Indagan a Pascuarelli por la represión en Arroyito

NEUQUEN (AN)- El juez Cristian Piana indagará al ex subsecretario de Seguridad, Raúl Pascuarelli, por su presunta responsabilidad durante la represión a los docentes en Arroyito el día que asesinaron a Carlos Fuentealba.

Además el magistrado resolvió indagar a un grupo de altos oficiales de la Policía entre los que figurarían el ex jefe, Carlos Zalazar, y el ex subjefe, Moisés Soto, quienes también están imputados por «negligencia en el cumplimiento del mandato legal que ambos detentaban en el ejercicio de sus funciones».

Otros de los que serán indagados siguen en actividad. Se trata del actual superintendente de Seguridad, Adolfo Soto, y el director de Seguridad Neuquén, Mario Rinzafri.

La versión sobre las indagatorias se conoció ayer de manera extraoficial a través de fuentes judiciales. Por su parte el abogado Gustavo Lucero confirmó que los hermanos Soto y Rinzafri, a los cuales defiende, ya recibieron la citación.

«El 13 de julio le pedimos al juez Piana que les reciba declaración», recordó ayer Lucero. Y adelantó que los imputados van a dar su versión de los hechos «y pediremos medidas de prueba».

Las indagatorias comenzarán en los primeros días de febrero, e involucran a Pascuarelli, Zalazar y una docena de policías que el 4 de abril pasado estuvieron en el cruce de las rutas 22 y 237, donde fue reprimida una manifestación docente.

En ese contexto asesinaron al docente Carlos Fuentealba. Por el homicidio está detenido el cabo primero José Poblete.

El fiscal Richard Trincheri, que investiga todo el accionar policial durante la represión, formuló la acusación contra las personas que Piana indagará en las próximas semanas. En un escrito que presentó a principios de julio, afirmó que el operativo de Arroyito fue dispuesto «aparentemente» para impedir un corte de ruta. «Dicho procedimiento, sin origen en una orden de operación escrita, aun después de logrado el fin que se pretendía cumplir, devino en un desmesurado, descontrolado y anárquico operativo de represión policial».

Agregó que la represión fue «desproporcionada e irracional», con «gases y disparos» y se produjo «la alevosa agresión contra la vida de Fuentealba». También señala que el crimen «fue visto» por integrantes de los grupos especiales de la Policía, quienes «deliberadamente omitieron decir la verdad o falsearon las versiones sobre las circunstancias en que fue agredido el docente». Así, ayudaron a Poblete a «eludir la investigación de la justicia».