Un tiroteo causó pánico en el centro neuquino

El asaltante de una joyería intercambió disparos con la policía y logró huir.

NEUQUÉN (AN).- Un delincuente se tiroteó ayer a la mañana con la policía en el microcentro neuquino, lo que puso en riesgo la vida de cientos de personas en un horario pico. Los transeúntes buscaron refugio donde pudieron: parapetándose detrás de automóviles, ingresando a comercios y hasta tirándose al piso.

El sujeto, que había asaltado una joyería, tomó de rehén al conductor de un utilitario y logró burlar el cerco policial. En el camino fue maldiciendo su mala suerte (ver aparte). Detrás suyo quedaron automóviles y vidrieras con impactos de bala pero ningún herido, así como una bolsa de cartón con casi todas las joyas que había sustraído.

Todo comenzó a las 9:50 en la joyería Martina Paz ubicada en Avenida Argentina 325 a metros del monumento a San Martín. Al comercio ingresó un hombre de unos 30 años a cara descubierta portando una pistola 9 milímetros y un cuchillo.

Redujo a la empleada que se encontraba acomodando la mercadería, la metió en el baño donde la maniató con precintos plásticos y la amordazó con un trapo de unos 60 centímetros de largo.

Después tomó una de las estanterías en la que había collares, pulseras, cadenas y dijes de oro, y se dispuso a emprender la huida. Ni bien traspuso la puerta advirtió la presencia de dos policías motorizados por lo que soltó las joyas para desenfundar la pistola.

Ahí comenzó su alocada huida, primero por Avenida Argentina, luego por Ministro González y después tomó Buenos Aires. En calle Alderete el individuo rodeó una Ford Transit que aguardaba en medio de la calzada, apuntó al chofer y lo obligó a desplazarse hacia el lado del acompañante.

En ese momento comenzó un tiroteo cruzado con la policía en el que como mínimo se intercambiaron 12 disparos.

Dos proyectiles impactaron contra una Ford Ranger, uno en un Volkswagen Gol, otro en un Fiat 147 y uno en un Fiat Siena, todos los vehículos estaban estacionados y sin sus propietarios en el interior.

Durante el tiroteo un comercio de venta de celulares recibió dos balazos, uno en la parte baja de la vidriera y otro que atravesó la puerta de vidrio y de casualidad no lesionó a una clienta y al joven que atendía. Los dos junto con el propietario corrieron a refugiarse al baño del local.

Luego de intentar doblar en contramano por Buenos Aires, el ladrón siguió por Alderete a toda velocidad. Pocas cuadras más adelante, en el cruce con Entre Ríos, chocó contra un auto estacionado. Finalmente abandonó al rehén y a su rodado en San Juan y Río Neuquén, en el barrio Santa Genoveva, para continuar la huida a pie.

En el mediodía de ayer, personal policial buscó en los alrededores del Hospital Castro Rendón a un supuesto cómplice que estaba lesionado en una pierna y armado, pero nunca apareció.

Al cierre de esta edición el autor del robo no había sido detenido pero ya estaba identificado.

En la investigación intervienen la comisaría Primera y el departamento Delitos.

Como una burla, horas después de esta conmoción el negocio volvió a ser asaltado (ver aparte).


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