Cavallo rechazó la oferta del gobierno

El líder de Acción por la República, Domingo Cavallo, rechazó ayer la invitación del gobierno nacional para integrar la comisión que elaborará un proyecto de reforma tributaria, aunque aseguró que está dispuesto a colaborar y dar su aporte desde el ámbito legislativo.

“La comisión que quiere crear el Ejecutivo va a tener ese carácter de comisión técnica y como técnico yo no voy a estar porque no lo soy”, afirmó el ex ministro menemista al término de una reunión que mantuvo con el jefe de Gabinete, Christián Colombo, para analizar aspectos de la reformulación impositiva que impulsa el oficialismo.

De esta forma, Cavallo desinfló las expectativas que el gobierno había sembrado en los últimos días respecto de que su presencia en la futura comisión “jerarquizaría” sus resoluciones y tendría un importante grado de consenso político.

El líder de Acción por la República decidió rechazar el ofrecimiento oficial con el argumento de que no estaba dispuesto a integrar un equipo de técnicos, algo que en su opinión significaba una devaluación política.

Por el contrario, el ex ministro aspiraba a formar parte de un cuerpo de carácter político junto a los jefes de las principales fuerzas de oposición, como Menem, Alfonsín y Alvarez.

“Estoy dispuesto a apoyar la iniciativa del gobierno del presidente (Fernando) de la Rúa. Pero no soy un técnico en temas impositivos”, dijo Cavallo luego de la reunión de más de una hora que mantuvo con Colombo en el edificio de la ex Somisa.

Aseguró que si participará junto al jefe de Gabinete en la redacción de la agenda de temas que analizará la comisión técnica y prometió su colaboración para que el proyecto de reforma que se elabore sea analizado en el ámbito del Parlamento.

“Estoy dispuesto a integrar la comisión que se constituya en el Congreso de la Nación, dado mi carácter de diputado, para interactuar con esa comisión técnica”, indicó el ex ministro al precisar los alcances de la colaboración que le prometió a Colombo.

También fue un poco más allá y le recomendó al oficialismo que dentro de la estructura gubernamental “hay muy buenos expertos y especiales” en temas tributarios, entre los que mencionó al ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, y los funcionarios Héctor Rodríguez, Marcos Makón y Alberto Gómez Sabaini.

A continuación, Cavallo puso énfasis en el debate que, en su opinión, debería conformar el trabajo de los técnicos y mencionó que la apuesta es la de “crear un sistema con bases amplias y tasas lo más baja posibles, pero bien controlado para evitar la evasión”.

Consideró “esencial” la necesidad de “simplificar” el sistema y hacerlo “más justo” para “no seguir castigando la inversión y el trabajo”.

“Veo con muy buenos ojos que se conforme esta comisión que produzca un muy buen proyecto. Yo voy a colaborar en el Congreso para crear los consensos necesarios en una segunda etapa”, añadió. (Infosic y DYN)

Ya no habrá notables

Ya no será una comisión de personalidades notables. Ahora, la comisión encargada de elaborar una reforma tributaria perdió tonicidad y será integrada por técnicos, como debe ser.

El rechazo de Domingo Cavallo a integrar esa comisión obligó al gobierno a actuar sobre la marcha y bajarle los decibeles a la propuesta.

El ríspido y árido terreno impositivo no es una superficie apta para improvisados, por más renombre que tengan. Se trata de una materia estrictamente para especialistas donde Cavallo mismo confesó que no se siente apto ni cómodo.

Pero su negativa abre interrogantes. Bajo el argumento de la falta de técnica, Cavallo rechazó la invitación oficial. Sin embargo, el ex ministro aseguró que desde su posición de legislador iba a revisar la propuesta y pronunciarse al respecto.

¿Entiende o no entiende Cavallo sobre la metier tributaria? Algunos sostienen que se anticipó a una movida política del gobierno para dejarlo atrapado en la madeja oficial y sin margen de maniobra, ante eventuales escenarios políticos de cara a las elecciones legislativas. Para el gobierno, Cavallo con libertad de movimiento y en una oposición franca, es un adversario peligroso. En criollo básico, Cavallo “no mordió el anzuelo” y dejó desairado al oficialismo.

En lo estrictamente fiscal, la reforma tributaria es una quimera. En el camino quedaron los intentos de cambios en la estructura impositiva derivados del Pacto Fiscal y que las provincias nunca concretaron, aún cuando el PJ tenía mayoría propia en ambas cámaras, en los días felices del menemismo. (DYN, Miguel Rouco)