Quieren prohibir la venta de alcohol en Los Miches
Juntaron más de 150 firmas y harán una ordenanza. El intendente está al frente de las acciones.
LOS MICHES (AN).- Más de 150 vecinos de este pueblo de 800 almas firmaron una nota de reclamo para que en este lugar haya una norma que prohíba la venta de bebidas alcohólicas.
Y hay consenso mayoritario para que «Los Miches» se transforme en el primer lugar de la provincia en la que rija la «ley seca».
El intendente de Los Miches -un pueblo ubicado a 15 kilómetros de Andacollo- cree que la idea tomará forma de ordenanza la semana próxima.
Los problemas derivados por el excesivo consumo de alcohol son moneda corriente y hay media docena de comercios que se dedican a la venta de vino y cerveza, casi exclusivamente.
El intendente de la localidad Edmundo Prades (Movimiento Popular Neuquino) se puso a la cabeza de la movida que se desató a partir del asesinato de Jazmín Pilquiñan, un hombre de origen mapuche que fue apuñalado y arrojado en un descampado. El hecho de sangre se produjo hace unos diez días.
Jazmín habría sido muerto por una causa insólita: debía una o un par de cajas de vino, según se comenta en el pueblo y ese habría sido el detonante del crimen.
La idea es que partir de la semana que viene no se venda más alcohol en ninguno de los comercios del pueblo, que no tiene más de cuatro manzanas en la parte central.
Fueron los hijos de Jazmín Pilquiñan lo que encabezaron la movilización y rápidamente cosecharon la adhesión de buena parte de los vecinos. De hecho casi todas las personas mayores de edad firmaron el petitorio de ley seca que está en manos de Prades.
La cantidad de rúbricas alentó al jefe político.
«Esto es algo muy importante porque le da poder al intendente», le dijo ayer Prades a la red Radio y Televisión de Neuquén (RTN). Anoche, Prades viajaba a la ciudad de Neuquén para reunirse con autoridades de la provincia. Es complicado comunicarse con Los Miches: hay un solo teléfono, que está en la municipalidad y se hace público luego del horario administrativo.
En el pueblo no hay red de gas y tampoco señal para los teléfonos celulares. Con dos policías alcanza para controlar la seguridad pero todo se complica cuando hay alcohol de por medio. La ingesta excesiva termina en discusiones que se dirimen a cuchillazos.
Buena parte de los vecinos son miembros de la comunidad mapuche Antiñir Pilquiñan, familiares del hombre asesinado. El caso de Jazmín caló hondo y todavía no fue esclarecido.
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