Claudia Chucair, la pasión de vivir el tango

A los 27 años,la artista se ha transformado en un destacado exponente del arte tanguero. Divide su tiempo entre Buenos Aires y Europa, donde baila y enseña los secretos de la danza.

INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Luego de su gira por Europa, la bailarina jacobacina Claudia Chucair visitó esta ciudad para pasar unos días de vacaciones junto a su familia y ‘cargar las pilas’ para afrontar lo que queda de este año con mucha fuerza. En Jacobacci encuentra la paz y tranquilidad que no le brinda la

Capital Federal, lugar donde reside, para proyectar este 2001 que la espera con mucho de trabajo.

Dueña de un gran talento, Chucair, se está convirtiendo en una embajadora que pasea este baile por el mundo. Con la sencillez y amabilidad que la caracteriza recibió a “Río Negro” en la casa paterna para hablar de su vida, sus viajes por el mundo, sus proyectos y su gran pasión: el tango.

“El tango te permite expresar lo que sentís. Es único cada vez que lo bailás porque nunca lo repetís. Es muy apasionante poder bailarlo”. Con esta definición comenzó un describir lo que siente por esta música, por esta danza tan Argentina como el dulce de leche que despierta una gran pasión, no sólo en nuestro país, sino en el mundo. Es muy grande el número de turistas que arriban a Buenos Aires todos los años, sólo para bailar en los clubes, salones y milongas de los barrios de San Telmo, Almagro, Pompeya, la Boca o Barracas. Además casi se podría decir que todas las ciudades del mundo, desde Nueva York hasta Tokio, tienen su comunidad tanguera.

-¿Cómo se explica eso?

-El tango es distinto a los otros géneros de la música, del baile. Bailando un tango uno nunca lo repite porque el estado de ánimo nunca es el mismo, la persona con la que lo bailás tampoco, el espacio siempre es diferente.

-¿Pero eso ocurre en todas las danzas?

-Yo me refiero al tango como danza popular, como expresión de la gente. Eso es lo atrayente. Al margen de que por allí cuando lo bailas armar alguna coreografía y se repita. Pero esto ya es un hecho artístico.

-A pesar de que es una música rioplatense, en nuestro país no ocupa el lugar que ocupó en otros tiempo. ¿A qué se debe?.

– El tango ha pasado por diferentes momento a lo largo de toda su evolución. Es un encuentro con la danza que se perdió. Aunque desde hace algunos años a este parte ha repuntado bastante en nuestro país. Uno ve que cada día se abre algún lugar para ir a bailarlo. Pero de todos modos le falta mucho para recuperar ese terreno perdido. Creo que hoy es un producto de exportación que tiene mucha demanda en el mundo.

-¿Cómo se refleja esto en Europa, por ejemplo?.

– Hay una especie de psicosis por el tango. La pasión que despierta en en Italia, Japón o Suecia es algo inexplicable.

-¿Qué siente un argentino cuando lo baila lejos de su tierra?

-La sensación que tenés cuando bailas tango en otro país es muy interesante. Te das cuenta de que es un lenguaje universal. En aquellos lugares donde se baila el tango, una milonga, vos entrás y es lo mismo estar en Buenos Aires.

-El tango tiene sus código. No es sencillo bailarlo.

-Esta danza empezó como una improvisación pura. Después se fue perdiendo durante mucho tiempo esa transmisión empírica y hubo que volver a lo académico. Ahora armas una estructura pero después se vuelve a la improvisación. Es paradójico.

-¿Con qué otro género se puede comparar?

-Con el jazz. En lo musical el jazz tiene una variedad de notas entre cuales se puede “jugar” libremente. Con los pasos del tango para lo mismo.

-¿A pesar de que el tango despierta una gran pasión, no siente que se ha perdido ese estereotipo del tanguero, el hombre se vestía con su pañuelo al cuello y sombrero y las mujeres con profundo tajo en sus polleras?

-Por ahí los que recién empieza se visten para la ocasión. Pero en una milonga los miran como raros. Después de estar un tiempo en el ambiente del tango vas a las milongas como cualquier persona que sale a bailar.

-Llama la atención la seriedad del bailarín de tango.

-Es que cuando bailas tango necesitás mucha concentración. Esa seriedad tiene que ver con eso y con la música. El tango es muy nostálgico. Si te ponés a escuchar las letras es muy difícil que te genere risa. Además para bailarlo necesitás meterte dentro de la música. Tenés que estar muy concentrado por la otra persona, por “llevar” al otro en un mismo compás.

