Crimen en la comisaría de Cipolletti: quedaron detenidos los policías acusados de asesinar a Jorge Gatica

La fiscalía los acusó de torturarlo y matarlo dentro de la unidad. La jueza planteó: "¿Qué tranquilidad pueden tener los testigos si los encargados de la seguridad de la sociedad cometieron tremenda atrocidad?".

La jueza de Garantías de Cipolletti Agustina Bagniole dispuso hoy la prisión preventiva de dos de los cinco policías de la comisaría 45° acusados de torturar y matar a Jorge Gatica (36) dentro de la unidad. Los tres restantes estarán en domiciliaria. «¿Qué tranquilidad pueden tener los testigos si los encargados de la seguridad de la sociedad cometieron tremenda atrocidad?», sostuvo la magistrada.

Los policías señalados por la fiscalía son cuatro hombres- Gastón Moraga, Walter Carrizo, Jorge Sosa y Alcides Quintrel- y una mujer, Andrea del Carmen Henríquez.

Para determinar cómo ocurrieron los hechos, la fiscalía junto a la Policía Federal tomaron declaraciones testimoniales y recopilaron videos de cámaras de seguridad ubicadas en cercanías a la comisaría, y en otros sitios por donde Gatica habría circulado antes de ser detenido.  

Los fiscales Gustavo Herrera y Juan Pablo Escalada explicaron que, según la primera información aportada por los policías, Gatica se encontraba dentro de la unidad por “averiguación de antecedentes” desde las 22 horas del lunes 9. También afirmaron que la detención se produjo sin haber tomado intervención autoridades judiciales del fuero penal ni contravencional. 

La familia de la víctima se presentó como querellante con el patrocionio de Diego Vázquez y Rubén Antiguala. Los imputados designaron como defensores a Michel Rischmann, Federico Diorio, Damián Torres, Marcelo Caraballo y Diego Quiroz.

Tortura seguida de muerte


Según manifestó la fiscalía el joven fue demorado por el robo de unos chorizos de una despensa del barrio Anai Mapu el lunes 9 de enero. “Gatica luego del robo fue retenido por los dueños del comercio, quienes declararon que no lo golpearon en ningún momento. Una menor fue quien dio aviso a la comisaría 45°”, aseguraron los funcionarios en la audiencia.

En ese momento el cabo primero Walter Carrizo (33) y el oficial ayudante Gastón Moraga (34) se dirigieron caminando a la despensa, que se ubicaba a una cuadra de la comisaría. En un móvil se acercaron también el sargento Alcides Quintrel (30), el cabo primero Jorge Sosa (28) y la sargento primero Andrea Henríquez (35).

Quintrel y Carrizo son los que reducen a Gatica y lo demoran. A las 21.15 ingresó a la comisaría y comenzaron las actuaciones de rigor. Una hora más tarde lo trasladan los efectivos policiales al hospital de Cipolletti para ser revisado por un médico de guardia”, dijeron.

Allí la doctora Cristina Hernández lo atendió y certificó que el joven tenía un trauma facial, lesiones en ambos miembros. La médica manifestó que las heridas «no necesitaron mayores tratamientos, ni requerían de las intervenciones de otros profesionales”.  

Cerca de las 22.45 Gatica regresó a la comisaría y fue asesinado. La fiscalía los acusó de tortura seguida de muerte a los cinco, en calidad de coautores. Según certificó la autopsia preliminar, la víctima murió por una hemorragia interna producto de la fractura de siete costillas y más de 50 golpes en su cuerpo.

Los imputados por el crimen de Jorge Gatica en Cipolletti ya están en tribunales.

«Le dije que parara»


Tras la presentación de los hechos, los imputados pidieron declarar. La primera en hacerlo fue Henríquez. “Yo no hice nada. Ni siquiera estaba en la comisaria cuando pasó”, afirmó sollozando.  

Relató que ingresó a la unidad y vio como el policía Jorge Sosa estaba sobre la víctima apretándolo con la rodilla en la zona del pecho. “El chico estaba tirado y él estaba arriba. Le dije que parara y cuando salimos de ahí le pegó una patada en la zona de la costilla”, sostuvo.

Además, aseguró que cerca de las 23.30 ocurrió un accidente en su jurisdicción, por lo que ella junto a Quintrel se dirigieron al lugar del hecho. “Cuando nos fuimos el detenido estaba bien, no hablaba, tenía marcas en la cara, pero no pensé que fuera tan grave”, señaló.

Pasadas la medianoche, Henríquez recibió un llamado de Carrizo en el que le pedía que solicite de inmediato la presencia de una ambulancia en la comisaría. “Le pregunté qué pasaba y me respondió que era para el detenido. Le estaban haciendo RCP”, afirmó.

«No te hagas problemas, yo te ficho y te vas»


Walter Carrizo desempeñaba sus tareas como oficial de guardia la noche en que fue asesinado Gatica. Relató que él fue quien le hizo RCP al joven detenido y la última persona en verlo con vida.

