El docente agredido por un padre en Bariloche será separado de su cargo preventivamente

El profesor de educación física de la escuela rionegrina 138 que fue agredido por el padre de un alumno será separado de su cargo mientras dure la investigación de los hechos denunciados por parte de la Junta Disciplinaria Docente.

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“El docente habría proferido un calificativo que hirió al alumno. Eso es lo que dicen sus compañeros; por eso se lo separa del cargo: por presunto proceder inadecuado. Luego, habrá que evaluar a dónde se lo reubica”, explicó el supervisor de nivel medio, Ricardo Fernández y dijo entender el enojo del padre que lo agredió, aunque aclaró: “La violencia no es la manera de resolverlo. El papá no nos dio tiempo para trabajarlo internamente”.

Fernández estaba presente en el colegio en el momento del incidente. “Estaba trabajando en la escuela porque hubo un cambio en la dirección y estaba haciendo la transición con la nueva directora. También trabajábamos con un par de estudiantes por el recorrido para el cambio de género”, comentó.

Relató que, en un momento, un grupo de chicos irrumpió en el sala. Uno de ellos lloraba. “Indagamos qué pasaba y hacen referencia a un proceder inadecuado por parte de un docente. Tenemos un protocolo institucional cuando los derechos de los estudiantes son vulnerados. Por eso, les pedimos que nos cuenten qué había pasado”, subrayó el supervisor.

Muy pocos minutos después, continuó, el padre del joven afectado ingresó en la escuela “muy enojado y muy violento. Buscaba al docente”. Le explicaron que estaba dando clases y que ya estaban al tanto de la problemática y abordándola. Pero el hombre insistía en ver al profesor. “En un momento, salió corriendo hasta donde estaba trabajando el docente y lo golpeó”, dijo.

Ante el episodio de violencia, los directivos llamaron a la policía para que tomara intervención y se elaboró un acta. “El padre no lograba entender. Estaba confundido y pensaba que nosotros defendíamos al docente. En realidad, estábamos abordando la vulnerabilidad del derecho del estudiante”, argumentó. En todo momento, el supervisor y los docentes insistían al padre del alumno para que «los deje actuar institucionalmente, pero estaba muy enojado”.

Esta mañana, Fernández, junto al Equipo Técnico de Apoyo Pedagógico (Etap), llevaron a cabo una jornada con los docentes para trabajar luego con los estudiantes. El encuentro se repitió con el turno tarde. “La escuela no puede avalar ningún tipo de violencia de un lado ni del otro. El espacio escolar siempre va por el lado del diálogo y el entendimiento. Pero la escuela es una caja resonancia de la violencia en la sociedad y no contamos con otras herramientas que la mediación y el consejo de convivencia”, advirtió Fernández.

Reconoció que no hay situaciones en la escuela que no puedan abordar, pero “está pasando que las problemáticas intrafamiliares e interbarriales estallan en las redes sociales y a la salida de la escuela. Esto nos pone en una situación de vulnerabilidad. Estamos solos. Necesitamos de otros organismos del estado. Hay que reforzar el trabajo”.

Aseguró que casi todas las escuelas atraviesan situaciones críticas en las que “los estudiantes no han podido construir subjetividades durante los dos años de pandemia. Esto irrumpe en la presencialidad y la escuela no está preparada para sostener este tipo de conflictos”.

Esta problemática ya fue trasladada a las autoridades provinciales de Salud y Educación en varias ocasiones. Se solicitó el refuerzo de los equipos técnicos y la creación de algunos cargos a fin de contar con más recursos humanos que permitan sostener “las líneas con los estudiantes disruptivos o que atraviesan situaciones familiares complejas”.