-¿En ese sentido las milongas son más divertidas?

-Porque la música lo es. En este género se pisan todos los tiempo. En el tango, por ejemplo existe la pausa como parte de la danza y tenés que estar concentrado. El famoso corte es la pausa que no implica dejar de bailar y eso es único en el tango.

-¿Se puede vivir de lo que deja enseñar a bailar y bailar el tango?

-En este país no es rentable. Sí lo es afuera. Si lográs trabajar en otros países te deja un margen para estar unos meses tranquilo. A veces se puede vivir de esto y a veces no y tenés que trabajar en otra cosa. Los proyectos en el tango van surgiendo sobre la marcha. Es muy difícil proyectar a mediano o largo plazo.

-Ustedes los bailarines generalmente trabajan “a la gorra”.

-El año pasado teníamos el espectáculo en San Telmo con otros bailarines donde pasábamos la gorra. Después estuve trabajando, contratada en el Museo Vivo del Tango, un lugar que abrió en septiembre del año pasado en Buenos Aires, pero no me pagaron. Los bailarines estamos bastante fuera del sistema. Te pagan en negro y de vez en cuando.

-¿Este año vuelve a Milán a dictar cursos de tango?

-Sí, la invitación está hecha por parte de misma gente que nos contrató el año pasado. Por eso, ahora voy a convocar a otros bailarines para comenzar a armar el espectáculo.

-¿Cuándo viaja?

-En noviembre, pero nos propusieron ir también en mayo. Tenemos que ver como llegamos con los tiempos. Si tenemos todo armado para mayo vamos en ese mes.

-¿Y su familia como ve esta forma de vida?

-Por suerte no he tenido que luchar contra mi familia. Hay personas que tiene una vocación para lo artístico y se ven frustradas porque en su casa se oponen. Eso a mí no me pasó. Al contrario, siempre me apoyaron.

-Además usted. viene de una familia muy ligada al arte. Su papá, don Elías –Chucair- es un reconocido escritor y su mamá Elsa -Chameli- es cantante.

-Si. Yo digo que no es casual que a mi se me haya ocurrido hacer algo que tenga que ver con lo artístico. Yo me crié escuchando gente tocando la guitarra y cantando. Desde muy chica me llevaban a los festivales que se hacían en distintos lugares del país. Tenía 3 años y me dormía en las sillas.

Geografías que aman el dos por cuatro

Con 27 años y un gran talento, Claudia Chucair recorre el mundo bailando y enseñando a bailar tango. Luego de recibirse de profesora nacional de folclore y danzas nativas en Instituto Nacional Superior del Arte de General Roca, la bailarina, hija del conocido poeta e historiador jacobacino Elías Chucair, se radicó hace algunos años en Capital Federal.

Allí estudió de danzas y expresión corporal, lo que le sirvió para perfeccionarse y formar parte durante dos años del Ballet Bransen, compañía de baile con la que recorrió varios paises de America. Sus grandes dotes para la danza, trabajo y profesionalidad le sirven también para recorrer parte el mundo, donde periódicamente viaja para bailar o enseñar a los distintos pasos de tango. En este sentido, en septiembre de 1998, junto de su partener Miguel Angel Wiede, integró de la delegación argentina que contrató la empresa japonesa Snakyo Promotions de Tokyo para participar, entre otras eventos, del desfile internacional colección primavera-verano de Triumph International. El año pasado decidió dedicarse al baile en forma independiente. Desde entonces cada fin de semana se presenta en eventos especiales, fiestas privadas y en distintos lugares de Capital Federal donde se baila tango, destacándose las casas de shows del barrio San Telmo. En una de sus exitosas actuaciones fue vista y contactada por el equipo de producción de Alejandro Agresti para participar en “Una Noche con Sabrina Love” película que se estrenó hace algunos meses en nuestro.

El año pasado llevó su arte a Europa. Contratada por la productora Gabriela Butarda, en noviembre, junto a compañero Héctor Díaz, realizaron una gira por Noruega y Suecia e Italia, donde realizaron diez presentaciones y dictaron numerosos cursos de baile. Las presentaciones Suecia se realizaron durante en las ciudades de Estocolmo, Gavila y Gutemburgo. En Noruega actuó en la Sala Etmica Cosmopolíta de Oslo y en las ciudades de Nalém, Vasteras y Orebro. En Italia se dedicó a enseñar a bailar tango, contratada por productores de Milán, ciudad a la que este año debe volver. (J. A. M.)

José Mellado


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