día fijado y terminará el recibo de los votos a las 4 hs.p.m., después de cuya hora deberán proceder al escrutinio de la elección firmando el acta correspondiente con los testigos presenciales del acto».

Se remitieron los registros y urnas a las comisiones solamente nos referimos a Viedma y el domingo 5 de diciembre de 1886 el atrio parroquial frente a la después llamada plaza Alsina (no sabemos todavía el estado del tiempo de aquel domingo y qué comieron y bebieron al mediodía, o no) fue escenario de la primera expresión cívica viedmense, con la manzana salesiana, silencioso testigo. Llegó el decreto Nº 52 del 7 de diciembre de 1886 firmado por el gobernador y secretario, más «Jorge H. Humble, Escribano 1º», dando cuenta haber resultado «electos municipales por el Depto. de la Capital», Nazario Contín, Felipe Ocampos, Juan Ohla, Alejandrino Pazos y Juan Pazos, fijándose el día 9 del corriente (diciembre 1886) a las 9 a.m.» para que los municipales prestaran juramento de ley ante el secretario de la gobernación. Estamos en consecuencia recordando los 120 años de aquel memorable 9 de diciembre de 1886: Viedma estrenó su primer Concejo Municipal. Según escrito histórico (Varios, Historia del Valle Inferior, 1988) Alejandrino Crespo fue el primer presidente, poco tiempo, por razones de salud, siendo reemplazado por Nazario Contín. Quienes anduvieron y andan en los vericuetos de la historia viedmense saben que la mayoría de los integrantes de aquel primer Concejo Municipal ha perpetuado sus apellidos hasta la actualidad y hay descendientes o familiares. Lamentablemente el libro de actas Nº 1 ha desaparecido y solamente la tradición oral y otros escritos aportan datos sobre aquellos primeros municipales que vivieron a orillas del río de Los Sauces, sucesores espirituales de Francisco de Viedma y Narváez, el fundador.

 

Bibliografía principal y fuentes: Laría, S. C. Las primeras (Misiones Culturales), Misceláneas y el periodismo 1963-1967, 1962. Varios. Historia del Valle Inferior, 1988. Periódico «El Pueblo», varios años. Varios. Río Negro, pasado y presente, 1981. Pita, F. Remembranzas, 1928. Pérez Morando, H. Varios. Biblioteca Patagónica y del Museo Tello (Viedma) y Archivo diario «Río Negro».

 

 

HECTOR PEREZ MORANDO (Periodista. Investigador)

Especial para «Río Negro»


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios