Retortuño, otra de nuestras plantas autóctonas
Probablemente alguna vez escucharon hablar sobre esta especie nativa, conocida vulgarmente como “pata de loro”. Repasamos sus características junto con el ingeniero agrónomo Gustavo Manzor, de Choele Choel.
Si repasamos las plantas autóctonas de la región, no podemos dejar pasar al “Retortuño”, también conocido como pata de loro, mastuerzo o retortón. Su nombre científico es Prosopis strombulifera, y se trata de una especie arbustiva del género Prosopis que está emparentada con el caldén, alpataco y algarrobo. Estas especies pertenecen al género Prosopis, y habitan en regiones áridas de América del Sur, desde Perú hasta Chubut. El retortuño pertenece a la familia de las leguminosas y crecen también extendiéndose a partir de una red de largas raíces gemíferas.
Según el profesional, este arbusto que puede llegar a 1 metro de altura está perfectamente adaptado a la sequía (en este caso se las llama xeromorfas), a las sales y a la arena; tolerando bien las heladas. Rebrota con fuerza luego de incendios, ya que presenta sus reservas en las raíces. En lengua mapuche se la llama “chalahuen” y en ranquel “shoi witru”.
Sus hojas tienen textura cerosa; y el área basal de cada hoja presenta espinas blanquecinas. Cuando éstas son jóvenes se muestran pubérulas, es decir ligeramente pubescente o con escasos pelitos muy finos y cortos. Luego se vuelve glabra, o sea desprovisto de pelo, casi lampiño. El pecíolo con ápice subulado y la glándula sésil entre las pinas; pinas con folíolos alternos, de 3 a 8 folíolos a cada lado de la pina, oblongos, obtusos o subagudos y oblícuos en la base.
En cuanto a las flores se presentan en inflorescencias globosas con cáliz purpúreo y corola amarillenta.
Su fruto es una legumbre subcoriácea, cilíndrica, recta o algo arqueada y formada por 5 a 12 anillos regulares firmes, como un tornillo, solitario o más frecuentemente 8 o 9 que radian de un pedúnculo de 1,5 hasta 4 centímetros de longitud. Cada fruto es de 2 a 5 centímetros de largo y de 0,6 a 1 cm ancho, de color amarillo limón, brillante, o castaño-ceniciento. El anillo mide apenas 2,5 a 5 milímetros de espesor y apenas fundido, mientras que el Epicarpo mide 0,4 mm de espesor; el mesocarpo es castaño carnoso, oscuro a rojizo, cuando madura. “Ambos son delgados, oscuros y el fruto es ovalado y fácil de abrir, con 5 a 12 semillas”, acota el ingeniero agrónomo Gustavo Manzor, de Choele Choel.

Las semillas son de color amarillo-verdosas, de forma aplanadas, ovoides y comprimidas que miden de 3,2 a 5,4 mm en la longitud, 2,3 a 2,8 mm ancho y 1,4 a 1,6 mm de espesor.
Usos y calidad de los frutos
– Sus frutos son utilizados como astringentes y diuréticos, y también para la fiebre e inflamaciones de garganta.
– Han sido reunidos y vendidos en mercados como remedio para varios tipos de enfermedades de hígado, vejiga, y hasta incluyendo enfermedades venéreas.
– Además suele ser muy usada para tratar dolores de muelas.
– Las raíces contienen un tinte castaño, principios tánicos y se usan para curtiembres. Es común en herboristerías y se los vende envasados con diferentes marcas. Es apetecido por el ganado caprino.
Si repasamos las plantas autóctonas de la región, no podemos dejar pasar al “Retortuño”, también conocido como pata de loro, mastuerzo o retortón. Su nombre científico es Prosopis strombulifera, y se trata de una especie arbustiva del género Prosopis que está emparentada con el caldén, alpataco y algarrobo. Estas especies pertenecen al género Prosopis, y habitan en regiones áridas de América del Sur, desde Perú hasta Chubut. El retortuño pertenece a la familia de las leguminosas y crecen también extendiéndose a partir de una red de largas raíces gemíferas.
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