“Yo fui quien se llevó a Gatica del lugar del robo para darle ingreso. Sosa y Henríquez me dicen que lo lleve por la cuestión de la averiguación de antecedentes. Cuando lo demoré le expliqué a Gatica que se quede tranquilo, que solo íbamos a averiguar antecedentes. Cuando quise agarrarlo intentó zafarse así que lo tomé del cuello con el brazo derecho y lo acompaño lentamente hacia el piso. Procedí a esposarlo por atrás y lo subí al móvil en el asiento de atrás”, relató.

El único momento en el que el oficial dejó solo a Gatica fue cuando salió a fumarse un cigarrillo al sector de la vereda de la comisaría.

La víctima estaba durmiendo en el piso y se quejaba de ciertas molestias en la zona del costado del abdomen. “Como se quejaba mucho le saqué las esposas y le pedí que se portara bien, que esté tranquilo, que se iba a ir de la comisaría. «No te hagas problemas, yo te ficho y te vas», le explicaba. Él me decía que quería estar acostado. Le saqué las esposas con cuidado, para que no hiciera movimientos raros. Me pidió agua, le dije que esté tranquilo que era un procedimiento de rutina”, continúo declarando mientras lloraba.

Quedó como custodio del joven. “Estaba en el piso y vi que dejó de respirar. De inmediato le hice las maniobras de RCP, la ambulancia no venía así que llamé a Henríquez para que lo vengan a buscar. No sabía lo que había pasado”, añadió.

Seguido de esto la víctima fue trasladada en el móvil hacia el hospital. Minutos después Carrizo recibió mensajes de Moraga, Sosa y Quintrel para avisarle que el joven había muerto. “Pregunté que hacíamos ahora y me dijeron «si no hiciste nada, no tenés que tener miedo”, finalizó.

«Sosa le había pegado»


Gastón Moraga fue el tercero en declarar. Señaló que el joven tenía aliento etílico en su boca e intentaba pagar por los chorizos que había robado.

“Físicamente lo vi bien a Gatica, se paraba, levantaba los brazos sin dolor. Carrizo me dio entrada en la oficina de guardia cuando volvimos a la comisaría y yo me fui a mi oficina a labrar las actas de los procedimientos y tomar la denuncia penal”, planteó.

Mientras hacía esto, el efectivo manifestó que puso música en su oficina para sentirse cómodo. “No escuché nada. Al rato Henríquez se acercó para avisarme que iba a poner a Carrizo a cargo del detenido porque Sosa le había pegado”, afirmó

Luego Moraga, Quintrel y Henríquez se fueron al accidente que había ocurrido a las 23.30, aproximadamente. “Cerca de las 00 me avisó Henríquez lo que había pasado con Gatica. Carrizo había quedado a cargo y le informó que le estaban haciendo RCP y la ambulancia no venía. Nos subimos al móvil y le dije a Quintrel, «vamos, rápido”, señaló.

Moraga relató que cuando subieron a la víctima al móvil para trasladarlo al hospital “los brazos del joven estaban fríos”.

La fiscalía pidió prisión preventiva para todos los imputados


Luego de las declaraciones de tres de los cinco acusados -Jorge Sosa y Alcides Quintrel no hablaron- la fiscalía le solicitó a la jueza que dicte la prisión preventiva por cuatro meses.

“Pedimos que Sosa y Quintrel tengan la prisión preventiva tal cual está prevista por la ley. Mientras que, para el resto, Moraga, Carrizo y Henriquez cumplan la prisión preventiva domiciliaria”, dijeron los funcionarios.

Además, los fiscales manifestaron que, si bien Carrizo había relatado que la víctima murió en sus manos, esto fue producto de los golpes que le dio el oficial Sosa con Quintrel de testigo.

“Carrizo, Moraga y Henríquez están intentando despegarse de la escena, pero ellos estaban también a cargo de controlar lo que sucedía en la comisaria”, manifestaron.

También explicaron que la prisión preventiva era para no entorpecer la investigación y para resguardar a los testigos del hecho.

“Además tuvimos en cuenta que en el caso de Henríquez es mujer y madre soltera”, agregaron.

Los defensores no se opusieron a la medida cautelar, pero pidieron que el plazo de la prisión preventiva sea de uno a dos meses teniendo en cuenta las prórrogas que se puedan solicitar a futuro. En el caso de Sosa, su defensor requirió la domiciliaria.

La jueza resolvió imponerle preventiva por el plazo de cuatro meses a Quintrel y Sosa. Henríquez, Moraga y Carrizo permanecerán el mismo período en domiciliaria.

En esa misma comisaría ocurrió otro hecho de violencia estatal: el policía Cristian Caumillan fue condenado por torturar y abusar sexualmente de dos jóvenes en plena cuarentena del covid-19 en 2020.


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